La frontera entre México y Estados Unidos se ha convertido en un campo de batalla tecnológico. Los drones equipados con inteligencia artificial (IA) ahora vigilan esta zona.

Estos dispositivos permiten a policías locales, guardias estatales y bomberos monitorear el desierto. La Patrulla Fronteriza ya no actúa sola. Cada vez más, autoridades utilizan drones para responder a emergencias y seguir a sospechosos.
En Arizona, el alguacil del condado de Cochise implementó un programa piloto con drones de Draganfly. Estas aeronaves cuentan con cámaras térmicas y pueden operar de noche.
En Laredo, Texas, la policía utiliza el sistema “Drone as First Responder”. Un dron despega en menos de tres minutos tras una llamada al 911. Esto permite seguir persecuciones y evaluar situaciones rápidamente.
La policía y los bomberos en Sunland Park, Nuevo México, también recurren a estos drones. Los usan para localizar migrantes y excursionistas perdidos.
La IA a bordo de los drones les permite analizar imágenes en tiempo real. Identifican personas, vehículos y armas, y pueden seguir objetivos de forma autónoma. Esto facilita rescates y documenta escenas para investigaciones.
El uso de drones ha crecido un 150 por ciento desde 2018. La escasez de personal y los recortes presupuestales impulsan esta tendencia. Estos dispositivos pueden volar durante horas y cubrir grandes áreas rápidamente.
Sin embargo, el uso de drones no es exclusivo de las autoridades. En la segunda mitad de 2024, cárteles mexicanos realizaron más de 27 mil vuelos cerca de la frontera. Algunas aeronaves alcanzan 160 km/h y pueden cargar explosivos.
Desde 2005, la idea de un “muro virtual” ha estado presente. Hoy, con la IA, esta vigilancia se vuelve más avanzada y autónoma. Organizaciones civiles advierten sobre el impacto en la privacidad y el control. (Con información de 24 Horas).
