El reciente acuerdo entre Estados Unidos y Ucrania ha generado preocupación. Bajo el título “Fondo de Inversión para la Reconstrucción”, se establece una colaboración para la explotación de recursos minerales. Este acerudo es visto como un posible saqueo de los recursos ucranianos.
Desde la invasión rusa, EE.UU. ha brindado apoyo militar a Ucrania. A cambio, el acceso a minerales raros se ha vuelto un requisito. El presidente Donald Trump presiona por estos recursos como compensación por la ayuda financiera. “Este acuerdo demuestra el compromiso de EE.UU. con la paz”, afirmó el secretario del Tesoro, Scott Bessent. Pero, ¿a qué costo?
El acuerdo permite a las empresas estadounidenses invertir en la extracción de petróleo, gas y minerales. La ministra de Economía de Ucrania, Yulia Svyrydenko, defendió el pacto, destacando la necesidad de inversión internacional. Sin embargo este tipo de acuerdos puede despojar a Ucrania de su riqueza natural.
La firma del acuerdo coincide con los primeros 100 días del segundo mandato de Trump. En este contexto, surge la pregunta: ¿realmente busca EE.UU. ayudar a Ucrania o simplemente aprovecharse de su situación? El mundo observa con atención, esperando respuestas sobre el verdadero impacto de este acuerdo.
Del 8 al 10 de mayo, Vladimir Putin, presidente de Rusia, anunció una tregua con Ucrania por razones humanitarias y para conmemorar el 80º aniversario de la victoria en la II Guerra Mundial.
Al respecto, Ucrania consideró que el alto al fuego debería durar al menos 30 días y comenzar de manera inmediata.
En una sorpresiva movida, el presidente Putin dio a conocer la medida de paz a través de un comunicado oficial, donde detalló que entraría en vigor a partir de “la medianoche del 7 al 8 de mayo, y hasta la medianoche del 10 al 11 de mayo“.
Sin embargo, la decisión estará sujeta a que Ucrania, encabezada por Volodímir Zelenski, respete el acuerdo; de lo contrario, el Kremlin advirtió que responderá en consecuencia.
Para el Ministro de Exteriores de Ucrania, Andrii Sibiga, lo anunciado por Rusia no es suficiente. A través de su cuenta en X (antes Twitter), Sibiga señaló que no se debería esperar hasta la fecha propuesta por Moscú, ya que su país está dispuesto a apoyar un alto al fuego “duradero y amplio” de manera inmediata.
Por lo anterior, se espera que en los primeros días de mayo el conflicto que comenzó hace tres años entre en una etapa de paz. Si se cumplen los acuerdos, podría abrirse la puerta a un posible fin verdadero de la guerra.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, expresó su deseo de que Rusia y Ucrania alcancen un acuerdo de paz pronto. En un mensaje publicado en TruthSocial, Trump anticipó que, si se concreta una tregua, ambas naciones podrían iniciar “grandes negocios” con su país.
“Espero que Rusia y Ucrania lleguen a un acuerdo esta semana. Entonces, ambas empezarán a hacer grandes negocios con Estados Unidos, que está prosperando”, escribió el mandatario.
Trump destacó que este acuerdo podría permitir a Rusia y Ucrania “amasar una fortuna”. Su mensaje refleja una esperanza de estabilidad en la región y un enfoque en futuras oportunidades económicas.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aceptó la propuesta de su homólogo estadounidense, Donald Trump, para implementar una tregua de 30 días en la guerra con Ucrania, dejando de atacar la infraestructura energética de la otra parte durante este periodo, según informó el Kremlin.
De acuerdo con el comunicado oficial, “Putin impartió enseguida la orden correspondiente a los militares rusos”, asegurando que el cese de ataques será inmediato. Además, el Kremlin anunció que este miércoles se llevará a cabo un canje de 350 prisioneros de guerra entre ambas naciones.
Sin embargo, el mandatario ruso estableció condiciones clave para garantizar el éxito de esta tregua y evitar una escalada del conflicto. “Se hizo hincapié en que la condición clave para evitar la escalada del conflicto y trabajar para su resolución por medios políticos y diplomáticos debería ser el cese completo de la asistencia militar extranjera y el suministro de información de inteligencia a Kiev”, detalló el Kremlin.
