Etiqueta: Remesas

  • Mexicanos en EE.UU. ganan más y envían más dinero que nunca; masa salarial creció 65% en una década

    Mexicanos en EE.UU. ganan más y envían más dinero que nunca; masa salarial creció 65% en una década

    La masa salarial de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos creció 64.8% en la última década, al pasar de 226 mil 842 millones de dólares en 2015 a 373 mil 726 millones en 2024, de acuerdo con datos del Foro de Remesas de América Latina, adscrito al CEMLA.

    Una investigación de La Jornada reveló que este incremento histórico de 146 mil 884 millones de dólares en los ingresos de mexicanos en EE.UU. se debió principalmente a mejores salarios, y no tanto a un crecimiento del empleo. Más del 90% del aumento provino de mejores remuneraciones y menos del 10% del crecimiento del número de trabajadores.

    A pesar de que la población migrante mexicana ha disminuido, las remesas siguen al alza. De 2014 a 2025, los envíos de dinero crecieron 155%, al pasar de 25 mil 376 millones a 64 mil 746 millones de dólares, según datos del Banco de México.

    Aunque en 2007 se registró el mayor número de migrantes mexicanos en EU, desde 2014 esa cifra cayó en más de 1 millón de personas. En 2023 hubo un leve repunte, pero la comunidad mexicana en EU sigue siendo menor en comparación con hace una década.

    El aumento en la masa salarial ha sido impulsado también por un cambio de perfil: menos hombres, más mujeres trabajan en EE.UU. Entre 2014 y 2024, el número de hombres empleados bajó 0.6%, mientras que las trabajadoras mexicanas crecieron 8.9%.

    En el primer semestre de 2025 había 7.3 millones de trabajadores mexicanos en EE.UU., apenas 186 mil más que en 2007. A pesar de esa estabilidad, el dinero que envían a México sigue rompiendo récords.

  • Nuevo impuesto a remesas podría reducir envíos hasta un 1.6%

    Nuevo impuesto a remesas podría reducir envíos hasta un 1.6%

    Un nuevo impuesto del 1% sobre las remesas en Estados Unidos podría reducir los envíos en un 1.6%. Esta medida afectará a todos los estadounidenses, no solo a los inmigrantes.

    Aunque el impuesto se redujo del 5% propuesto inicialmente, ahora se aplicará a toda la población. Institutos de investigación advierten que México, India y Centroamérica serán los más perjudicados.

    México podría perder más de mil 500 millones de dólares anuales. India seguiría con una reducción de 466 millones y Guatemala con 415 millones. En términos proporcionales, El Salvador será el más afectado, con una caída de 198 millones de dólares, equivalente al 0.62% de su ingreso nacional bruto.

    El nuevo impuesto recaudaría cerca de 10 mil millones de dólares hasta 2035. Trump ha vinculado esta medida a su agenda migratoria, que incluye financiamiento para políticas de seguridad fronteriza.

    El impacto será significativo para quienes envían cantidades pequeñas, entre 250 y 300 dólares al mes. Estados Unidos, con más de 200 mil millones de dólares en remesas, es la principal fuente mundial.

    La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha prometido reembolsar el dinero a los migrantes afectados. Sin embargo, expertos advierten que el impuesto podría aumentar la informalidad en los envíos, ya que los migrantes buscarán métodos alternativos, como el uso de criptomonedas.

  • Impuesto del 1% a remesas, incierto según Esteban Moctezuma

    Impuesto del 1% a remesas, incierto según Esteban Moctezuma

    El embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, calificó como “de pronóstico reservado” la iniciativa que propone un impuesto del 1% a las remesas, pues aún falta que se complete su proceso legislativo.

    Moctezuma recordó que el Senado estadounidense ya aprobó la medida, que fue calificada por el presidente Donald Trump como “una gran y hermosa ley”, y ahora está en manos de la Cámara de Representantes, donde los republicanos necesitan mantener la mayoría para que avance.

    La iniciativa contempla que el impuesto se aplique solo a transacciones en efectivo, y la presidenta, Claudia Sheinbaum, anunció que el Gobierno mexicano apoyará a los migrantes con un programa de reembolso mediante la tarjeta paisano de Finabien, en caso de que la ley sea aprobada.

