Etiqueta: PRI

  • Alito Moreno y la Pequeñez del PRI

    Alito Moreno y la Pequeñez del PRI

    En una reciente entrevista, Alito Moreno, dirigente del PRI, intentó posicionar a su partido frente a Morena, pero quedó expuesto ante las incisivas preguntas de Adela Micha.

    Este lunes, Alito Moreno, líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se sentó frente a Adela Micha. Lo que prometía ser una defensa de su partido se convirtió en un momento de humillación pública. Micha no dudó en cuestionar la relevancia del PRI, afirmando: “¿Te alcanza desde tu partido chiquito?”. Esta pregunta dejó a Moreno buscando respuestas.

    Durante la entrevista, Moreno criticó al gobierno de Morena, acusándolo de falta de respeto y cooperación con Estados Unidos. Afirmó que los gobiernos del PRI habían mantenido relaciones cordiales con el país vecino. Sin embargo, su argumento se sintió débil. La realidad es que el PRI ha perdido gran parte de su influencia y credibilidad ante los ciudadanos.

    El dirigente priista también se defendió de las acusaciones de traición a la patria. Micha le recordó que su decisión de presentar denuncias en el extranjero había sido vista con desdén. Moreno intentó justificar sus acciones, alegando que era parte de una estrategia para visibilizar la supuesta dictadura en México. Sin embargo, su explicación no resonó con fuerza.

    Moreno no pudo escapar de las críticas sobre la corrupción y la impunidad que se asocian con su partido. La imagen de un PRI debilitado y dividido se hizo evidente. A pesar de sus intentos de compararse con Sansón, el mensaje fue claro: el PRI ya no es el gigante que solía ser.

    Las palabras de Adela Micha, que lo llamaron traidor a la patria, resonaron en las redes sociales. Muchos internautas aplaudieron la etiqueta a Moreno. Su exposición dejó al descubierto la fragilidad de un partido que, a pesar de sus años de historia, ya no inspira confianza ni respeto.

    En conclusión, la entrevista de Adela Micha a Alito Moreno fue un recordatorio de la difícil situación del PRI. A medida que el partido lucha por recuperar su relevancia, quedan muchas preguntas sin respuesta.

  • “Alito” Moreno, el político más repudiado de México según Enkoll

    “Alito” Moreno, el político más repudiado de México según Enkoll

    La encuesta publicada por El País revela un creciente descontento con los partidos tradicionales y un aumento del apartidismo, mientras Alejandro “Alito” Moreno se consolida como el dirigente peor evaluado por las y los mexicanos.

    La más reciente encuesta de Enkoll muestra que Alejandro “Alito” Moreno, dirigente nacional del PRI, obtuvo una calificación de 67%… ¡pero de opiniones negativas! Lo que lo ha situado como el político más odiado de México.  

    La encuesta, además, reveló que la población muestra una fuerte negativa a los partidos tradicionales: el 58% asegura que nunca votaría por el PRI y el 17% por el PAN. Ante esta falta de alternativas claras en la oposición, emerge la figura de Alejandro “Alito” Moreno, pero sin ser una opción real clara, sin figurar y sin mostrar propuestas atractivas.  

    El panorama político está marcado por el desencanto ciudadano y el aumento del apartidismo, que pasó del 13% en diciembre de 2024 al 20% en septiembre de este año. Entre los partidos, el PRI, que gobernó México durante siete décadas, enfrenta un rechazo del 73%, seguido por el PAN con un 58% de opiniones negativas. Por su parte, MC, PT y PVEM —aliados de Morena— mantienen cifras equilibradas entre aprobación y rechazo, mientras que Morena conserva el respaldo del 62%de los ciudadanos. 

    Otros legisladores panistas, como Ricardo Anaya y Lilly Téllez, también enfrentan cifras adversas, con 50% de valoraciones negativas. Mientras tanto, otros políticos con menor exposición mantienen opiniones positivas, pero su reconocimiento sigue siendo limitado. Entre ellos se encvuentra Jorge Álvarez Máynez, excandidato presidencial de MC, quien logra equilibrar 53% de reconocimiento y 57% de valoración positiva, destacándose como una de las pocas figuras con aceptación sólida. 

