Ricardo Anaya respondió a las críticas por su ausencia en la Comisión Permanente la semana pasada, aclarando que viajó con su familia a Estados Unidos y no a destinos exóticos como otros políticos. “No andaba ni en Tokio ni en Europa”, dijo en conferencia, lanzando un mensaje de transparencia.
Su ausencia ocurre mientras se intensifican los señalamientos en contra de Hernán Bermúdez, exsecretario de Seguridad en Tabasco y señalado por presuntos vínculos con La Barredora, grupo ligado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Hoy, desde la Comisión Permanente en el Senado, exigimos una investigación a fondo sobre los vínculos de Morena con el crimen organizado. No es un hecho aislado: ya es un patrón en Tabasco, Tamaulipas, Sinaloa y Baja California. pic.twitter.com/oUdPW1JWD7
Anaya, coordinador del PAN en el Senado, exigió una investigación profunda contra Bermúdez, quien actualmente está prófugo. “El caso de Tabasco no es el único. Lo vemos también en Sinaloa, Tamaulipas y Baja California. Por eso exigimos que las investigaciones lleguen hasta las últimas consecuencias”, sentenció.
Ricardo Anaya, coordinador de los senadores del PAN, anunció con dramatismo que no votará este 1 de junio, tachando el proceso de “vulgar fraude”. Sus palabras, sin embargo, resuenan a hipocresía: ¿Acaso olvida que su partido gobernó entre balas y pactos oscuros?
Gravísimo: Ricardo Anaya no votará el 1 de junio. Qué tragedia… ya se acabó la democracia. 🙄
Bajo el mandato de Felipe Calderón (2006-2012), el PAN no solo normalizó la militarización, sino que su “guerra contra el narco” dejó más de 120,000 muertos y fosas clandestinas. Hoy Anaya, cómodo en su trinchera de privilegios, se niega a votar mientras su discurso se llena de banderas democráticas. ¿Dónde estaba esa ética cuando su partido negociaba con poderes opacos?
“Morena y el narco controlarán el Poder Judicial”, clama el ex candidato presidencial. Pero lejos de aportar pruebas, su retórica evoca el mismo miedo que usó el PAN para justificar masacres. Curioso: él, que ahora habla de “jueces vinculados al crimen”, calló cuando Calderón colocó a allegados en tribunales clave sin escrutinio.
Anaya insiste en que no será parte del “atraco”. Sin embargo, su estrategia es clara: deslegitimar las elecciones para esconder que el PAN perdió credibilidad tras décadas de simular una lucha anticorrupción. Mientras él llama a la abstención, millones de ciudadanos saldrán a las calles para transformar un sistema judicial históricamente manipulado por la derecha.
La ironía es grotesca: quien se ufana de “defender la República” hoy la entierra con un discurso derrotista. Si el PAN realmente teme al narco, que explique por qué durante sus gobiernos el crimen creció… y sus cuentas bancarias también. La democracia no se defiende con lágrimas de coyote, sino con hechos. Anaya, al negar su voto, solo confirma que su moral es tan frágil como su memoria.
La escritora y periodista Sabina Berman criticó duramente la narrativa utilizada por figuras de la derecha tras el asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores cercanos a la jefa de Gobierno, Clara Brugada. A través de su cuenta de X, Berman desmanteló lo que llamó una estrategia de invención simbólica para “asesinar” a la izquierda en el terreno discursivo, sin aportar nada real a la vida pública del país.
“Ayer Ricardo Anaya habló de un ‘crimen de Estado’. Algo que inventó al vuelo y cuya intención era aprovechar un doble asesinato para asesinar simbólicamente al gobierno actual”, escribió. La autora de La mujer que buceó dentro del corazón del mundo también se refirió a otras voces opositoras que buscaron atribuir los hechos a conflictos internos de Morena, sin evidencia y sin responsabilidad.
“Ambas declaraciones tuvieron efecto en unos cuantos de miles de personas durante unos cuantos miles de segundos, antes de que la realidad las reventara. Plac, plac, plac. Tronaron como globos”, añadió.
Ayer @RicardoAnayaC habló de un "crimen de Estado". Algo que inventó al vuelo y cuya intensión era aprovechar un doble asesinato para asesinar simbólicamente al gobierno actual.
Otro derechista menor tuiteó que el asesinato de Ximena y Pepe fue perpetrado por "obradoristas" vs…
Para Berman, el problema de fondo no es únicamente la falta de veracidad, sino el desprendimiento total de la oposición respecto a la realidad concreta del país. “Es el problema central de la Oposición. Sus acciones son solo palabras e invenciones para matar simbólicamente a la Izquierda –no para algo benéfico que agregue a la vida real de personas– y tienen efectos minúsculos”, apuntó.