    Además, Moctezuma destacó que, de aprobarse la medida antes del 4 de julio, el impuesto entraría en vigor rápidamente, por lo que el Gobierno de México se prepara para implementar estrategias que mitiguen el impacto económico en las familias migrantes que dependen de estas transferencias. La comunidad migrante sigue atenta al desarrollo del proceso legislativo y a las posibles negociaciones entre partidos en Estados Unidos.

  • Remesas a México caen 4.6% en mayo; Senado de EE.UU. debate gravamen

    Remesas a México caen 4.6% en mayo; Senado de EE.UU. debate gravamen

    Las remesas a México sumaron 5,360 millones de dólares en mayo, una caída anual de 4.6%, informó Banxico. Esta disminución ocurre en medio de redadas antimigrantes en EU y el debate en el Senado estadounidense para aplicar un impuesto del 1% a los envíos de dinero en efectivo.

    En mayo se realizaron 13.9 millones de transferencias, con un promedio de 385 dólares por envío. De enero a mayo, las remesas acumularon 24,375 millones de dólares, 3% menos que en 2024.

    El 99.1% de las remesas se envió por transferencia electrónica, modalidad que quedaría exenta del impuesto propuesto, lo que alivia el impacto para la mayoría de migrantes. Por su parte, las remesas en efectivo representan solo el 0.7% del total, pero son el foco del gravamen en discusión.

    La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que el Gobierno de México reembolsará el 1% del impuesto aplicado a remesas en efectivo mediante la Tarjeta Financiera para el Bienestar (Finabien), como respuesta a las demandas de migrantes y sus familias que enviaron cartas a senadores de EE.UU. para evitar este gravamen.

  • Gobierno mexicano reembolsará impuesto del 1% a remesas en efectivo desde EE.UU.

    Gobierno mexicano reembolsará impuesto del 1% a remesas en efectivo desde EE.UU.

    La Presidenta Claudia Sheinbaum anunció un programa de reembolso para los mexicanos en Estados Unidos que envíen remesas en efectivo. Este anuncio se realizó tras la discusión en el Senado estadounidense sobre un impuesto del 1% para este tipo de envíos.

    Sheinbaum explicó que, aunque el impuesto aún no se aprueba, la minuta contempla un gravamen del 1% para remesas enviadas en efectivo. El reembolso se aplicará a quienes utilicen la Financiera del Bienestar.

    La mandataria destacó que más del 90% de las remesas llegan a México a través de transferencias electrónicas, las cuales seguirán exentas de impuestos. “Todas las transferencias electrónicas tienen cero por ciento de impuestos”, afirmó.

    Sheinbaum también mencionó que la nueva legislación amplía las facultades de la Unidad de Inteligencia Financiera y redefine el concepto de personas políticamente expuestas. Esto permitirá un acceso más amplio a datos sin orden judicial.

    El programa de reembolso se presentará este viernes y permitirá devolver el 1% a través de la “Tarjeta Bienestar Paisano”. Este mecanismo aún está en proceso de aprobación.

    La propuesta de impuesto generó preocupación entre las comunidades migrantes. Las versiones iniciales contemplaban gravar todas las remesas, sin distinción. Con los ajustes, el Gobierno busca mitigar el impacto en quienes envían dinero en efectivo, especialmente en zonas con menor acceso bancario

  • Senado de EU plantea impuesto de 1% a remesas en nuevo plan fiscal de Trump

    Senado de EU plantea impuesto de 1% a remesas en nuevo plan fiscal de Trump

    El Senado de Estados Unidos analiza una nueva versión del megaproyecto fiscal impulsado por Donald Trump, que contempla aplicar un impuesto del 1% a las remesas enviadas desde territorio estadounidense a otros países, como México. La propuesta sustituye el 3.5% aprobado previamente en la Cámara de Representantes.

    El nuevo planteamiento forma parte del llamado “gran y hermoso proyecto de ley”, de más de 900 páginas, que los republicanos buscan aprobar antes del 4 de julio. El texto también incluye recortes fiscales por 3.8 billones de dólares y reducciones al gasto público en programas sociales.

    Aunque el Partido Republicano mantiene mayoría en el Congreso, persisten divisiones internas sobre el impacto de los ajustes fiscales y los recortes al gasto. El paquete deberá regresar a la Cámara baja para su votación final antes de llegar a la Casa Blanca.

    La posible aprobación marcaría un punto clave en la agenda fiscal de Trump rumbo a su campaña presidencial.

