Etiqueta: Occidente

  • Trump arremete contra los BRICS; ve amenaza para EE.UU.

    Trump arremete contra los BRICS; ve amenaza para EE.UU.

    La Casa Blanca defendió la postura del presidente Donald Trump frente al bloque BRICS, luego de que calificara la alianza como una amenaza directa a los intereses de Estados Unidos. “No se trata de cuán fuertes sean, sino de que buscan socavar a nuestro país, y eso no le parece bien”, afirmó la portavoz Caroline Leavitt.

    Trump advirtió que impondrá un arancel del 10% a cualquier nación que respalde lo que él llama “políticas antiamericanas” del bloque, integrado por países como Rusia, China, Brasil, India, Sudáfrica, Egipto y Arabia Saudí. En respuesta, Rusia aseguró que la cooperación del BRICS “no está dirigida contra terceros países”.

    Durante la cumbre celebrada en Brasil, los BRICS reiteraron su apuesta por reducir la dependencia del dólar, fortalecer el uso de monedas locales y lanzar un Fondo de Garantía Multilateral, al tiempo que rechazaron medidas unilaterales como los aranceles de Trump.

    En medio del avance de los BRICS, el bloque ha comenzado a atraer el interés de más países del sur global que buscan alternativas al sistema financiero dominado por Occidente. Expertos internacionales advierten que la postura de Trump podría tensar aún más la relación con potencias como China e India, y aislar a EE.UU. de espacios clave de negociación económica internacional.

    Mientras tanto, líderes del bloque han insistido en que su agenda es multipolar y busca un equilibrio más justo en la economía global.

  • A Occidente no le importa la gente ni el destino del pueblo ucraniano: La Embajada de la Federación de Rusia en México le corrige la plana a tendencioso artículo de El Financiero

    A Occidente no le importa la gente ni el destino del pueblo ucraniano: La Embajada de la Federación de Rusia en México le corrige la plana a tendencioso artículo de El Financiero

    Desde que las potencias occidentales, comandadas por los Estados Unidos, comenzaron el conflicto bélico en Europa del Este, los medios de comunicación hegemónicos se han sumado a la falsa narrativa de una invasión de la Federación de Rusia contra Ucrania, discurso que incluso los medios mexicanos han tratado de replicar sin mucho éxito.

    Ahora, la Embajada de Rusia en México, ha corregido la plana a El Financiero, medio conservador que cabeceó un artículo acusando que Rusia mantiene una guerra contra Ucrania, cuando la realidad es que las potencias occidentales han usado a la ex república soviética como carne de cañón en sus jugadas políticas que nada tienen que ver con los intereses de los pueblos.

    “Incluso los medios de comunicación estadounidenses, en particular el New York Times afirman que los ucranianos tienen miedo a la movilización y evitan reunirse con los oficiales de reclutamiento militar y ayudan a otros evasores a eludir los puestos de control donde se reparten las citaciones”.

    Denuncian

    A Occidente no le importa la gente ni el destino del pueblo ucraniano. Este conflicto durará “hasta el último ucraniano” (como dice el «Occidente colectivo») con beneficios garantizados para Estados Unidos.””

    La representación diplomática del gigante euroasiático también cuestionó a El Financiero el por qué considera que el conflicto en Ucrania es un tema de interés “Nacional”: Además de todo esto, nos preguntamos por qué el conflicto en Ucrania es noticia nacional para una publicación tan respetada como el Financiero.

    Debes leer:

  • Deconstrucción del pensamiento occidental

    Deconstrucción del pensamiento occidental

    El filósofo francés Jaques Derrida afirmaba que la deconstrucción podría entenderse como un modo de pensamiento para reorganizar las ideas occidentales, las cuales y en principio estaban llenas contradicciones y desigualdades. 

    Deconstruir es un acto permanente de cuestionamiento y no conformidad, y su ejercicio debe aplicarse especialmente en los lugares, ideas y verdades que normalmente son aceptados por la mayoría, y defendidos con prepotencia o ignorancia por algunos.

