Donald Trump firmó una orden que impone un arancel adicional del 25% a India por adquirir petróleo ruso. La Casa Blanca anunció que la medida entrará en vigor en tres semanas.
Esta nueva tarifa se suma a otro arancel del 25% que comenzará el jueves. La decisión podría afectar la economía india, que ha buscado alternativas a China.
El gobierno indio calificó los aranceles de “desafortunados” y “justificables”. Aseguró que sus importaciones responden a necesidades de mercado y seguridad energética.
Expertos advierten que estos aranceles podrían encarecer los productos indios y reducir las exportaciones a EE.UU. entre un 40% y un 50%. La medida también contradice esfuerzos previos del gobierno estadounidense de alentar la compra de petróleo ruso a precios limitados.
Mientras tanto, el petróleo ruso se cotiza a 65,84 dólares por barril, lo que refleja una caída en los precios, a pesar de las restricciones impuestas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una fuerte advertencia a la Unión Europea sobre el incumplimiento de compromisos comerciales ligados a la compra de gas y petróleo estadounidense. En entrevista con CNBC, Trump aseguró que si Europa no invierte más de 600 mil millones de euros en estos productos, aplicará aranceles de hasta 35%, frente al tope actual del 15%.
“El beneficio de aranceles bajos está condicionado a esta inversión. Si no cumplen, las tarifas volverán inmediatamente al 35%,” afirmó Trump, quien señaló que esos fondos son un regalo y no un crédito que deba devolverse.
Trump también anunció que en los próximos días impondrá un arancel del 39% a productos farmacéuticos de Suiza, buscando que las grandes farmacéuticas trasladen su producción a Estados Unidos. Planea incrementar este gravamen hasta un 150% o 250% en uno o dos años, para frenar importaciones desde países como Suiza, China e Irlanda.
Sobre China, Trump dijo que las negociaciones avanzan, pero negó haber buscado la reunión, y advirtió que no habrá encuentro hasta concretar un acuerdo comercial. Por último, vinculó el precio de la energía con la guerra en Ucrania, asegurando que una baja significativa afectaría la economía rusa y frenaría el conflicto.
En plena tensión con Irán, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, hizo un llamado nada sutil a China: intervenir para evitar que Teherán cierre el estrecho de Ormuz, uno de los pasos clave para el comercio global de petróleo.
Rubio habló este domingo en entrevistas televisivas y fue directo: si Irán bloquea el paso marítimo, sería “un suicidio económico” y provocaría una reacción no solo de Washington, sino del resto delmundo. El mensaje estuvo cargado de advertencias para todos los implicados, incluida China, que depende fuertemente del crudo que atraviesa esa ruta.
El escenario se vuelve más tenso luego de que medios iraníesreportaran que el Parlamento de ese país aprobó una moción para cerrar el estrecho, por donde circulacerca del 20% del petróleo y gas que consume el planeta. Todo esto ocurre días después de los ataques estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes.
“China debería hablar con Irán. Ellos también tienen mucho que perder”, dijo Rubio en una entrevista con Fox News, subrayando que una medida como esa afectaría más a las economías de otros países que a la estadounidense.
Además, el funcionario dejó claro que Estados Unidos no descarta una respuesta militar si se amenaza la libertad de navegación en la zona. Aunque evitó hablar de escenarios inevitables, sostuvo que el presidente Trump está listo para actuar si es necesario (porque claro, todos están en guerra contra él).
“Si Irán toma esa decisión, no sólo nosotros reaccionaremos. Muchos otros países también se verán forzados a actuar. El impacto sería global”, declaró Rubio durante una charla con CBS.
Por ahora, China no ha dado una postura oficial. La embajada del país asiático en Washington se reservó comentarios ante la prensa, en un contexto en el que cualquier palabra podría alterar más el frágil equilibrio diplomático.
El estrecho de Ormuz vuelve a colocarse en el centro del tablero geopolítico. Y esta vez, cualquier movimiento en falso podría alterar más que los precios del petróleo: podría cambiar el rumbo de la región entera.
El Parlamento de Irán aprobó este sábado el cierre del estrecho de Ormuz, un vital paso comercial y económico. Esta decisión responde al reciente ataque de Estados Unidos contra las instalaciones nucleares del país. Sin embargo, la medida final dependerá del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, liderado por el ayatolá Alí Jamenei.
El general Esmaeil Kousari, miembro de la Comisión de Seguridad Nacional del Parlamento, comentó que la cámara ha llegado a la conclusión de que el cierre es necesario. Aun así, la autoridad para implementar esta acción recae en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
Irán es un importante productor de petróleo, con una producción diaria de 3.3 millones de barriles. Actualmente, el país exporta alrededor de 1.7 millones de barriles diarios. Por lo tanto, cualquier escalada en el conflicto podría interrumpir el suministro de petróleo iraní.