  • Nuevo impuesto a remesas afectaría a 3.4 millones de mexicanos en EE. UU

    Nuevo impuesto a remesas afectaría a 3.4 millones de mexicanos en EE. UU

    De ser aprobado por el Senado de Estados Unidos, un nuevo impuesto del 3.5% a las remesas afectaría directamente a 3.4 millones de mexicanos indocumentados que viven en ese país, lo que representaría un golpe directo al sustento de miles de familias en México.

    El plan, ya avalado por la Cámara de Representantes, establece que dicho impuesto sea retenido por las empresas remesadoras y que solo pueda deducirse de impuestos federales si el remitente cuenta con ciudadanía o documentos migratorios válidos. Es decir, para los migrantes sin papeles, el cobro sería un gasto neto sin posibilidad de reembolso.

    De acuerdo con estimaciones de Jesús Cervantes González, director de estadísticas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla), el gobierno estadounidense podría recaudar hasta 900 millones de dólares en 2026 mediante este nuevo gravamen.

    Actualmente, 7.5 millones de mexicanos trabajan en Estados Unidos, de los cuales el 45% son indocumentados. Este grupo es el que cargará con el costo completo del impuesto si la propuesta avanza, lo que significaría una reducción real del dinero que llega a sus familias en México.

    Tan solo en 2024, los migrantes mexicanos enviaron el 16.7% de su masa salarial a sus hogares. Con la entrada en vigor del impuesto, ese porcentaje subiría a 17.3% entre quienes no cuentan con documentos, según cálculos del Cemla.

    Aunque algunos especialistas financieros han señalado que el impacto económico sería moderado, reconocen que la propuesta tiene una fuerte carga política y afecta a los sectores más vulnerables de la población migrante.

  • Remesas desde cuentas bancarias en EE.UU. exentas de impuestos

    Remesas desde cuentas bancarias en EE.UU. exentas de impuestos

    El Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos presentó el texto final del proyecto de ley de reconciliación presupuestaria. Este proyecto confirma un impuesto del 3.5 por ciento sobre envíos de dinero desde EE. UU., el mismo porcentaje aprobado previamente por la Cámara de Representantes.

    El remitente será responsable de pagar el gravamen, pero las transferencias realizadas con tarjetas de crédito o débito quedarán excluidas. Según el Banco de México, el 99 por ciento de las remesas se envían mediante transferencia electrónica. No obstante, el documento no especifica qué porcentaje proviene de cuentas bancarias en EE.UU. se indica que estas transferencias estarían exentas del impuesto.

    Las transacciones iniciadas con tarjetas de crédito y débito no pagarán el impuesto, según el proyecto de ley que necesita aprobación del Senado. Esto significa que, aunque la mayoría de las remesas se consideran transferencias electrónicas, solo las envíos desde tarjetas en EE.UU. quedarán exentas.

    Un migrante mexicano puede enviar una transferencia electrónica y pagarlo en efectivo. Prácticamente todas las transferencias son electrónicas, explicó Jesús Cervantes, director de estadísticas económicas del Cemla.

    Datos del Cemla revelan que, en el primer trimestre de 2025, el número de trabajadores mexicanos en EE.UU. ascendió a más de 7 millones.

    El texto final del proyecto de ley también menciona que el crédito fiscal estará disponible para quienes tengan número de seguridad social. Esto podría beneficiar a personas con tarjeta de residencia permanente. Además, se confirma que la fecha de entrada en vigor será el 31 de diciembre de 2025, y la propuesta se someterá a votación en el pleno del Senado.

  • Lilly Téllez y su actitud entreguista ante el impuesto a remesas

    Lilly Téllez y su actitud entreguista ante el impuesto a remesas

    La senadora plurinominal del PAN, Lilly Téllez, ha tomado una posición de exigencia, pidiendo la remoción de Gerardo Fernández Noroña. Su crítica surge tras las declaraciones del senador estadounidense Eric Schmitt sobre el impuesto a remesas.

    Téllez considera “irresponsables” las palabras de Noroña, quien ha defendido los intereses de las familias mexicanas afectadas por estas medidas. Sin embargo, su actitud plantea serias dudas sobre su patriotismo.

    Noroña, como presidente de la Mesa Directiva del Senado, ha sido un firme crítico de la propuesta de Schmitt, que busca aumentar el impuesto a remesas del 3.5% al 15%. En sus declaraciones, Noroña ha señalado que este aumento es injusto y violatorio de los acuerdos entre México y Estados Unidos, que buscan evitar la doble tributación. Su defensa no solo se centra en los migrantes, sino también en el impacto negativo que tendría esta medida en la economía de México.