La periodista también arremetió contra la columnista Denise Dresser, quien en su espacio editorial acusó de “farsa” el proceso de elección de ministros del Poder Judicial, descalificando la reforma judicial impulsada desde el Congreso y aprobada democráticamente.
“Mentira, mentira, mentira: el compendio de todo cuanto vienen publicando las figuras de la Derecha sobre la elección de jueces”, denunció.
Vía: Grupo Multimedios
Pese a sus críticas, Sabina Berman reconoció que México necesita una oposición legítima, con visión y sentido de realidad: “Hay espacio amplísimo para una derecha más ambiciosa. Una que se instale en la realidad y cuya meta sean los electores reales y no la izquierda”, sostuvo.
No obstante, advirtió sobre el riesgo de que esa derecha termine siendo solo una versión autoritaria tipo Bukele-Salinas Pliego, basada en la promesa de aplacar la inseguridad a través de la violencia y el populismo punitivo.
Con ironía, concluyó que la actual oposición está sufriendo una fuga de cerebros inflados de retórica: “Se elevan como un racimo de globos hacia el cielo… Plac, plac, plac. Están estallando ahí en las alturas”.
La presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, reprobó las actitudes y críticas que andan haciendo los de la oposición ante el caso del asesinato de Ximena Guzmán, secretaria particular de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada y José Muñoz, asesor el gobierno de la CDMX, y les hizo una atenta invitación a esperar los resultados de las investigaciones para abrir la boca.
Luisa Alcalde fue directa y el mensaje va para Ricardo “insulting and unacceptable” Anaya y Alito “Lord Botox” Moreno, a quienes llamó carroñeros ante sus intentos de llamar la atención y de descalificar al movimiento de la Cuarta Transformación.
“Condenamos la actitud de la oposición, una actitud y una oposición carroñera, que adelanta e inventa porque de ninguna información pueden sacar las conclusiones que han generado tanto Alito Moreno (dirigente del PRI) como Ricardo Anaya. Lo han hecho sin ningún sustento y sacan conjeturas que no tienen ningún elemento de prueba”
La dirigente nacional de Morena insistió en que, claro que es un hecho condenable por el cual se debe exigir justicia, pero aseveró que no se debe hacer lo que hacen los derechistas que es sacar conjeturas y dando opiniones sin fundamento y sin haber esperado las investigaciones de las autoridades correspondientes.
Y nada más para recordar, que Anaya dijo que “había indicios de un crimen de estado” y exigió transparencia al gobierno:
“Le queremos exigir al gobierno transparencia total, porque en cualquier asesinato debe haber una investigación con celeridad, con profundidad, pero en este caso hay indicios de que se trata de un crimen de Estado y, por lo tanto, se debe decir quién estuvo detrás de este reprochable, condenable, inaceptable asesinato; y cuáles son los motivos”
Y el dirigente del partido que representó los años más violentos de nuestro país, Alito Moreno, dijo que “Morena abandonó a las familias mexicanas” y que “la gente exige vivir sin miedo”
“Lo que la gente exige es poder vivir sin miedo, salir a la calle con tranquilidad y confiar en que habrá justicia. Pero hoy, el gobierno de Morena ha abandonado a las familias mexicanas. Están rebasados. México es un desastre. México está bañado en sangre”.
Por su parte, también la Presidenta Claudia Sheinbaum, hizo un llamado a la responsabilidad y a esperar los resultados de las investigaciones:
“Esta especulación, hubo alguien que dijo que fue crimen de Estado, imagínense, ¿Qué quiere decir eso?, entonces a todos se les pide responsabilidad“.
Ricardo Anaya, Senador plurinominal del PAN, expresó su “lamento” por el asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz. Sin embargo, su reacción tiene tintes de oportunismo. Es difícil creer que realmente le importe la vida de los colaboradores de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada.
Anaya exige transparencia en el caso, pero su interés parece ser más político que humano. La oposición de derecha ha demostrado repetidamente que aprovecha las tragedias para atacar al gobierno. Esto se asemeja a lo ocurrido con el Buque Escuela Cuauhtémoc, donde también se vieron beneficiados políticamente.
Mientras la sociedad busca justicia y respuestas, Anaya lanza acusaciones de “crimen de Estado”. Pero, ¿dónde estaba cuando otros casos de violencia han conmocionado al país? Su discurso es selectivo y carece de autenticidad.
La política no debería ser un escenario para manipular el dolor ajeno. La lucha por justicia es seria y debe estar libre de intereses partidistas. Anaya y su partido deberían reflexionar sobre su papel en esta situación. La tragedia no es un trampolín para ganar adeptos.