Expertos en el sector, como Warren Patterson de ING Research, advirtieron que una escalada podría afectar el transporte marítimo en la región. Patterson afirmó que una interrupción significativa podría elevar los precios del petróleo a 120 dólares por barril. Además, si las interrupciones continúan, podríamos ver precios del Brent alcanzando nuevos máximos históricos, superando el récord de 150 dólares por barril de 2008.
La situación se vuelve cada vez más crítica y podría tener implicaciones serias en el mercado energético global.
Los mercados globales se encuentran en alerta roja tras el ataque de Estados Unidos a Irán. Las preocupaciones sobre un posible cierre del estrecho de Ormuz han aumentado, con el precio del petróleo ya apuntando a los 100 dólares por barril.
Irán ha amenazado en reiteradas ocasiones con bloquear esta ruta estratégica. A diario, por el estrecho transitan unos 17 millones de barriles de petróleo, mientras que el consumo mundial ronda los 100 millones. Esta situación genera inquietud en los mercados, que se preparan para turbulencias.
Aunque las bolsas en Europa y Wall Street permanecen cerradas, los mercados en Arabia Saudí, Dubai e Israel abrirán pronto. Se espera que reflejen rápidamente el cambio en el escenario geopolítico. Los expertos advierten que los precios del petróleo y el gas natural podrían dispararse tras un aumento del 10% desde el 13 de junio, cuando Israel atacó a Irán.
El ataque anunciado por Donald Trump generó inquietud entre los inversores. Hasta el viernes, el presidente había dado un plazo de dos semanas para negociaciones, pero rápidamente cambió el rumbo. Los analistas ya predecían un escenario complicado si EE.UU. se involucraba en el conflicto entre Israel e Irán.
Los futuros del crudo Brent han aumentado un 18% desde el 10 de junio, alcanzando los 80 dólares por barril. A pesar de la inestabilidad, algunas bolsas han mantenido su nivel, aunque el Ibex en España y el Dax en Alemania han sufrido más.
El estrecho de Ormuz es crucial para el comercio de petróleo. A través de él, transita aproximadamente el 20% del crudo mundial. Según Lale Akoner, analista del bróker eToro, su cierre total es improbable, aunque las amenazas persisten. Irán depende de esta ruta para sus exportaciones, lo que podría limitar su capacidad de bloquearla.
El impacto de conflictos pasados en la región ha sido significativo. Desde el embargo petrolero de los años 70 hasta la guerra entre Irán e Irak, cada episodio ha llevado a aumentos drásticos en los precios del petróleo. Hoy, los mercados pueden reaccionar más rápidamente gracias a la información y las cadenas de suministro más equilibradas.
Una de las principales preocupaciones es el efecto de este conflicto en la inflación. A medida que la Reserva Federal consideraba nuevos recortes de tipos de interés, el aumento del petróleo podría complicar la situación. Según Oxford Economics, el precio del petróleo podría alcanzar los 130 dólares por barril si se cierra el estrecho de Ormuz, elevando la inflación en EE.UU. Cerca del 6% hacia finales de año.
Este aumento en los precios podría reducir el gasto de los hogares y afectar sus ingresos reales. Además, el temor a la inflación podría frustrar cualquier posibilidad de recortes en las tasas de interés durante este año. Los mercados seguirán de cerca la evolución de la situación en Oriente Medio y su impacto en la economía global.
Los inversores están en alerta tras el reciente bombardeo de Estados Unidos a instalaciones nucleares en Irán . Este ataque, anunciado por el presidente Donald Trump, podría disparar los precios del petróleo y afectar la inflación global.
Los analistas de Oxford Economics han modelado tres escenarios posibles. Estos incluyen desde una desescalada del conflicto hasta un cierre total de la producción de petróleo iraní. Cada uno presenta un impacto creciente en los precios del crudo.
Después del ataque, el sentimiento en los mercados es de incertidumbre. Inversores como Mark Spindel, director de Potomac River Capital, anticipan un aumento en los precios del petróleo al abrir los mercados. La preocupación se centra en cómo la escalada del conflicto afectará la economía mundial.
Trump calificó el ataque como un “momento histórico”. Sin embargo, los detalles sobre los daños aún son escasos. La falta de información genera nerviosismo entre los inversores, quienes temen que esto pueda llevar a una mayor volatilidad en el mercado.
Jack Ablin, director de Cresset Capital, señala que esta situación añade una nueva capa de riesgo. La posible subida de los precios de la energía podría impactar la confianza del consumidor y frenar los recortes en las tasas de interés.