    En un mensaje en su cuenta de X, Téllez afirma que las familias mexicanas sufrirán un castigo inmerecido debido a las declaraciones de Noroña. No obstante, su reacción parece más un intento de alinearse con intereses extranjeros que una defensa genuina de los mexicanos. Su llamado a destituir a Noroña refleja una postura entreguista, donde prioriza la opinión de un senador estadounidense sobre la realidad de su propio país.

    Eric Schmitt, quien ha propuesto aumentar el impuesto a remesas, se convierte en el foco de Téllez. Ella critica las declaraciones de Noroña, pero ignora el daño que esta propuesta podría causar a miles de familias. Al hacerlo, Téllez se muestra más preocupada por quedar bien ante el extranjero que por defender los intereses de México.

    Es alarmante ver cómo una figura política puede olvidar su compromiso con la nación. La defensa de los derechos de los migrantes y de sus familias debería ser la prioridad. Sin embargo, Téllez parece más interesada en ganar puntos políticos que en proteger a los mexicanos.

    La postura de la panista se asemeja a la de aquellos que venden a su patria por un puñado de dólares. En lugar de unirse para luchar contra medidas injustas, elige el camino de la traición.

    La crítica de Téllez a Noroña es, en última instancia, un reflejo de su propia falta de compromiso con los intereses nacionales. Noroña ha alzado la voz en defensa de millones de migrantes que contribuyen a la economía tanto de México como de Estados Unidos. En un momento en que el país necesita unidad y fortaleza, Téllez opta por la división y el servilismo. Es hora de que los ciudadanos se pregunten: ¿quién realmente defiende a México.

  • GRAVAR LA ESPERANZA: EL CASTIGO DE TRUMP A LAS FAMILIAS MEXICANAS Y EL LLAMADO DE SHEINBAUM ANTES DEL SENADO

    GRAVAR LA ESPERANZA: EL CASTIGO DE TRUMP A LAS FAMILIAS MEXICANAS Y EL LLAMADO DE SHEINBAUM ANTES DEL SENADO

    Las remesas no son un lujo: son el salvavidas económico de millones de familias mexicanas. Gravar su envío desde Estados Unidos no solo es injusto, es cruel.

    El Partido Republicano en Estados Unidos, encabezado por el expresidente Donald Trump, ha vuelto a mostrar su rostro más crudo y oportunista: ahora, propone imponer un impuesto del 3.5% a las remesas que los trabajadores migrantes envían a sus familias desde territorio estadounidense. Una medida que no solo es económica, sino profundamente política y moralmente reprobable.

    Durante 2023, las remesas que llegaron a México alcanzaron la histórica cifra de 65 mil millones de dólares, lo que representa un ingreso superior incluso al generado por las exportaciones petroleras o el turismo. Estos recursos equivalen al 3.5% del Producto Interno Bruto nacional, pero su impacto es aún más determinante cuando se observa a nivel local. En estados como Chiapas (14.3%), Guerrero (13.6%), Michoacán (11.2%) y Zacatecas (10.6%), las remesas son literalmente la columna vertebral de su economía. En estas regiones, castigadas históricamente por el abandono gubernamental, el dinero que envían los migrantes no es un complemento, es un salvavidas.

    La propuesta de gravar las remesas no es nueva. Trump ya había insinuado esta medida durante su primera campaña presidencial en 2016, como una forma de “hacer que México pague el muro”. Hoy, en su intento por regresar a la Casa Blanca, revive la idea bajo el mismo pretexto nacionalista, apelando a los prejuicios más profundos del electorado republicano: la criminalización del migrante, la idea de que México se “aprovecha” de Estados Unidos, y una visión utilitaria de la política exterior.

    Lo alarmante es que esta medida —aunque aún necesita pasar por el Senado estadounidense para su aprobación definitiva— ya ha sido retomada como bandera política y amenaza con convertirse en realidad si los republicanos logran la mayoría en noviembre. En ese contexto, la advertencia de la presidenta Claudia Sheinbaum no es menor: “De ser necesario, nos vamos a movilizar”. Y tiene razón. Porque lo que está en juego no es solo dinero: es la dignidad y la vida de millones de personas.

    Las remesas no son un lujo. Quien ha tenido que migrar, dejar su tierra, su familia y su idioma para trabajar jornadas extenuantes en otro país, sabe que cada dólar enviado está cargado de sacrificio. Se utiliza para pagar alimentos, colegiaturas, rentas, medicinas, transporte, ropa. Es, en muchos casos, el único ingreso de las familias receptoras.