    En el ámbito de la economía y los medios, el “Tío Richie”, con deudas millonarias en Estados Unidos y México, es conocido por el 57% de las y los mexicanos, aunque casi el 50% de quien lo conoce lo valora negativamente. 

  • Televisa y el PRI: Una novela de 70 años 

    Televisa y el PRI: Una novela de 70 años 

    Por Ricardo Sevilla y Neri Torres

    La relación entre Televisa y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha sido históricamente estrecha.

    Y esos vínculos se agudizaron especialmente durante los años de la hegemonía priista.

    A cambio de las concesiones y la protección gubernamental, la televisora se alineó incondicionalmente al régimen.

    Televisa (y su antecesora, Telesistema Mexicano) se desarrolló con el apoyo del Estado, y sus fundadores, como Emilio Azcárraga Vidaurreta, mantuvieron lazos cercanos con los presidentes en turno.

    Pero pongamos ejemplos:

    El hijo del expresidente Miguel Alemán Valdés, Miguel Alemán Velasco, tenía cargos que articulaban la complicidad: vicepresidente de noticias de Telesistema Mexicano, responsable de imagen televisiva de la presidencia y un puesto en la secretaría de prensa y propaganda del PRI.

    Pero pongamos casos muy concretos e información muy contundente para ilustrar la fusión de élites que pretendía llevar a cabo el PRI con Televisa.

    Miguel Alemán Velasco, por órdenes presidenciales, se desempeñó como vicepresidente de Noticias de Telesistema Mexicano. Es decir, tenía el control editorial.

    Alemán Velasco también fungía como Secretario de Prensa y Propaganda del PRI, lo cual le daba calidad de operador político partidista, pero también como estratega de Televisa.

    Al mismo tiempo, el priista también era responsable de Imagen Televisiva de la Presidencia de la República. ¿O sea? Controlaba el manejo de la narrativa oficial, desde su oficina en Televisa.

    Esta triada eliminaba la línea divisoria entre el medio, el partido y el gobierno, asegurando que la única voz dominante fuera la oficialista, un fenómeno que se extendió a lo largo de la hegemonía priista (1929-2000).

    Esto propiciaba que la cobertura informativa tendiera a ser, obscenamente, favorable al PRI y al presidente, minimizando e ignorando las críticas y a la oposición.

    De hecho, los noticieros se enfocaban en el culto a la personalidad del presidente en turno, presentando cada acción de la administración como un éxito inobjetable. 

    En los ochenta, cuando el PRI se tambaleaba entre crisis económicas y una naciente oposición, Televisa se puso la camiseta tricolor. Presidentes como Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari fueron moldeados y defendidos por el aparato televisivo.

    Los noticieros se transformaron en publirreportajes, los programas de comedia satirizaban a los opositores, y la narrativa oficial del progreso y la mano dura priista se transmitía a millones de hogares a diario. Fue el modelo de “televisión oficialista” perfeccionado.

    No por nada, Televisa fue concebida y considerada, por muchas generaciones, como un “aparato ideológico del Estado”. Algunas voces críticas sostenían que la empresa de comunicación había sido un factor clave en la “tiranía invisible” que caracterizó al régimen priista.

    El noticiero estelar (conducido por figuras como Jacobo Zabludovsky, Guillermo Ortega, Joaquín López-Dóriga, Carlos Loret de Mola) operaba como una oficina de prensa virtual, recibiendo la línea política directamente desde la Presidencia de la República.

    Debido a su papel como principal difusor de información y constructor de imágenes, Televisa fue fundamental para el PRI en la promoción de todos los presidentes que gobernaron durante su hegemonía (1929-2000).

    Ahora bien, el caso más citado fue el de Enrique Peña Nieto.

    Es más, el regreso del PRI a Los Pinos en 2012 se considera la cumbre de esta alianza en la era moderna.