Durante la Mañanera del Pueblo de este viernes 16 de mayo, la Presidenta Claudia Sheinbaum respondió a la pregunta realizada por un periodista acerca de las declaraciones de Ricardo Anaya, coordinador del PAN en el Senado, quien anda jugando a Televisa, diciendo que “Estados Unidos podría emitir un decreto extraterritorial para invadir México”. Anaya dijo que esto representa un riesgo para la soberanía nacional y le pidió a la Presidenta defenderla.
Permíteme, Anaya: ¡Ja, ja, ja!
Ahora sí, continuando con la Presidenta Claudia Sheinbaum, en poquitas palabras cayó bocas diciendo: “¿dónde vivió 6 años Anaya?” y es que recordó que el panista anduvo en Estados Unidos por una supuesta persecución, cuando más bien, todos lo olvidamos.
La Presidenta lo invitó a cumplir su función de representante popular, que bueno, Anaya llegó por la lista del Senado, pero lo exhortó a hacer su chamba, diciéndole que debería dirigirse al gobierno gringo, pues “aquí, a diferencia del pasado, se defiende a México siempre”.
“Una sugerencia: ¿por qué no se dirige, el senador Anaya, al gobierno de los Estados Unidos? Si es que él cree que hay un asunto de intervencionismo.”
Para mí que Anaya no recuerda que para abrir la boca, hay que pensar tantito y buscar tener un poco de coherencia siquiera. Ya fue humillado, ya se humilló y como que le gusta la mala vida.
Ricardo Anaya, coordinador del PAN en el Senado, ha lanzado un llamado vergonzoso a la presidenta Claudia Sheinbaum: que se reúna con Donald Trump. En un momento crítico para México, su propuesta refleja una actitud sumisa que raya en la rendición ante el poder estadounidense.
Anaya afirma que la relación entre México y Estados Unidos necesita un diálogo directo, pero su insistencia en que Sheinbaum se arrodille ante un presidente que ha desafiado la soberanía de México es inaceptable. “No se entiende que no haya contacto directo”, señala, como si la comunicación unilateral y la subordinación fueran la solución a los problemas del país.
Su retórica de “altura de miras” es simplemente un disfraz para una postura entreguista. Al pedir que el gobierno mexicano busque la aprobación de Trump, Anaya ignora la dignidad y autonomía que debe caracterizar la política exterior de México. Su llamado a la capitulación es una falta de respeto hacia el pueblo mexicano que merece un liderazgo fuerte y decidido.
Anaya critica la falta de acción del gobierno mexicano con respecto a cuestiones como el impuesto a las remesas, pero su solución es una rendición sin condiciones. “No basta con tener paciencia y mantener la cabeza fría. Necesitamos diálogo”, dice, pero su diálogo parece más una súplica que una estrategia para fortalecer la posición de México en la mesa de negociaciones.
Al mencionar la amenaza de intervención unilateral por parte de EE.UU., Anaya parece aceptar que México debería someterse a las exigencias estadounidenses. “La relación está en un momento crítico”, admite, pero su enfoque es erróneo. No se trata solo de diálogo, sino de negociar desde una posición de fortaleza, no de debilidad.
La insistencia de Anaya en que Sheinbaum busque el diálogo con Trump no solo es un acto de debilidad, sino un claro signo de su incapacidad para entender la importancia de la soberanía nacional. Su postura entreguista no representa a los mexicanos que luchan por un país fuerte y autónomo.
En definitiva, la propuesta de Anaya de arrodillarse ante EE.UU. es una postura inaceptable para el futuro de México. El país no necesita líderes que claudican ante presiones externas; necesita representantes que defiendan con firmeza sus intereses y dignidad. ¿Es esta la clase de liderazgo que el PAN ofrece a México?
Ricardo Anaya Cortés es un hipócrita, a decir de la Presidenta, por intentar desfigurar las iniciativas de ley que propuso con el fin de solucionar el tema de los desaparecidos.
El líder de la bancada del Partido Acción Nacional en el Senado ha dicho de manera reiterada que el gobierno de la Cuarta Transformación está manipulando cifras, al disfrazar como desapariciones los homicidios que el gobierno reporta a la baja.
Ante las críticas de Ricardo Anaya, la Presidenta decidió lanzarle no sólo a él, sino a todo su partido, una serie de preguntas:
“¿Por qué no hablan de García Luna? ¿Por qué se niegan a hablar de García Luna? ¿Por qué no explican cómo lo apoyaron? ¿Por qué no explican la Guerra contra el Narco?”, cuestionó la mandataria.
En la mañanera, no sólo dijo que el problema de los desaparecidos aumento a partir de Felipe Calderón y su Guerra contra el narco, también aseveró que su gobierno está haciendo lo posible por subsanar las deficiencias que tiene, por ejemplo, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
“Entonces, las leyes que enviamos, que hoy están a revisión en los colectivos de familiares de desaparecidos, tienen el objetivo de prevenir y de atender el problema de los desaparecidos en nuestro país”, dijo la también doctora.
