El pasado sábado 3 de agosto, se llevó a cabo en el Centro Cultural del México Contemporáneo la clausura del curso internacional “Realidad Política y Electoral de América Latina”, organizado por el Instituto Nacional de Formación Política de Morena (INFP), en conjunto con el Instituto Lula, el Instituto Patria y otras instituciones de formación política latinoamericanas. En dicho se contó con la magistral participación de Cristina Fernández de Kirchner, ex presidenta de Argentina; la senadora Citlalli Hernández, Secretaria General de Morena; y Rafael Barajas El Fisgón, caricaturista y presidente del INFP. La ex mandataria argentina dio su respaldo a la reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena y sus aliados en el Congreso, a la que considero “francamente revolucionaria”, en especial por la propuesta de elección de las personas juzgadoras por voto popular.
Al participar en la clausura, Fernández de Kirchner destacó la necesidad de alcanzar una “utopía de la justicia” en América Latina, en un escenario donde las leyes han sido utilizadas de manera facciosa, como un instrumento de acoso político contra cualquier opositor político y así aniquilar su reputación como persona. Ella rechazó que el presidente López Obrador pretenda vulnerar la independencia judicial, como lo ha insinuado Margaret Satterthwaite, relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quien envió una carta al presidente López Obrador advirtiendo que su aprobación incrementaría “el riesgo de captura política” de este organismo. Además, ella recordó que durante su mandato intento transformar al poder Judicial, pero la Corte Suprema de Argentina la declaró inconstitucional su iniciativa, por lo que celebró el triunfo obtenido por las mayorías de Morena y aliados lograd en las urnas el 2 de junio.
“Celebro esta ambiciosa reforma de Morena. Estuve leyendo, acá obviamente en México la conocen, pero para los argentinos que nos están viendo, que propone la reforma constitucional para la elección popular de todos los magistrados desde la Corte de Justicia hasta los magistrados de tribunales inferiores, es francamente revolucionaria. Celebró las mayorías logradas en el acto eleccionario por Morena que van a garantizar esta utopía. Me encanta que puedan garantizar la utopía de la justicia. Creo que van a ser el segundo país, después de Bolivia, que reforma la Constitución e introduce la elección popular de magistrados, felicitaciones para todos ustedes”, dijo la ex mandataria.
La Reforma al Poder Judicial de la Federación sigue siendo un tema de enorme relevancia, no solo porque no tiene paralelo histórico, quizás desde la redacción de la Constitución de 1917. Porque está vinculado a una preocupación ciudadana, en que las personas tengan un acceso a la justicia y que los juzgadores estén más cercanos a la ciudadanía al informar de sus actividades. Durante los foros parlamentarios, organizados en diferentes estados de la República, se han contado con la presencia de especialistas, jueces, ministros y magistrados para compartir su punto de vista respecto al tema. Hasta el momento, faltan aclarar aspectos básicos para conocer las condiciones para que los jueces puedan participar como candidatos, así como la forma de realizar la elección y de limitar los periodos en que se pueden reelegir. Por lo cual, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados será la comisionada de dictaminar esta iniciativa durante todo el mes de agosto para que no se congele. Una vez discutida, eventualmente sería aprobada por el pleno de la nueva legislatura que iniciará sus tareas el domingo 1° de septiembre del 2024.
No obstante, hemos sido testigos de cómo barra de abogados, personas juzgadoras y comentócratas al servicio de los intereses de la derecha, lejos de elaborar una crítica constructiva o propuestas para la implementación de la reforma, han dedicado sus esfuerzos al resistirse al grado de cuestionar a las mayorías. Así, por ejemplo, Marko Cortés, presidente del Partido Acción Nacional (PAN), quien a través de sus redes sociales llamó a “una cruzada nacional” para que las y los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) “hagan valer y respetar el voto popular y la pluralidad democrática de México, haciendo una justa asignación de los diputados de representación proporcional”, bajo el argumento que la coalición de Morena pretende con el 54% de los votos, tener el 75% de los curules en la Cámara de Diputados. “No permitiremos que se logren las pretensiones de Morena de contar con una mayoría calificada artificial para modificar la Constitución de manera unilateral, arbitraria y sin consensos”. Al igual que el dirigente del PAN, Enrique Krauze, historiador y editor de la revista Letras Libres, llamó a actuar en contra de esta sobrerrepresentación calificando a la reforma judicial como una “traición a Juárez y su legado” consecuencia del “primitivo concepto marxista del presidente sobre el derecho”.
Más aún, Javier Laynez Potisek, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), consideró que los jueces constitucionales deben permanecer ausente del debate político, pero no del debate técnico, detalló “porque son reformas que, de aprobarse, van a trascender en la manera de impartir justicia”. También destacó la necesidad de renovar al Poder Judicial; sin embargo, declaró que debe existir un ejercicio de autocrítica, en el cual se haga un análisis para determinar qué se puede cambiar para mejorar al organismo.
¿Cómo podemos explicar estas actitudes de todos aquellos que se resisten a la reforma constitucional? En su reciente columna para SinEmbargo.Mx, Héctor Alejandro Quintanar, analista y académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, resume el modo de pensar y actuar de estos actores políticos a través de una frase atribuida al dramaturgo e intelectual alemán Bertolt Brecht (1898-1956) “No hay nada peor que un burgués asustado”. Quiere decir, que esta oposición conformada por PRI y el PAN al desdeñar todo lo que provenía del gobierno federal para evitar una “deriva autoritaria”, como parte de su estrategia, los ha llevado a caer en el autoengaño y la desesperación, incapaces de entender el tsunami que pasó por encima de ellos desde el día que perdieron las elecciones del 2018 y las del 2024. Esto va también para los jueces, magistrados que se creyeron los “pétreos e inalterables guardianes de la Constitución”.
El artículo 39 de nuestra Carta Magna establece que “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”. Por lo que podemos inferir que todos los órganos del Estado mexicano están sujetos a la Constitución, nada es intocable. Es a través de la legitimación social que el aparato judicial tiene su independencia, deben de existir jueces, ministros y magistrados obligados a cumplir con el mandato popular y no convertirse en un instrumento para la defensa del status quo. Y sólo así será posible alcanzar una utopía de justicia en México.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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