Etiqueta: Narco

  • De la fiesta al encierro: Así vivió sus últimos momentos Caro Quintero antes de ser capturado

    De la fiesta al encierro: Así vivió sus últimos momentos Caro Quintero antes de ser capturado

    La madrugada del pasado 15 de julio en el Club Real de Mazatlán, en la localidad de Choix, municipio de San Simón, Sinaloa, vivió instancias de caos por una fiesta proveniente de una de las viviendas del exclusivo residencial, situación que provocó que vecinos llamaran a las autoridades para hacer algo al respecto.

    Luego de una llamada telefónica para exponer la situación, elementos de la Secretaría de Marina capturaron a Rafael Caro Quintero, el narcotraficante mexicano que fue responsable de ordenar el secuestro y asesinato de un agente antidrogas estadounidense en 1985, cuya historia apareció en el drama de Netflix, Narcos: México.

    Rafael Caro Quintero, un notorio cofundador del brutal cártel de Guadalajara, estuvo detrás de la tortura y el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, de 37 años.

    Pasó 28 años en prisión por el asesinato, que se llevó a cabo después de que Camarena y las autoridades mexicanas allanaran un rancho en 1984 y quemaran 10.000 toneladas de marihuana que valían US$160 millones. Sin embargo, el jefe del cártel fue liberado por un juez en 2013 debido a un tecnicismo legal.

    Posteriormente, la sentencia fue confirmada por la Corte Suprema del país, pero para entonces, Caro Quintero había sido liberado y arrebatado rápidamente por sus asociados.

    La marina mexicana dijo que el narcotraficante fue encontrado el viernes escondido entre matorrales en el estado de Sinaloa, en el noroeste del país, por una sabuesa entrenada por militares llamada Max.

    En la serie de Netflix, Caro Quintero fue interpretado por Tenoch Huerta Mejía, mientras que el papel de Kiki Camarena lo asumió Michael Peña.

    Camarena y su piloto, Alfredo Zavala Avelar, fueron capturados por el cártel en febrero de 1985 en Guadalajara. Sus cuerpos fueron encontrados envueltos en plástico afuera de un rancho rural un mes después.

    La oficina del fiscal general dijo en un comunicado el viernes que Caro Quintero estaba detenido para ser extraditado a la prisión de máxima seguridad del Altiplano, 50 millas (80 kilómetros) al oeste de la Ciudad de México.

    Los funcionarios estadounidenses dicen que Caro Quintero también ordenó la tortura y el asesinato de dos civiles estadounidenses, John Clay Walker, de 36 años, y el estudiante de odontología Albert Radelat, de 33, en enero de 1985.

    El dúo salió a cenar cuando accidentalmente llegaron a una fiesta organizada por Caro Quintero, quien los confundió con agentes de la DEA.

    Ordenó a sus hombres que los llevaran a un almacén del restaurante donde, según los informes, los torturaron con picahielos.

    Walker murió durante el ataque, mientras que Radelat aún podría haber estado vivo cuando los envolvieron en manteles y los enterraron. Sus cuerpos fueron encontrados seis meses después.

    El arresto se produce pocos días después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se reuniera con el presidente estadounidense, Joe Biden, en la Casa Blanca.

    “Esto es enorme”, escribió en Twitter el asesor principal para América Latina de la Casa Blanca, Juan González, tras la noticia del arresto del narcotraficante.

  • Más gises, menos balas; más guitarras, menos armas

    Más gises, menos balas; más guitarras, menos armas

    La política de “abrazos, no balazos” ha sido cuestionada por una derecha acostumbrada a la violencia como método para la solución de los asuntos públicos: la represión a pobladores de San Salvador Atenco, en 2006, a las feministas en Irapuato o los manifestantes en contra de la privatización del agua en Querétaro, ambas en este año, son algunos ejemplos con el sello de la casa azul.

    Podría incluir en el recuento la represión a rockeros leoneses cuando el hoy senador Carlos Medina Plascencia fue presidente municipal de León, con disparos de la policía municipal y jóvenes, periodistas y militantes detenidos por el delito de oír rock, pero no viene al caso contar anécdotas personales.

    También, como desesperado argumento, ha servido a la oposición y a sus “jilgueros” para insinuar sin ninguna prueba que existe un acuerdo escondido para no actuar en contra del narco. Esa errónea percepción sólo puede partir de un desconocimiento profundo de lo que es el pueblo y lo que son sus necesidades porque les falta barrio a los adversarios de la 4T.

    El neoliberalismo se desentendió de las demandas populares en general y las de los jóvenes (trabajo, cultura, educación y recreación) en particular, y desarticuló el de por sí débil tejido que cohesionaba a la sociedad para imponer sin contrapeso una política de saqueo y una ideología individualista donde el logro personal y el éxito se miden en dinero.

    Por citar un ejemplo de ese desmantelamiento social, la propia iglesia católica dejó de promover sus grupos de catequistas o los coros parroquiales integrados por jóvenes para cantar las misas. Desde luego, olvidó el espíritu de compromiso social del Vaticano II y tomó distancia del mundo obrero, al cual una vez se ligó mediante organizaciones como la JOC (Juventud Obrera Cristiana), la cual aportó más de un militante a la izquierda.

    Durante la noche neoliberal se abatió a los sindicatos, que eran todo lo “charro” que se quiera pero al menos les tocaba fingir una oposición a la política económica contra los trabajadores. El más claro ejemplo del sometimiento de los obreros fue la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, que por décadas castigó tan duramente al salario que lo convirtió en una caricatura.