Putin también advirtió sobre la necesidad de garantizar que Ucrania no utilice el alto al fuego para movilizar más tropas y reforzar su arsenal, un punto que habría sido planteado en su conversación con Trump. En este sentido, el Kremlin afirmó que el presidente ruso está dispuesto a trabajar con Washington en una resolución que sea “integral, estable y sostenible”, pero que también respete los intereses de seguridad de Rusia y las causas fundamentales del conflicto.
La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la suspensión temporal de la ayuda militar a Ucrania, argumentando la necesidad de evaluar el compromiso de Kyiv con la paz. La medida afecta equipos militares que aún no han sido entregados, incluyendo armamento en tránsito en Polonia, según informaron funcionarios de la Casa Blanca.
La decisión llega tras una reunión tensa entre Trump y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en la que no se logró un acuerdo sobre la explotación de los recursos minerales de Ucrania por parte de empresas estadounidenses. Desde Washington, se insiste en que Kyiv debe mostrar mayor disposición a negociar con Rusia, mientras que Zelensky mantiene que un acuerdo de paz aún no es viable.
El secretario de Estado, Marco Rubio, respaldó la postura del gobierno, asegurando que Trump es el único líder con capacidad real de detener la guerra. En declaraciones públicas, enfatizó que la suspensión de la ayuda busca forzar un diálogo que conduzca a una solución definitiva.
En Ucrania, la noticia ha generado preocupación. Analistas advierten que la interrupción del apoyo estadounidense podría debilitar la resistencia militar contra Rusia. La última vez que se retrasó la asistencia de Washington, Ucrania sufrió pérdidas tanto de vidas como de territorio, según recuerdan expertos en la región.
El vicepresidente estadounidense, JD Vance, también justificó la medida, señalando que Zelensky no ha demostrado una verdadera voluntad de negociar. En una entrevista televisiva, afirmó que el líder ucraniano “tendrá que aceptar el proceso de paz tarde o temprano”.
Mientras tanto, los aliados europeos de Kyiv han reiterado su respaldo. En una cumbre en Londres, representantes de la OTAN, Canadá y Turquía reafirmaron su compromiso con la defensa de Ucrania. Sin embargo, el primer ministro británico, Keir Starmer, advirtió que cualquier acuerdo de paz depende en gran parte de las garantías de seguridad que EE.UU. aún no ha definido.
Trump, por su parte, utilizó su plataforma Truth Social para criticar la postura de Zelensky, afirmando que Estados Unidos no tolerará su negativa a negociar por mucho más tiempo. Horas después, la Casa Blanca hizo oficial la suspensión del apoyo militar, dejando abierta la incertidumbre sobre el futuro de la relación entre ambos países en medio del conflicto.
La esperada reunión entre Donald Trump y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en la Casa Blanca terminó con fuertes tensiones y declaraciones polémicas. Lo que comenzó como un encuentro diplomático se convirtió en un intercambio de posturas encontradas sobre la guerra en Ucrania y el rol de Estados Unidos en el conflicto.
A través de su red social Truth Social, Trump dejó entrever su descontento con la actitud de Zelenski, asegurando que el líder ucraniano “faltó el respeto a los Estados Unidos de América en su preciada Oficina Oval”. Además, el expresidente republicano afirmó que la reunión reveló un punto clave: “Zelenski no está listo para la paz si Estados Unidos está involucrado, porque siente que nuestra participación le da una gran ventaja en las negociaciones”.
Las palabras de Trump sugieren que las diferencias entre ambos líderes son profundas y que la estrategia de Ucrania sigue dependiendo en gran medida del respaldo estadounidense. En su mensaje, el mandatario enfatizó que no busca favorecer a ninguna de las partes, sino únicamente un acuerdo que ponga fin a la guerra: “No quiero ventajas, quiero PAZ”.
Fuentes en Washington reportaron que Zelenski abandonó la Casa Blanca sin haber firmado ningún tipo de acuerdo, lo que refleja la falta de avances concretos tras el encuentro. La reunión, en lugar de fortalecer la relación entre ambos líderes, evidenció un distanciamiento que podría afectar el futuro del proceso de pacificación en el conflicto armado entre Rusia y Ucrania.
Este lunes los mandatarios de Francia y Estados Unidos sostuvieron una reunión que, tuvo un momento tenso durante la sesión de preguntas y respuestas.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, hizo hincapié este lunes junto a su homólogo estadounidense, Donald Trump, que para alcanzar la paz no es necesario que Ucrania se rinda, sino que debe garantizar la soberanía de la nación ucraniana.