    La imagen de este personaje fue construida y proyectada masivamente a través de Televisa.

    La televisora le preparó, a modo, reportajes y entrevistas a modo, y menciones favorables. De hecho, su matrimonio con la actriz de la cadena, Angélica Rivera, tenía el objetivo de apuntalar su carrera.

    Con la estrella de telenovelas, Televisa no solo le dio al candidato un rostro de galán, sino también una “primera dama” que el pueblo ya conocía y quería. 

    Y estas afirmaciones tienen sustento.

    Cabe recordar que, en 2012, la publicación de documentos por el diario The Guardian reveló que una unidad secreta de Televisa había realizado videos para desacreditar a rivales del entonces candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, y promocionar su imagen, especialmente desde su cargo como gobernador del Estado de México.

    Es importante enfatizar que en los años 80 y 90, Televisa concentraba más del 70% de la audiencia televisiva nacional, siendo la principal o única fuente de información para millones de mexicanos, especialmente en zonas rurales o de bajos ingresos.

    En México, un país con altos índices de analfabetismo, la televisión se consolidó como el medio de comunicación más potente e influyente, lo cual permitió al PRI y a Televisa moldear a su antojo las percepciones ciudadanas sin que existiera realmente un contrapeso mediático.

    Una y otra vez, el periodismo mexicano fue herido de muerte en los estudios de San Ángel y Chapultepec. Y justo esta deleznable complicidad corporativa (que se dedicaba a escribir los guiones y los libretos) fue la que garantizó la dictadura perfecta. Pero hoy, tramposa y convenientemente, quiere olvidarlo Televisa.

  • Documental ‘PRI: Crónica del fin’, la historia ya conocida, matices y faltantes

    Documental ‘PRI: Crónica del fin’, la historia ya conocida, matices y faltantes

    Las siglas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por sí solas generan una carga simbólica. Política, corrupción, en fin, opiniones mayormente desfavorables. Sin embargo, resulta útil siempre agregar detalles y testimonios a su forma de hacer política que permea hasta nuestros días en la vida pública de México. En ello abona el documental ‘PRI: Crónica del fin’. 

    La percepción negativa de ese partido hoy está en 85 por ciento de la población, según arroja una encuesta de El Financiero elaborada en agosto pasado. Es justo desde esta realidad actual en la que comienzan y terminan los cinco capítulos de la serie documental estrenada en Vix. 

    En retrospectiva, el trabajo producido por Denise Maerker recorre las principales problemáticas que atravesó el tricolor desde 1975 hasta 2024. Sintetiza las represiones estudiantiles de 68 y 71, la crisis económica después del sexenio de José López Portillo, el surgimiento del Frente Democrático Nacional, el fraude del 88, la violencia política y la alternancia como golpes que hundieron a dicha institución política. 

    Los aspectos diferenciadores de la serie entre otros documentales históricos son: las entrevistas exclusivas (resultado de más de 130 horas de platicas con figuras importantes), los saltos de tiempo, el archivo utilizado tras revisión de tres mil 956 horas de videos, y las citas bibliográficas que son plasmadas con voces generadas por IA. Este último recurso es implementando en momentos como cuando Miguel de la Madrid fue interpelado por Porfirio Muñoz Ledo en la Cámara de Diputados. 

    Entre los testimonios resaltan los obtenidos recientemente con los expresidentes Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto. Sin embargo, es justo con ellos dos con quien la urgencia por cubrir tan amplio periodo narrativo queda a deber o, quizá, se evitó profundizar. 

    Por irónico que parezca, N+ Docs intenta criticar que el auge del priismo controlaba la narrativa en los medios pero evade importantes cuestionamientos. Maerker no preguntó a Salinas, o no se puso en el corte final, por quienes lo culpan del asesinato de Colosio o las acusaciones sobre su hermano Raúl, que directamente lo relacionan. 

