La UNAM concedió a Ciro Murayama la dirección de uno de sus ocho Centros de Estudios Mexicanos en el extranjero; sedes a las que la máxima casa de estudios destina más de 71 mdp, y cuyos resultados han sido escuetos o nulos.
Mientras la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) padece paros indefinidos que han detenido las actividades académicas en varios planteles, la cúpula dorada sigue cobrando y derrochando sin el menor remordimiento.
Tan sólo entre el 1 de enero y el 31 de septiembre de 2025, la UNAM gastó 71.7 millones de pesos en sus Centros de Estudios en el Extranjero.
Se trata de escuelas de extensión universitaria y Centros de Estudios Mexicanos que, hasta la fecha, no han reportado beneficios concretos para la comunidad estudiantil, más allá de eventos culturales ocasionales y “seminarios” virtuales a los que, prácticamente, no acude ninguna persona.

Curiosamente, estos centros presumen dar clases genéricas de español, arte, cultura y estudios mexicanos, cuyo programa académico es desconocido.
Hasta este 2025, en su compendio de Políticas y Normas de Operación Presupuestal, la UNAM dijo mantener en operación nueve Centros de Estudios Mexicanos en el extranjero y tres sedes de Extensión Universitaria en Europa, Asia, Norteamérica y el Caribe.
Los Centros de Estudios Mexicanos, de acuerdo con lo informado por la UNAM, están ubicados en las siguientes ciudades o países:
- Los Ángeles, Estados Unidos
- China
- España
- Francia
- Reino Unido
- Tucson, Arizona, Estados Unidos
- Alemania
- Boston, Massachusetts, Estados Unidos
- La Habana, Cuba
Sin embargo, los resultados de dichos centros, cuya supuesta misión es “promover la cultura mexicana” en el extranjero y formar alianzas con instituciones locales, son prácticamente inexistentes.
Por ejemplo, el Centro de Estudios Mexicanos en España, que desde el 1 de enero de 2025 dirige Murayama Rendón, exconsejero del INE y profesor Titular tipo A de la Facultad de Economía, se dedica a organizar seminarios, conversatorios, conferencias web y proyecciones cinematográficas.

Cabe mencionar que desde el 13 de febrero hasta el 29 de octubre de 2025, el Centro dirigido por Ciro Murayama apenas organizó 34 actividades, entre ellas una conferencia sobre “Los orígenes del culto a la virgen de Guadalupe”; una proyección de la película “Tepeyac”, un filme sobre la figura religiosa, y algunas presentaciones alternas de renombrados investigadores/funcionarios de la UNAM como Gina Zabludovsky, socióloga e investigadora emérita, o Tatiana Cuevas, directora del MUAC.
La realidad, nos aseguran miembros de la propia comunidad universitaria, es que estos “eventos culturales” organizados por el Centro que dirige Murayama, que arrancó la programación un mes y medio después de asumir el cargo, solo sirven como pasarela internacional para los más renombrados miembros de la UNAM y de sus amigos externos.
Del INE a la UNAM
A inicios de enero de 2025, Ciro Murayama Rendón asumió la dirección del Centro de Estudios Mexicanos UNAM-España, en sucesión del escritor Jorge Volpi.
Sin embargo, desde el 1 de mayo de 2023 es profesor de carretera titular A de la Facultad de Economía, año en el que el exfuncionario dejó el entonces INE.
Por si fuera poco, un año después, Murayama se hizo miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel II, un rango otorgado a personalidades internacionales consolidadas, gozando de un estímulo federal adicional de 36 mil pesos a su salario universitario, que hasta el 28 de febrero de 2025 fue de 56 mil 910 pesos netos.

Cabe señalar que la UNAM ha destinado al rubro de Remuneración a personal académico más de 7 mil 452 millones de pesos. Sumando aguinaldo, primas vacacionales, gratificaciones por separación o jubilación, cuotas de seguridad social y otras prestaciones, el total asciende a 33 mil 347 millones de pesos, 10 mil mdp menos que los ingresos generados entre enero y septiembre de 2025, que fueron de 43 mil 673 millones.



Lo cierto es que la manutención del personal académico de alto nivel como Murayama es uno de los rubros que más cuesta a la UNAM. De hecho, en ello se dilapida buena parte de los recursos, más que en becas (812 millones) o en mobiliario e instrumentos científicos (527 millones).
Lamentablemente, mientras la comunidad universitaria demanda mayor seguridad, instalaciones y educación de calidad, la UNAM gasta su presupuesto en conceptos que no reportan ningún beneficio real.
En 2024, la UNAM se negó a transparentar los talonarios de pago del entonces profesor, considerándolos “material confidencial”.
ReporterosMx ha vuelto a realizar otra solicitud de transparencia. Sin embargo, hasta la publicación de este reportaje, la UNAM no ha respondido.
A un mes del inicio del paro estudiantil, y ante las amenazas de bomba y la latente inseguridad en sus instalaciones, la UNAM se niega a dar respuestas. ¿Y el rector? Leonardo Lomelí, muy tranquilo, presentando libros en España e invitando a Krauze y otros de sus amigos a Europa.

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