El uso de bombas antibúnker por parte de Estados Unidos indica una escalada en el conflicto. Los analistas advierten que, en el peor de los casos, el precio del petróleo podría alcanzar los 130 dólares por barril, elevando la inflación en EE.UU. Hasta el 6% este año.
Con la tensión en aumento, los mercados estarán atentos a la evolución del conflicto y su impacto en la economía global.
Rusia se declara “lista” para suministrar gas natural a México. El anuncio provino del ministro de Energía ruso, Sergey Tsivilyov, durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
Tsivilyov afirmó que Moscú también está dispuesto a compartir tecnologías para la producción de petróleo en yacimientos geológicos difíciles, como los que se encuentran en México. Además, mencionó la posibilidad de colaborar en la refinación de crudo.
“Estamos listos para gestionar toda la cadena de producción, desde la extracción de petróleo hasta el suministro”, indicó el ministro. Esta propuesta incluye el transporte y el refinado del crudo.
Un informe de Fitch Ratings de febrero de este año destaca que más del 70% del gas natural que consume México proviene de Estados Unidos. Este contexto ha generado un clima de incertidumbre debido a las tensiones por la política arancelaria del presidente estadounidense Donald Trump.
Las exportaciones de México experimentaron un notable crecimiento del 5.8% en abril, alcanzando 54,295.7 millones de dólares. Este aumento se produce en un contexto marcado por la incertidumbre generada por los aranceles impuestos por Estados Unidos.
En contraste, las importaciones cayeron un 1.2%, totalizando 54,383.8 millones de dólares. Esta discrepancia resultó en un déficit comercial de 88.1 millones de dólares, según datos del Inegi.
El aumento en las exportaciones no petroleras fue aún más significativo, con un crecimiento del 6.6%. Entre los sectores, la maquinaria y equipo destacó con un impresionante incremento del 62.5%. Sin embargo, las exportaciones petroleras sufrieron una caída del 13.2%, debido a la disminución del precio del crudo mexicano, que se situó en 60.82 dólares por barril.
Por otro lado, la reducción en las importaciones de bienes de consumo y capital sugiere una debilidad en la demanda interna. La depreciación del peso, que ha alcanzado un -19.31% interanual, también influye en este panorama. A pesar de ello, las importaciones de bienes intermedios aumentaron, indicando que el sector manufacturero exportador sigue mostrando vitalidad.
A pesar del crecimiento general, Muñiz advierte que la baja en las importaciones podría anticipar una disminución en las exportaciones para mayo. Esto refleja un futuro incierto en el comercio, especialmente con las tensiones derivadas de la política comercial del gobierno de Trump.
El sector automotriz también enfrenta desafíos. Las exportaciones de automóviles disminuyeron un 7.1% en comparación con el año anterior, con una caída del 8% en envíos a Estados Unidos. Aunque el repunte en otras manufacturas ayudó a mitigar el impacto, la incertidumbre comercial sigue afectando este sector, que tiene un fuerte vínculo con el mercado estadounidense.
En resumen, México muestra un crecimiento en sus exportaciones frente a los aranceles, pero el futuro del comercio exterior permanece lleno de desafíos. La situación exige vigilancia constante para adaptarse a las dinámicas cambiantes del mercado global.
El reciente acuerdo entre Estados Unidos y Ucrania ha generado preocupación. Bajo el título “Fondo de Inversión para la Reconstrucción”, se establece una colaboración para la explotación de recursos minerales. Este acerudo es visto como un posible saqueo de los recursos ucranianos.
Desde la invasión rusa, EE.UU. ha brindado apoyo militar a Ucrania. A cambio, el acceso a minerales raros se ha vuelto un requisito. El presidente Donald Trump presiona por estos recursos como compensación por la ayuda financiera. “Este acuerdo demuestra el compromiso de EE.UU. con la paz”, afirmó el secretario del Tesoro, Scott Bessent. Pero, ¿a qué costo?
El acuerdo permite a las empresas estadounidenses invertir en la extracción de petróleo, gas y minerales. La ministra de Economía de Ucrania, Yulia Svyrydenko, defendió el pacto, destacando la necesidad de inversión internacional. Sin embargo este tipo de acuerdos puede despojar a Ucrania de su riqueza natural.
La firma del acuerdo coincide con los primeros 100 días del segundo mandato de Trump. En este contexto, surge la pregunta: ¿realmente busca EE.UU. ayudar a Ucrania o simplemente aprovecharse de su situación? El mundo observa con atención, esperando respuestas sobre el verdadero impacto de este acuerdo.