Donald Trump afirmó que el tráfico de fentanilo será el primer asunto que abordará con Xi Jinping en su próxima reunión en Corea del Sur. El presidente estadounidense acusó a China de usar a Venezuela como punto intermedio para el envío de drogas a su país y advirtió sobre nuevos aranceles contra Pekín. También volvió a vincular al régimen de Nicolás Maduro con el narcotráfico y la migración ilegal.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este jueves que el tráfico de fentanilo será el tema principal en su próxima reunión con el líder chino, Xi Jinping, prevista para el 30 de octubre en Corea del Sur. “La primera pregunta que le voy a hacer es sobre fentanilo”, declaró durante un acto en la Casa Blanca dedicado a revisar los esfuerzos de su Administración contra el narcotráfico. El mandatario sostuvo que gran parte de la droga que ingresa a su país se fabrica en China y atraviesa Venezuela antes de llegar a territorio estadounidense.
Trump afirmó que las redes que trafican fentanilo utilizan territorio venezolano como escala en sus rutas hacia Norteamérica. “Sí”, respondió tajante al ser consultado al respecto. El republicano añadió que el despliegue militar estadounidense en el Caribe, iniciado el verano pasado, busca precisamente frenar ese flujo, y defendió las operaciones encubiertas ordenadas por su Gobierno. “No estamos contentos con Venezuela por muchas razones, entre ellas las drogas”, expresó, reiterando su acusación de que el régimen de Nicolás Maduro facilita tanto el narcotráfico como la inmigración ilegal hacia Estados Unidos.
El mandatario también apuntó a las tensiones comerciales con China, al recordar que Pekín mantiene desde septiembre un bloqueo a la compra de soja estadounidense. En ese contexto, advirtió que los aranceles al fentanilo chino, actualmente del 20%, subirán al 157% a partir del 1 de noviembre, una cifra que calificó como “récord histórico”. “No queremos eso, porque no es sostenible para ellos. No pueden soportarlo”, sostuvo Trump, aunque agregó que el aumento busca forzar a China a tomar medidas más firmes contra el tráfico de drogas sintéticas.
Durante su intervención, el presidente intentó mostrar firmeza frente a Pekín y Caracas, insistiendo en que ambos países representan una amenaza directa a la seguridad de Estados Unidos. Sus declaraciones refuerzan la narrativa de su administración de vincular el combate al narcotráfico con la política exterior y el control migratorio. Trump reiteró que su Gobierno mantiene “una frontera cerrada” y que no permitirá que “los errores de la administración Biden” se repitan.
La reunión entre Trump y Xi se produce en un clima de tensión comercial y diplomática creciente, marcado por los aranceles cruzados, las operaciones estadounidenses en el Caribe y las acusaciones de Washington sobre el papel de China en la producción mundial de fentanilo. El encuentro del 30 de octubre será la primera ocasión en meses en que ambos líderes dialoguen directamente, en medio de una crisis global de opioides que ya ha cobrado más de 100.000 vidas al año en Estados Unidos.


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