Las políticas antimigrantes de Donald Trump están transformando el panorama migratorio en la frontera sur de Estados Unidos. De enero a junio de 2025, las detenciones en la línea divisoria con México cayeron 94% respecto al primer semestre de 2022, pasando de más de 1.1 millones a solo 67 mil 809 arrestos, según cifras oficiales del CBP.
Sin embargo, mientras disminuyen los cruces, las redadas dentro del territorio estadounidense han aumentado drásticamente. De acuerdo con una investigación de La Razón, el ICE ha incrementado las detenciones un 45.5% desde el regreso de Trump al poder, destacando un alarmante aumento de 1,235% en capturas de personas sin antecedentes penales: de apenas 1,043 en enero a 13,925 en julio.
Para la activista Eunice Rendón, entrevistada por La Razón, estos resultados no responden a políticas que atiendan las causas de fondo, sino al temor generalizado que provoca el actual enfoque punitivo. Denunció que las redadas han provocado autodeportaciones y vigilancia extrema, incluso a personas con visas o en trámites legales. “Están agarrando hasta turistas”, advirtió.
Rendón también alertó sobre una posible reconfiguración migratoria: ante el cierre de Estados Unidos, México podría convertirse en país destino, no solo de tránsito. “Ya se empieza a ver. Muchos migrantes lo visualizan como segunda opción, mientras esperan un cambio político en EE.UU.”, explicó.
A su vez, el embajador Ronald Johnson reconoció que estos resultados se deben a la colaboración bilateral entre Trump y Claudia Sheinbaum. En su cuenta de X, celebró los “cruces mínimos, cero liberaciones por segundo mes consecutivo y decomisos históricos de droga”.
Además, el asesor del CBP, Ron Vitiello, anunció la contratación de 8 mil nuevos agentes fronterizos y explicó que los cruces ilegales cerca de bases militares ahora se procesan como delitos federales. El lunes pasado, 121 personas fueron detenidas y muchas enfrentarán cargos penales por entrada ilegal.
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