“Esta paz no debe significar una rendición de Ucrania. No debe significar un alto el fuego sin garantías. Debe permitir la soberanía ucraniana y permitirle negociar con otras partes interesadas sobre las cuestiones que lo afectan” , dijo durante la rueda de prensa durante su reunión con Trump en la Casa Blanca.
Foto: X de la Casa Blanca @Whitehouse
En la conferencia que sostuvieron con los medios se vivió un momento de tensión al puntualizar Macron una corrección al mandatario estadounidense en el tema de la bélico en suelo ucraniano. Trump afirmó que Europa tendría una recuperación sobre los gastos invertidos en Ucrania, Macron lo interrumpió y respondió “No, de hecho, para ser francos, nosotros pusimos el 60% de todo el esfuerzo”.
A pesar del hecho incómodo para el inquilino de la Casa Blanca, Macron consideró que en este encuentro bilateral se dieron “pasos significativos”.
“Estoy plenamente convencido de que hay un camino a seguir. Compartimos las mismas creencias. Sabemos qué trabajo hay que hacer y en las próximas semanas trabajaremos para que nuestros equipos se reúnan en varios formatos para asegurarnos de que tengamos esta paz sólida y duradera” , refrendó.
Macron calificó esta reunión como necesaria para una “paz sólida y duradera” para Ucrania, favoreciendo el buen momento en que llega, después de la tensión por la decisión de Washington de negociar directamente con Moscú para poner fin a la guerra.
“Tuvimos una buena discusión esta mañana en el G7, en el tercer año de esta guerra en Ucrania. Y creo que nuestro objetivo común, claramente, es construir la paz, una paz sólida y duradera”, aseguró Macron a la prensa.
En las primeras horas de este lunes, Macron sostuvo en la Casa Blanca un primer encuentro con Trump, el cual calificó de “amistoso”, a pesar de la tensión generada por Washington al negociar directamente con Moscú para dar fin a la guerra en Ucrania.
“Fue muy bien, muy amistoso, como siempre. Hicimos la videoconferencia del G7 en el Despacho Oval y después tuvimos una primera conversación. Volveré dentro de poco”, afirmó a los periodistas que le preguntaron por la hospitalidad de Trump.
Tras el cambio en la postura de Trump, Macron ha buscado unificar a Europa, organizando la semana pasada reuniones con países de la UE, la OTAN y Canadá para coordinar una respuesta común.
En redes sociales, Macron había señalado que se preparó para su encuentro con Trump con el objetivo de apelar a su ego y hacerle entender que es de interés tanto para estadounidenses como europeos no mostrar debilidad ante Putin en las negociaciones lideradas por Estados Unidos para poner fin a la guerra.
“Nuestro apoyo a Ucrania se mantendrá inquebrantable. Estoy en Washington para recordarlo y avanzar con el presidente Trump y nuestros aliados”, escribió el líder francés en X, refrendando que Ucrania lucha “por su soberanía y su libertad”.
El teatro de la guerra en Ucrania ha cumplido su función. No para los ucranianos, que han visto su país convertido en escombros, ni para los europeos, que han financiado con sacrificios una guerra que nunca fue suya. Ha sido un éxito, en cambio, para los verdaderos ganadores: los consorcios armamentísticos que llenaron sus bolsillos con cada misil lanzado, cada tanque destruido y cada recluta caído en el frente.
Cuando las potencias pactan sin sus aliados menores, lo hacen porque ya no hay nada más que negociar. La reciente reunión entre Estados Unidos y Rusia para sentar las bases de una negociación futura sobre Ucrania es la confirmación de que los dividendos de la guerra han sido asegurados. El conflicto se prolongó hasta que el complejo militar-industrial extrajo cada dólar posible del erario público, hasta que las fábricas de armas operaron a plena capacidad y las reservas de los países europeos quedaron suficientemente diezmadas como para justificar nuevas compras a la industria estadounidense.
No es casualidad que, tras años de enviar armamento, Washington ahora se muestre pragmático y dispuesto a la negociación. La razón es simple: el saqueo de Ucrania entra en su segunda fase. Con la destrucción asegurada y una deuda impagable acumulada, el siguiente paso es la reconstrucción, en la que las empresas occidentales se disputarán contratos millonarios para levantar lo que ellas mismas ayudaron a destruir. Recursos naturales, tierras agrícolas, infraestructura estratégica: todo está en juego y, como siempre, serán los grandes capitales los que se beneficien.