    De igual manera, al abordar el sexenio de Peña, no se menciona que desde antes de asumir el cargo ya pesaban sobre él casos como el de la represión ocurrida en mayo de 2006 en Sal Salvador Atenco, sobornos de Odebrecht para impulsar  y que el entonces IFE nunca aclaró las tarjetas Monex distribuidas para conseguir votos. 

  • Televisa y el PRI, crónica de la amnesia interesada

    Televisa y el PRI, crónica de la amnesia interesada

    Por Ricardo Sevilla

    El documental “PRI: Crónica del fin”, se propone engañar al público distraído.

    Esta serie pretende erigirse como un ejercicio de crítica al partido hegemónico de México, pero presenta una serie de supresiones que rayan en la manipulación histórica.

    La principal omisión es tratar de evadir, a toda costa, el papel central de Televisa en la consolidación y el mantenimiento del poder del PRI.

    Por alguna razón, la serie dirigida por Denise Maerker, intenta borrar de un plumazo el millonario affaire que, durante sexenios, hubo entre el partido político y el medio de comunicación corporativo.

    Pero su intento se estrella contra la pared. Y eso se debe a que el público atento y conocedor de la historia, sabe que lejos de ser un testigo al margen de los acontecimientos, Televisa, en sus diferentes etapas, fue un actor fundamental y uno de los principales beneficiarios de la estructura de poder priista.

    Hay recordar que la relación entre Televisa y el PRI se remonta a los orígenes de la televisión en México y, desde el principio, estuvo basada en una defensa encarnizada –y meticulosamente pactada– de los intereses mutuos.

    Televisa y el PRI no solo tuvieron una relación fortuita, sino un auténtico maridaje. De hecho, esta alianza simbiótica fue denominada por algunos analistas como la “Fórmula Mexicana”.

    Este vínculo fue precisamente la base del monopolio político y mediático que moldeó a México durante décadas. Y esta omisión selectiva –incluso tramposa– es justo lo que invalida cualquier intento de la televisora de presentarse como una crítica imparcial de la caída del PRI.

    La serie, al omitir o minimizar la responsabilidad de Televisa en el sostenimiento del régimen priista, cumple la innoble función de intentar blanquearle la cara a la mayor compañía productora de contenido audiovisual en Hispanoamérica.

    El documental, en esta crítica hacia afuera, no le dedica un solo minuto a la autocrítica y prescinde de hechos sumamente relevantes. Uno de ellos, por ejemplo, que Televisa nació del seno del Estado cuando el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines pidió un porcentaje de acciones para el hijo del expresidente Miguel Alemán Valdés, Miguel Alemán Velasco.

    El episodio –sobre el cual no hay un solo atisbo en la serie producida por Televisa– suprime el hecho de que el hijo de Miguel Alemán Valdés, Miguel Alemán Velasco, ocupó simultáneamente los cargos de vicepresidente de noticias de Telesistema Mexicano (precursor de Televisa), responsable de imagen televisiva de la Presidencia y un cargo en la Secretaría de Prensa y Propaganda del PRI.

    Pero a la serie de Denise Maerker quizá le pareció inocua esa triangulación que, desde otra perspectiva, exhibe la complicidad gobierno-televisión privada que, desde el comienzo, animó la relación entre el PRI y Televisa.

    La tristemente célebre frase que alguna vez le espetó Emilio Azcárraga Milmo, el “Tigre”, a la revista Proceso de ser un “soldado del PRI y del Presidente”, resume la subordinación de la línea editorial y noticiosa a los intereses del partido en el poder.

    Pero sobre eso no quiso hablar este documental a modo.

    Tampoco le pareció importante contarle a las nuevas generaciones que el noticiero nocturno de Televisa, en sus distintas épocas, solía fungir como la verdadera oficina de prensa del gobierno-PRI.

    La serie que fue presentada con bombo y platillo no relata la época en que Televisa se dedicaba a la censura activa y a cerrar sus espacios noticiosos a las víctimas, promoviendo y difundiendo la versión oficial, minimizando la represión y protegiendo al régimen priista de la crítica pública.

