Una operación de control migratorio en la icónica Canal Street de Nueva York terminó en caos tras enfrentamientos entre agentes federales, vendedores y manifestantes. Mientras el DHS aseguró que sus fuerzas actuaban contra la venta de productos falsificados, testigos y autoridades locales denunciaron uso excesivo de la fuerza y una intervención “innecesaria” contra inmigrantes.
Una redada migratoria encabezada por agentes federales en Canal Street, una de las zonas comerciales más concurridas y turísticas de Manhattan, se tornó violenta la tarde de este martes, luego de que manifestantes y transeúntes intentaron impedir la detención de varios vendedores ambulantes. La operación, que formaba parte de un “control contra la venta de productos falsificados”, derivó en empujones, uso de gas pimienta y enfrentamientos con civiles.
De acuerdo con un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), los agentes “fueron agredidos por alborotadores que gritaban obscenidades e intentaron bloquear sus vehículos”. Sin embargo, videos difundidos en redes sociales muestran a los oficiales derribando a manifestantes al suelo y usando fuerza física para dispersarlos. Testigos relataron que los arrestos incluyeron a vendedores de origen latino que ofrecían artículos electrónicos y fundas decorativas para celulares.
Un reportero de The Associated Press confirmó que al menos un vendedor y varios manifestantes fueron detenidos durante la redada. En las imágenes captadas, se observa a agentes encapuchados escoltando a los arrestados mientras un grupo de personas coreaba “Fuera el ICE de Nueva York” y exigía el fin de las operaciones migratorias en zonas comerciales.
El alcalde Eric Adams se deslindó del operativo y aseguró que la ciudad no participó en la redada. “Nuestra administración ha sido clara: los neoyorquinos indocumentados que buscan ganarse la vida no deben ser blanco de las fuerzas del orden”, expresó en un comunicado. El edil pidió al DHS entregar un informe detallado del operativo y subrayó que los recursos policiales deberían concentrarse “en los verdaderos criminales, no en quienes venden para sobrevivir”.
El DHS confirmó el arresto de al menos una persona por agredir a un agente, aunque evitó precisar cuántos vendedores fueron detenidos. Canal Street, conocida por su mercado de imitaciones de lujo, ha sido históricamente un punto de fricción entre las autoridades y los vendedores ambulantes, muchos de ellos migrantes, que ven en esas calles su única fuente de ingreso.