    Por ejemplo, en Occidente prima la idea de superioridad respecto al mundo, pero al mismo tiempo se promueven valores cristianos y el supuesto amor al prójimo; se habla de tolerancia en la democracia como la mejor forma de gobierno, pero no se acepta que otros piensen diferente e incluso “les llevan la democracia” a fuerza; se habla, en el discurso, de igualdad para todos, pero de facto el sistema es excluyente para las grandes mayorías; se admira a personajes superfluos, vacíos o estridentes; pero se les llama populistas a líderes que realmente quieren hacer el bien para sus pueblos; se habla de procurar y mantener la paz; pero se mantienen guerras innecesarias a costa del sufrimiento y de la vida de muchos; se habla de aceptación y sana convivencia, pero se vive en permanente racismo y clasismo, y es que Occidente, entendido como las ideas y valores adoptados por el grupo de países desarrollados (liderados por Estados Unidos) y que someten al mundo, representa, en muchos sentidos, hipocresía y doble moral.

    Entonces, es tiempo de cuestionar si realmente lo que recibimos como inputs son o no ideas contradictorias y subversivas, y más importante: ¿cómo ejercer autonomía desde nuestro propio ser y hacia los que nos rodean? Esto podría implicar un ejercicio filosófico profundo y la utilización de herramientas hermenéuticas para, desde la teoría, desarrollar una disertación pertinente y útil para la realidad del día a día, tal como suele hacerse en los centros de pensamiento (dígase Universidades), sin embargo, hay acciones sencillas que pueden aplicarse en la cotidianidad para intentar ejercer dicha autonomía, o al menos, no contaminarse tanto por el entorno más inmediato. A continuación, se explican algunas acciones para ello:

    • – Apagar la televisión comercial y cuidar mucho los contenidos audiovisuales: la televisión ha representado un medio de manipulación de masas y de distracción mediática. Es el instrumento de comunicación de la derecha y de los grandes capitales y oligarcas. Ejemplos sobran y no vale la pena ahondar en ello, lo que sí es conveniente es cuidar la calidad de los contenidos audiovisuales que se consumen de forma personal o en familia. Ello determina los intereses, el diálogo, la convivencia y la inversión de recursos para actividades que moldean la personalidad y el pensamiento.
    • – Convivir con personas con ideas diferentes, pero capaces de generar diálogo constructivo: una idea común y repetida pero difícilmente ejercida. El cerebro humano tiende a estar más cómodo con la repetición y reafirmación de ideas, sin embargo, en un espacio de complacencia es difícil detectar el sesgo o la radicalización. En este sentido, se vuelve necesaria la convivencia con personas con ideas diferentes, pero que sean tolerantes, abiertas al diálogo y sin afanes impositivos. 
    • – Intentar romper el algoritmo de redes sociales: de nuevo, al cerebro le gusta la comodidad y complacencia de la repetición, sin embargo, el hacer uso de redes sociales para buscar nuevas ideas, constructos y paradigmas, implica intentar cambiar contenidos, búsquedas, filtros y fuentes. La apuesta mayor es en Twitter al ser una red social con perfil eminentemente político y ideológico, pero bien puede aplicarse a los contenidos de cualquiera. 
    • – Tomar alteridad en situaciones cotidianas y hacer análisis profundo: en las ciencias sociales, específicamente en la investigación cualitativa, la alteridad implica tomar distancia de la situación observada o vivida para analizara desde otro lugar que no sea el propio. Relaciones, interacciones, creencias, procesos, comportamientos, actitudes y todo lo que sea observable es sujeto de análisis desde la alteridad para su posible deconstrucción

    En general, las personas deberían creer menos lo que ven, oyen y reciben; y cuestionar desde la honestidad, la suspicacia y la curiosidad, especialmente en el mundo Occidental.