    Hoy, Televisa intenta lavarse las manos con el agua sucia del PRI, que ya está padeciendo sus últimos estertores. Y, con un gesto que no carece de sadismo, la empresa decide capitalizar su archivo para vender “el fin” del PRI como una serie destinada a obtener enormes ganancias.

    Pero le digo más: esta serie, al enfocarse en la “caída” del PRI sin abordar la corresponsabilidad de Televisa, convierte su puesta en escena en un acto de “capitalismo puro”.

    La televisora, animada siempre por el lucro y el deseo de salir avante en todo momento, utiliza ahora la historia que ayudó a construir y la documentación que guardó para lucrar con la crisis del PRI, buscando transformarse de pilar del viejo régimen a cronista imparcial del nuevo. ¡Hágame usted el favor!

    Esta estrategia, evidentemente, busca ganar la credibilidad perdida, especialmente ante el nuevo auditorio joven que, desde hace tiempo, frunce el ceño ante todo lo que emane de Televisa y sus filiales.

    Cuando tenía yo 14 años de edad, en 1988, recuerdo haber visto en Televisa el enorme aparato propagandístico que desplegó la televisora para promover el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol).

    La carga publicitaria incluyó spots televisivos, eventos masivos y hasta una canción oficial llamada “Solidaridad”, interpretada por estrellas de la farándula como Vicente Fernández, Angélica María, Garibaldi, Timbiriche, Tatiana y Mijares.

    Pero es que esta historia solo hablaba del PRI, dicen su embelesados admiradores de esta serie. Y uno se parte de risa ante la gracejada.

    ¡Por favor!

    La hegemonía del PRI durante 71 años (1929-2000) no se explica únicamente por su estructura interna, sino por un complejo sistema de pactos con sectores invisibles y empresariales que le proporcionaron legitimidad y control social, y donde Televisa fue el socio mediático más importante.

    Habrá quien se engañe y quiera ver esta serie como un documental invaluable. Pero no les es.

    La cobertura noticiosa y la programación de entretenimiento (telenovelas, programas masivos) se utilizaban para distraer, despolitizar y alinear a la población con los valores y la imagen del gobierno en turno, evitando la difusión de información que pusiera en crisis el sistema.

    De modo que esta supuesta “ruptura”, disfrazada de documental, no representan realmente una desvinculación ética de fondo, sino una adaptación pragmática a un nuevo escenario político donde el PRI ya no es el hegemón.

    Sin embargo, el objetivo sigue siendo el mismo: ser el filtro y administrador de la función de poder informativo, independientemente de quién esté en el gobierno.

    La televisora busca garantizar que su posición dominante en la esfera mediática (su monopolio) se mantenga, negociando con el nuevo poder en turno y utilizando la credibilidad de figuras como Denise Maerker para legitimar su transición.

    La caída del PRI es la excusa perfecta para que Televisa intente lavarse la cara y blanquear sus contenidos. Y seamos claros y enfáticos en algo: el uso de la historia para lucrar con la caída del socio es capitalismo puro, no periodismo.

  • Alito y su encuesta inventada: el ridículo del PRI

    Alito y su encuesta inventada: el ridículo del PRI

    Alejandro “Alito” Moreno presenta una encuesta inexistente para criticar a Morena, mientras los mexicanos se preguntan si su credibilidad también está en el aire.

    Alejandro “Alito” Moreno ha hecho alarde de su ingenio al mostrar una encuesta que parece más un chiste que un dato confiable. En su última rueda de prensa, el senador plurinominal presumió de un supuesto estudio que condena a la bancada de Morena, dibujando un panorama sombrío.

    El problema es que la casa encuestadora detrás de esa “joya” no existe. Aún así, el “perseguido del régimen” no dudó en calificar a AMLO y al resto de los morenistas como parte del “Cártel de Macuspana”.

    Moreno mostró cifras sorprendentes, donde 93% de los encuestados aseguran que los senadores de Morena están involucrados en el crimen organizado. Lo curioso es que, al buscar evidencia de la encuesta, se siente el vacío. La realidad parece ser más elusiva que el mismo Alito.