Ucrania ya perdió la guerra mucho antes de que se reconozca oficialmente. No porque sus soldados no pelearan con valentía, sino porque fue utilizada como un peón en una partida donde el resultado estaba decidido de antemano. La nación que prometieron defender con discursos heroicos y sanciones económicas hoy queda reducida a una pieza de negociación entre los que realmente mueven los hilos. Estados Unidos no enviará tropas a su reconstrucción, pero sí enviará a sus corporaciones, sus bancos y sus fondos de inversión. Y cuando el polvo se asiente, los ucranianos encontrarán que su independencia ha sido canjeada por deuda y su soberanía por contratos leoninos.
La historia se repite con una precisión quirúrgica: la guerra es rentable, pero la posguerra lo es aún más. Y en ese reparto, los pueblos siempre son los últimos en la fila.
En una reciente declaración Donald Trump expresó su confianza en que se puede alcanzar un acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania, sin embargo Zelensky no formará parte de las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, realizó este martes una serie de declaraciones en Mar-a-Lago en las que culpa al líder ucraniano por la guerra que comenzó por la invasión rusa hace tres años.
En una conferencia de presa en Mar-a-Lago Trump reaccionó a los comentarios del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, quien había expresado su decepción por no ser incluido en una reunión reciente entre funcionarios estadounidenses y rusos en Arabia Saudita.
El mandatario de la Casa Blanca afirmó tener la capacidad de poner fin al conflicto declarando que “Hoy escuche: Bueno, no nos invitaron’. Bueno, ustedes han estado allí durante tres años. Deberían haberlo terminado en tres años. Nunca deberían haberlo comenzado”.
La periodista Helena Villar enumero las principales declaraciones luego de dar por concluido el encuentro entre las delegaciones estadounidenses y rusas para ponerle fin a la guerra en Ucrania.
Donald Trump ha hablado por primera vez tras el encuentro entre las delegaciones estadounidense y rusa para avanzar hacia una paz en Ucrania. Principales declaraciones: 1. "Estoy confiado en que se puede llegar a un acuerdo". 2. "Esta guerra nunca se hubiera producido conmigo…
Trump también sugirió que, de haber estado en el poder, podría haber negociado un acuerdo que habría salvado territorios ucranianos, evitando así muerte y destrucción. “Podría haber llegado con Ucrania que les hubiera dado casi todo el territorio, y no habría habido muertes, ninguna ciudad habría sido demolida”, afirmó.
Doland criticó a Ucrania, mencionando que han tenido suficiente tiempo para negociar y cuestionó el manejo de los fondos enviados. Propuso elecciones en Ucrania, argumentando que muchos lo demandan y citando la baja aprobación de Zelensky.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio y el ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, se reunieron en Arabia Saudí para discutir la normalización de relaciones y los términos de un acuerdo que ponga fin a la guerra en Ucrania. La cumbre, celebrada en el Palacio de Diriyah, es resultado de un reciente pacto entre Donald Trump y Vladímir Putin, quienes acordaron dar inicio a negociaciones de paz.
El cambio de estrategia de Trump rompe con años de aislamiento diplomático hacia Moscú y ha generado gran preocupación entre los aliados de Ucrania. Kiev no estuvo representado en la reunión, lo que llevó al presidente Volodymyr Zelenskyy a advertir que no aceptará ningún acuerdo sin la participación directa de su gobierno. Ante la posibilidad de un pacto unilateral entre Washington y Moscú, Francia convocó una reunión de emergencia con la Unión Europea y Reino Unido para definir una respuesta.
Mientras las negociaciones avanzaban en Arabia Saudí, Rusia intensificó sus ataques sobre Ucrania, lanzando 176 drones kamikaze contra varias ciudades. En Kirovohrad, un ataque alcanzó un edificio residencial, dejando heridos a una madre y sus dos hijos, mientras que en Cherkasy, varios inmuebles sufrieron daños por restos de drones interceptados.
Aunque aún no se ha fijado una fecha para un encuentro entre Trump y Putin, la diplomacia avanza rápidamente. La reunión en Arabia Saudí marca un punto de inflexión en la guerra, mientras el mundo observa con atención el desarrollo de este inesperado acercamiento entre Estados Unidos y Rusia.