La doctora Eva Ramón Gallegos, es algo así como la rockstar de la ciencia y la investigación mexicanas a partir de que obtuvo un método preventivo y curativo para el Virus del Papiloma Humano (VPH), una enfermedad que se dice, es la segunda causa de muerte en las mexicanas.
Eva, actualmente tiene 55 años, nació en un pueblito llamado Omitlán en Oaxaca. Es una mujer que en su entorno familiar fue sensibilizada desde su infancia sobre el riesgo que representa el cáncer cervicouterino derivado de varias pérdidas cercanas.
Ella asegura que desde pequeña aprendió la importancia del servicio comunitario, incluso pensó en ser misionera, pero en casa le hicieron ver que existían muchas otras formas de ayudar a la sociedad.
Según Araceli García Rico en un artículo de la plataforma Sem México, la investigadora tuvo la oportunidad de acercarse a la ciencia a partir de que en la secundaria tomó el taller de electricidad. La maravillaron los átomos, electrones, neutrones y desde ese momento asegura, le empezó a gustar la ciencia.
Tiempo después decidió estudiar en el CBTiS y tomar la especialidad de Laboratorio Clínico. Ahí le dieron clases unas profesoras que según ella califica de excelentes y que hicieron que se interesara en las áreas biológicas. Ahí pudo ayudar a algunas personas haciéndoles análisis clínicos.
Posteriormente, estudió la carrera de Químico Farmacéutico Biólogo, una maestría en Citopatología y un Doctorado. Su especialidad es la Citopatología que permite diagnosticar el cáncer cérvico uterino.
Hablar de científicas mexicanas es hablar de mujeres que han desafiado la adversidad. Quizá por eso Eva da voz a las investigadoras que no tienen prestaciones, que no tienen un sueldo digno, que no tienen acceso a las guarderías del gobierno, ni programa de estímulos, ni reconocimiento en distintos ámbitos. Es decir, a las mujeres anónimas.
Para la reconocida investigadora, las mujeres todavía seguimos enfrentando muchos obstáculos para acceder a nuestros derechos, para alcanzar la autonomía económica, para salir de situaciones de violencia. Por ello hace un llamado decidido a ser constantes, disciplinadas y luchar por lograr sus sueños. Afirma que este país necesita más mujeres en la ciencia.
Para la multi galardonada celebridad fue y sigue siendo difícil desde proponer nuevas ideas hasta atreverse a soñar. Por ejemplo, mucha gente a su alrededor le dijo que no servía de nada, que no perdiera su tiempo, que ya existía la vacuna para el VPH y que estaba fuera de tiempo lo que hacía. Sin embargo ella no se desanimó y con tenacidad y convicción siguió trabajando.
Finalmente, ella y su equipo ¡lo lograron! la terapia fotodinámica que la científica descubrió consiste en aplicar en el cuello del útero un fármaco llamado ácido delta aminolevulínico, que después de cuatro horas se transforma en protoporfirina IX, sustancia química fluorescente que se acumula en las células dañadas, lo cual permite eliminar con un rayo láser especial, únicamente las estructuras impregnadas con ésta.
Actualmente es investigadora en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, forma parte de importantes proyectos nacionales e internacionales, cree firmemente en que el Programa de Mentoras en áreas STEM es un compromiso de vida con las nuevas generaciones, ya que abrigan los sueños de las estudiantes para que ningún factor las haga abandonar su anhelo de ser científicas.
Eva es así querido lector, un orgullo para México y una reivindicación para los Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) que desde hace tiempo, han tenido fama de dar educación de baja calidad.
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