    En su estilo característico, asegura que el 80% de los ciudadanos está decepcionado por la relación de Morena con el crimen organizado. ¿Pero de dónde salió esta revelación? No hay rastro que la justifique, ni en motores de búsqueda, ni en redes sociales.

    El senador continúa su diatriba, lanzando acusaciones graves al primer mandatario y sus colaboradores. Mientras tanto, el público se ríe. Claramente, se preguntan si alguna vez se puede confiar en las palabras de quien lanza ataques sin fundamento.

    En un tiempo donde la desconfianza está en aumento, su jugada no parece más que otro intento de desviar la atención de fallas propias. Quizás, lo que realmente necesita el PRI es una encuesta que cuestione su credibilidad.

  • Salinas de Gortari confiesa apoyo ilegal a Zedillo

    Salinas de Gortari confiesa apoyo ilegal a Zedillo

    El expresidente Carlos Salinas de Gortari admite el uso de recursos públicos para favorecer a Ernesto Zedillo en las elecciones de 1994, revelando el cinismo del PRI.

    Carlos Salinas de Gortari ha vuelto a la escena política, esta vez para reconocer con total descaro cómo manipuló las elecciones de 1994. En una entrevista reveladora, admitió que Ernesto Zedillo ganó gracias al uso ilegal de programas sociales que beneficiaron a su campaña. Esta confesión no solo agita el pasado, sino que expone la esencia corrupta del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

    Salinas relata que la competencia con el panista Diego Fernández de Cevallos fue intensa. Pero, el PRI no estaba dispuesto a perder. Para asegurar la victoria, el ex presidente no dudó en movilizar todo el aparato gubernamental en favor de Zedillo. Dijo a su candidato: “aprópiate de los programas de gobierno”.

    Esta frase revela la falta de ética en un partido que se ha sostenido en el poder por más de siete décadas a través de prácticas cuestionables. Los ciudadanos merecen conocer la verdad sobre cómo su gobierno utilizó recursos públicos para beneficio partidista.

    Además, el asesinato de Luis Donaldo Colosio dejó al país en un estado de incertidumbre. Ante este contexto, el PRI se aferra a su control y manipula elecciones. Zedillo, a pesar de su falta de carisma, se convirtió en el símbolo de un partido que ha priorizado el poder sobre la transparencia.

    En última instancia, Zedillo ganó con más de 17 millones de votos, pero el costo de esa victoria fue la confianza del pueblo. La corrupción no debe ser la norma. Salinas, al confesarlo abiertamente, solo añade más lecciones sobre los peligros de un sistema político que se nutre de la impunidad.

  • El PRI de Peña Nieto regaló 47 mdp a Callo de Hacha. Y hoy el youtuber busca hacer lo mismo en la 4T

    El PRI de Peña Nieto regaló 47 mdp a Callo de Hacha. Y hoy el youtuber busca hacer lo mismo en la 4T

    Entre 2013 y 2015, Jorge Roberto Avilés Vázquez, alias Callo de Hacha, recibió 47 millones 389 mil 776 pesos, de parte del gobierno de Enrique Peña Nieto.

    Con los recursos públicos que en ese momento le fueron destinados al youtuber, se podrían haber comprado 70 viviendas.

    Y con esa misma cantidad de dinero, también se habrían podido comprar 447 autos compactos.

    Sin embargo, el gobierno de Peña Nieto prefirió entregarle esos 47 millones de pesos a un personaje dedicado a vender clickbaits y esparcir Fake News.

    DATOS DUROS:

    Cabe recordar que, en 2015, el precio medio nacional de una vivienda en México con crédito hipotecario fue de aproximadamente 676 mil pesos corrientes, mientras que en la Ciudad de México el precio promedio de una vivienda se situó en alrededor de 1 millón 500 pesos. 