    Por eso, cobrar un impuesto por este acto de amor y responsabilidad familiar es no solo una injusticia, sino una crueldad. Jeanette Leyva, periodista especializada en economía, lo expresó con claridad en su columna para El Financiero: “Hay estados en donde deben encenderse las alertas, pues las remesas alcanzan montos muy elevados con respecto al PIB, y particularmente en aquellos con menores niveles de producto per cápita”. Es decir, los más pobres serán los más afectados.

    Además, la medida generaría efectos secundarios que podrían intensificar la desigualdad. Las familias con menos recursos perderán capacidad de consumo, lo que impactará a las economías locales. Podría aumentar el endeudamiento, la deserción escolar, y en muchos casos, el retorno forzado a Estados Unidos por vías irregulares, alimentando redes de tráfico de personas.

    Hay también un componente simbólico que no debe pasarse por alto. Este impuesto comunica algo más profundo: que el esfuerzo del migrante no vale. Que trabajar en Estados Unidos no garantiza derechos, ni respeto. Que enviar dinero a tu madre, a tus hijos o a tu comunidad es motivo de castigo fiscal. Es una forma sofisticada de discriminación: no se grava al inversionista extranjero, sino al jornalero que limpia casas, recoge cosechas, cuida ancianos o sirve mesas.

    Este tipo de propuestas tienen consecuencias más allá de lo económico. Alimentan discursos de odio, legitiman la xenofobia y polarizan aún más a las sociedades. En lugar de reconocer la aportación de los migrantes —quienes sostuvieron a buena parte de la economía estadounidense durante la pandemia—, se les trata como si fueran un problema que debe contenerse o monetizarse.

    Ante este panorama, la respuesta del gobierno mexicano debe ser clara y firme. La presidenta Sheinbaum ha mostrado sensibilidad y determinación al solidarizarse con la comunidad migrante. Pero la defensa no debe quedarse en lo simbólico. Es momento de construir una estrategia binacional que combine la presión diplomática, la movilización social, y el desarrollo de alternativas financieras para proteger a los remitentes y beneficiarios de las remesas.

    Una de las herramientas que ya se han mencionado es la Financiera para el Bienestar, que ofrece servicios de envío de dinero con comisiones mínimas. También se deben fomentar esquemas de bancarización en ambos lados de la frontera, uso de cuentas digitales en dólares y pesos, y mecanismos que transparenten y abaraten el proceso de envío.

    Además, se debe reforzar el trabajo con las comunidades migrantes, los consulados, y las organizaciones de derechos humanos para hacer frente común. Porque este no es un tema solo de economía: es de justicia social, de reconocimiento histórico y de respeto a los derechos humanos.

    Frente a un gobierno extranjero que ve en el migrante un blanco electoral, la movilización no es amenaza, es defensa propia. Como lo hizo en su momento el movimiento Chicano, como lo han hecho los trabajadores agrícolas con sus huelgas, o las organizaciones defensoras de migrantes con sus litigios, ahora es tiempo de unir voces a ambos lados de la frontera. Las calles, las redes, las plazas, las casas de migrantes, pueden convertirse nuevamente en espacios de dignidad y resistencia.

    La defensa de las remesas no debe confundirse con un asunto de “intervencionismo” o “asuntos internos”. México tiene todo el derecho de alzar la voz por sus ciudadanos en el exterior, especialmente cuando sus derechos y sus familias están siendo atacadas.

    El dinero que llega desde Estados Unidos no es un simple flujo financiero. Es un acto de amor, una expresión de lealtad familiar, un puente emocional entre quien se fue y quien se quedó. Gravarlo, condicionarlo o criminalizarlo es una forma de desprecio institucional que ningún país democrático debería tolerar.

    Por eso, decir no al impuesto a las remesas es decir sí a la dignidad humana. Es reconocer que ningún esfuerzo familiar debe convertirse en botín político. Que ninguna transferencia solidaria debe llevar un castigo. Y que ningún migrante debe pagar con intereses su derecho a ayudar.

    Hoy más que nunca, es momento de alzar la voz, de apoyar a quienes sostienen a México desde fuera, y de recordarle al mundo que las remesas no son dólares: son abrazos enviados a distancia. Cobrar por ellos es, sencillamente, inaceptable.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.