    Los vacíos políticos fueron llenados por los sindicatos patronales como la Concamín, la Concanaco, la Canacintra, etcétera, los cuales se convirtieron en interlocutores únicos del gobierno.

    A esta situación se sumó la falta de oportunidades de estudio y de trabajo para los jóvenes. A los irresponsables de derecha les resultó jocoso llamar “ninis” a estos jóvenes, como si fuera decisión de estos no trabajar ni estudiar.

    En este marco de pobreza y demandas siempre pospuestas, sumado a la corrupción rampante de las élites económicas y políticas, sólo era cuestión de tiempo para que el narco y la droga hicieran estragos entre la población juvenil.

    Hoy, la 4T impulsa políticas de atención a los jóvenes para reparar esa falta de oportunidades de estudio, capacitación y trabajo. A eso se suma el movimiento de la propia gente para mejorar su entorno, como las siguientes tres referencias que no son historietas sino que fueron reporteadas en el lugar.

    Acá, un señor forma una banda de guerra e invita a los jóvenes a integrarse a ella para participar en desfiles y procesiones. Otro, encabeza un grupo de danzantes singular por su sincretismo cultural: como el promotor del grupo trabajó en los Estados Unidos, los miembros visten atuendos apaches y suma a su música instrumentos eléctricos.

    Otro más, sin recursos económicos, entrena en el deporte a un grupo de niños y niñas basado en su propia experiencia, ya que fue profesional en el futbol y la lucha libre y si no llegó a Primera División ni debutó en la Arena Coliseo, algo habrá sabido hacer bien porque le pagaron para que lo hiciera y de eso vivió.

    Sin conocerse entre sí, los tres comparten semejanzas: a) desarrollan su trabajo en colonias conflictivas, y b) para pertenecer a los grupos los muchachos deben alejarse de las drogas y del alcohol; si no, los suspenden hasta que reconsideran su conducta. Los tres tienen éxito en su propósito.

    Son la educación, la cultura, el deporte, la recreación y el trabajo los que pueden alejar a los jóvenes de la delincuencia. Sólo que para entender eso se necesita conocer a la gente en sus necesidades y sus aspiraciones. A la oposición que concibe la realidad desde sus privilegios le cuesta trabajo aceptar que más gises son menos balas y más guitarras son menos armas. Pero no hay de otra.

    ¿La queja es porque el programa puede tardar años en ofrecer resultados? Tal vez sí, pero, bueno, nadie planta un nogal pensando que podrá recoger nueces a fin de mes.

  • Duro golpe al narco: 4T destruye más de 300 mil plantíos de amapola en lo que va del sexenio

    Duro golpe al narco: 4T destruye más de 300 mil plantíos de amapola en lo que va del sexenio

    Durante la mañanera de este jueves 31 de marzo, Luisi Cresencio Sandoval Gómez, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional expuso datos sobre cómo avanza el combate contra el narcotráfico en la administración del Presidente Andrés Manuel López Obdrador.  

    Sandoval señaló que desde el 2009 se incrementó el número de laboratorios para la creación de drogas sintéticas como la metanfetamina, mientras que en 2012 decreció la cantidad de marihuana producida por el crimen en México, atribuido a la despenalización y legalización de esta planta en los Estados Unidos. 

    Destacó que en lo que va de la actual administración se han destruido un total de 307 mil 504 plantíos de amapola.

    De esta misma planta se han eliminado 41 mil 675 hectáreas, lo que se traduce en más de 42 mil 630 millones 775 mil dosis que no llegaron a ser comercializadas. 

    La mencionada planta, se usa para la creación de goma de opio, morfina y heroína, las cuales tienen un nivel de adicción intermedio. 

    Los estados de Sinaloa, Durango, Chihuahua y Guerrero fueron las principales entidades donde se realizaron los operativos. 

    En el mismo periodo de tiempo se neutralizaron 53 mil 96 plantíos de marihuana y 6 mil 997 hectáreas, impidiendo con ello la ilegal comercialización de 4 mil 138 millones 200 mil dosis. 

    El esfuerzo nacional para erradicar los plantíos se centraron en Sinaloa, Durango, Chihuahua, Jalisco y Nayarit.

    En total, se erradicaron 360 mil 600 plantíos equivalentes a 48 mil 672 hectáreas, que equivaldrían a 7 mil 636 veces la superficie del Estadio Azteca. 

    Financieramente hablando el narco recibió un duro golpe ya que perdió la venta de 46 mil 768 millones 975 mil dosis que se traducen en 47 mil 783 millones 368 mil 733 pesos.

    El titular de la Sedena expuso que el cultivo de la marihuana ha decrecido rápidamente y en este 2022 se estima que se usan 146 hectáreas para la siembra ilegal.

    Tal dato, explicó, se debe a la legalización, producción y consumo legal en 44 entidades de los Estados Unidos y Canadá, además de que las organizaciones han migrado a las drogas sintéticas, que son más fáciles de hacer, transportar y generan más ganancias. 

    Las autoridades federales, en coordinación con las estatales y locales igualmente han golpeado a las sustancias sintéticas.

    En este sexenio han decomisado 2 mil 879 kilos de fentanilo que equivale a 2 mil 892 millones 588 mil 860 dosis con valor de un billón 156 mil 457 millones 26 mil 228 pesos. 

    Mientras que se incautaron 118 mil 991 kilogramos de Metanfetamina traducida a 118 millones 991 mil dosis que en venta hubiera recaudado 34 mil 523 millones 437 mil 126 dosis.