    En 2015, el precio de un automóvil en México variaba ampliamente según la marca y modelo, pero se podía encontrar un auto de entrada como el Chevrolet Spark en el rango de los 79 mil 500 a 99 mil pesos, mientras que un auto compacto como el Volkswagen Gol costaba entre 101 mil y 111 mil pesos.

    Los modelos de gamas más altas, como los sedanes de lujo o los SUVs, podían superar los 150 mil o 200 mil pesos.

  • José Ramón López critica documental del PRI

    José Ramón López critica documental del PRI

    José Ramón López cuestiona la serie documental del PRI en VIX, argumentando que el PRIAN no puede recuperar la confianza del pueblo mexicano.

    José Ramón López, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, criticó la serie documental “PRI: Crónica del fin”. Este proyecto, producido por Televisa y Denise Maerker, se centra en la historia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y su relación con el Partido Acción Nacional (PAN).

    López expresó su descontento en su cuenta de X, afirmando que el PRIAN busca aprovechar una falsa nostalgia para recuperar la confianza de los ciudadanos. Mencionó que figuras controvertidas como Vicente Fox, Enrique Peña Nieto y Elba Esther Gordillo aparecen en el documental, lo que generó más críticas.

    El hijo de AMLO resaltó que el pueblo mexicano no olvidará lo que ha vivido. Aseguró que los intentos de la oposición por empatizar son en vano. “El pueblo ya despertó y ya no se traga el cuento. El PRIAN no tiene regreso. Nunca más”, escribió.

    El documental se estrenará el lunes 22 de septiembre en el Canal de las Estrellas, después de En Punto. También estará disponible en VIX Premium para suscriptores, ofreciendo una mirada a testimonios de exfuncionarios y expresidentes ligados a la oposición.

  • Luis Carlos Ugalde: del fraude electoral a millonario consultor del PRIAN

    Luis Carlos Ugalde: del fraude electoral a millonario consultor del PRIAN

    El expresidente del IFE que avaló el fraude de 2006 se ha convertido en un consultor político con contratos millonarios con PRI y PAN, y ahora es promovido como “experto imparcial” en la reforma electoral.

    Luis Carlos Ugalde, recordado por legitimar la imposición de Felipe Calderón en 2006 y negarse al recuento voto por voto, transformó su polémica trayectoria en un negocio lucrativo. Tras dejar el IFE, fundó Integralia Consultores, empresa que ha recibido más de 13 millones de pesos entre 2022 y 2025 de gobiernos y partidos del PRI y PAN, sin licitaciones públicas ni resultados comprobables, de acuerdo con una investigación de César Huerta para Polemón.

    Entre los contratos más cuestionados destaca el del Gobierno de Chihuahua, donde la administración panista de Maru Campos destinó 9.4 millones de pesos a la empresa de Ugalde para “consultoría legal y análisis de riesgos políticos”. Resultado: derrota estrepitosa ante Morena en 2024, con Claudia Sheinbaum obteniendo 885 mil votos en el estado, muy superior a su competidora Xóchitl Gálvez. 

    El PRI también le pagó 3.7 millones de pesos por asesorías políticas y 109 mil por una conferencia titulada “Los desafíos del PRI”, que coincidió con su peor elección presidencial. Por su parte, el PAN ha cubierto conferencias de Ugalde con pagos que superan los 300 mil pesos, además de gastos de hospedaje y alimentación, en temas donde carece de experiencia técnica, como nearsourcing.

    A pesar de su historial, la oposición lo promueve ahora como “experto imparcial” para opinar sobre la reforma electoral impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum. Los hechos, sin embargo, revelan que Ugalde es un operador del PRIAN, sin imparcialidad ni credenciales técnicas que respalden su papel.

    El expresidente del IFE nunca rindió cuentas por su papel en 2006 ni reconoció el daño causado a la democracia mexicana. En lugar de eso, convirtió su polémico legado en un negocio de consultoría política, asesorando a los mismos partidos responsables de aquella imposición. Hoy, con total cinismo, pretende volver a ser árbitro de la política electoral que ayudó a distorsionar.