Al final, la Presidenta decidió no seguir contestando las acusaciones de Anaya y sus pares, porque consideró que no valen la pena, y menos alguien al que el propio expresidente le dijo: Ricky Riquín Canallín.
📹 #Vídeo | Ante los dichos de @RicardoAnayaC sobre la iniciativa de desaparición forzada, la Presidenta expuso la hipocresía del PRIAN y en particular de este personaje que durante ilegítimo sexenio de Calderón, le brindó su respaldo al ahora procesado García Luna. pic.twitter.com/NO32hkt8Yg
La reciente declaración de Ricardo Anaya ha desatado una ola de críticas. El político ha sido acusado de hipocresía por cambiar repentinamente su postura sobre los migrantes.
Primero aplaudían los muros y callaban ante el racismo. Pero ahora que Trump se lanza contra nuestros migrantes, a Ricardo Anaya le despertó el “corazón latino”. Qué conveniente volverse pro migrante cuando hay reflectores de por medio, ¿no? pic.twitter.com/dCTW5J5dY3
El Director General de Los Reporteros MX, Amir Ibrahim, señala que Anaya solía aplaudir los muros y guardaba silencio ante el racismo. Ahora, al enfrentarse a los ataques de Trump, Anaya se presenta como pro migrante. Ibrahim cuestiona la sinceridad de este cambio, sugiriendo que busca atención mediática.
Anaya afirmó que la legislación actual le da al gobierno herramientas suficientes para actuar contra cualquier spot discriminatorio. Mencionó el artículo 33 constitucional y las leyes de telecomunicaciones como bases para su declaración. Sin embargo, su postura ha sido recibida con escepticismo al no ser aplicada por las administraciones panistas.
Ibrahim también critica la falta de coherencia en las acciones de Anaya. “Los migrantes son héroes y heroínas que sacan adelante a nuestro país”, al resaltar que esta palabras de Anaya carecen de valor. También señaló que no tiene la moral para que exija que el gobierno rechace cualquier intento de denigrar a los migrantes, cuando los gobiernos panistas no lo hicieron.
La controversia en torno a Anaya refleja la necesidad de un enfoque más honesto y consistente hacia la migración. En un momento en que los migrantes enfrentan ataques, la sinceridad en las palabras de los líderes es más importante que nunca.
La derecha mexicana, representada por el PAN y el PRI, mostró este jueves un frente fragmentado al rechazar sumarse al evento convocado por la presidenta Claudia Sheinbaum en el Zócalo capitalino, donde se celebrará el éxito diplomático que pauso los aranceles impuestos por Estados Unidos. Mientras el gobierno federal destacó el acuerdo como una victoria para México, las fuerzas opositoras lo tacharon de “lucro político”.
Críticas del PAN: discursos vs. Estrategia
El senador panista Ricardo Anaya, señalado por presuntos sobornos durante la aprobación de la reforma energética de 2014, lideró las críticas:
“No es con discursos en el Zócalo que se resolverá este problema. Necesitamos influir en congresistas norteamericanos […] no a aquello que suena más a un lucro político”.
Sobre el impacto económico, advirtió: “Si (los aranceles) se sostuvieran por meses o años, sería devastador: recesión, desempleo y tipo de cambio disparado”.
Sin embargo, omitió reconocer que la gestión de Sheinbaum logró revertir la medida, evitando una crisis.
Jorge Romero Herrera, líder nacional del PAN —vinculado al llamado Cártel Inmobiliario en CDMX—, convocó a una sesión urgente para “enderezar el rumbo” del partido, sin detallar propuestas alternativas.
PRI se alinea con el rechazo
Alejandro Moreno, presidente del PRI, fue cuestionado si su partido atendería el llamado de la titular del Ejecutivo a lo que confirmó que el Comité priista no asistirá al mitin político. Tito Zurita en un post de X ironizo sobre la importancia de la asistencia de “Alito”.
Mientras Sheinbaum subrayó que el Zócalo albergará un “festival para el pueblo”, celebrando la defensa de la economía nacional, PAN y PRI insisten en restar méritos al gobierno. Anaya, cuya credibilidad está en entredicho por escándalos de corrupción, y Moreno, enfrentando acusaciones de autoritarismo interno en el PRI, evadieron aplaudir un resultado concreto.
La postura refleja una estrategia de oposición cerrada, incluso ante avances diplomáticos, priorizando el desgaste político sobre el reconocimiento de logros nacionales. Mientras tanto, cuestión es: ¿es esta una derecha más interesada en disputas partidistas que en sumar esfuerzos por México?