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  • Heineken: inversión sí, pero con perspectiva ambiental

    Heineken: inversión sí, pero con perspectiva ambiental

    Sin duda, uno de los aciertos de este gobierno ha sido el de revisar las concesiones de agua en aras de evitar de una vez por todas la extracción ilegal que proliferó desde la era de Peña Nieto; resulta todo un acierto porque el vital líquido se está acabando de manera acelerada y falta poco para que estemos ante una crisis que ponga en riesgo a la humanidad. Por el momento, aunque pareciera se avanza de manera lenta, lo real es que la política pública de CONAGUA ha priorizado que las concesiones sean utilizadas de manera eficiente y sustentable involucrando a los propios concesionarios. Claro que éstos últimos muestran resistencias (algunos específicamente) pero con todo y eso, parece que el diálogo va a generar buenos frutos.

    Ahora bien, algunas de las empresas que se beneficiaron de dichas concesiones tienen claro que lo primordial es trabajar de manera conjunta con las autoridades para garantizar de entrada el derecho al agua para todas y todos, y, para ello, ponen la voluntad por delante honrando la responsabilidad social de las mismas, disposición que contrasta con otras que recurren a cualquier artimaña legal para mantener las concesiones sin importarles en lo más mínimo la sobre explotación del recurso. Aquí la CONAGUA tendrá una labor importante porque estará obligada a agotar todas las instancias necesarias para cumplir con la agenda marcada desde Palacio Nacional en cuanto al medio ambiente.

    Hace unas semanas, con motivo de la lucha de FUDEMAH contra Niágara Bottling y PROPIMEX, se celebró un encuentro entre la fundación y la Comisión Nacional del Agua; los planteamientos fueron claros, y debiera de ser un aviso para ambas empresas, o al menos, les ayudaría a comprender una realidad: la exigencia se centra en que las concesiones se revisen a manera de que se ajusten al espíritu con el que fueron otorgadas ya que esto permitiría una gestión sostenible, además de que se contribuiría de manera significativa a reducir el impacto ambiental de estas empresas en el Estado de México. Es decir, si las empresas realmente operan de manera responsable en materia social y ambiental, además de que circunscriben a la concesión, se optimizaría el uso del agua en sus producciones sin menoscabo de que se realizaran acciones clave como el re uso del agua residual, la restitución del vital líquido al medio ambiente o, de manera no menos importante, la implementación de proyectos comunitarios tanto de restauración de ecosistemas como de conservación del agua.

    Otro tema de suma importancia es en cuanto a las prácticas agrícolas, las empresas que poseen concesiones tiene tanto la capacidad técnica como los recursos necesarios para apostar por trabajar con los campesinos para que se promueva el uso eficiente del agua a través de la implementación de riegos tecnificados o el uso de agro fertilizantes que contribuyan a la calidad del suelo agrícola. Todo esto tiene un alto costo, sin duda, pero a la postre se traduce en regresar al medio ambiente, un poco de lo mucho que se extrae y, a la larga eso significará mucho para la existencia de la humanidad.

    En concordancia con lo anterior, hay que resaltar el anuncio que hace apenas ayer Claudia Sheinbaum respecto a la inversión de 2 mil 750 millones de dólares que programa Heineken para su octava planta cervecera en el país y que pretende instalar en el hermoso estado de Yucatán; lo relevante es que la empresa comienza con lo primero que ha faltado en otro tipo de proyectos similares, o sea, con la consulta a la comunidad que tuvo a bien manifestar sus inquietudes. Parece ser que el compromiso hídrico de la cervecera, no se quedará sólo en papel o en los trámites burocráticos, sino que avanzará en una ruta que tome en consideración a los yucatecos y, que, de ser factible, será un nueve frente de desarrollo en la región.

    Se trata entonces de una buena noticia, muy contrastante con la narrativa falsa de que el país carecerá de inversiones a partir de la reforma judicial. Contrario a esa falacia, hoy se demuestra que la participación estratégica de la iniciativa privada bajo un matiz de justicia ambiental (esperemos que así sea), se estarán sentando las bases de un nuevo modelo que reivindique los derechos humanos de los núcleos agrarios y el medio ambiente sano.

    • Luis Tovar
      Secretario General de la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente.

  • 13 por ciento, suficiente para que gane la justicia

    13 por ciento, suficiente para que gane la justicia

    Y pudo haber sido mejor si el nivel de participación fuera más alto y, sobre todo, si el proceso como tal, realmente se apegara al espíritu de cómo fue concebida la reforma; digamos que existen una serie de elementos necesarios para revisar en este proceso sin restarle mérito al hecho de que, por fin, habrá un poder judicial que esté representado por la voluntad expresa de la ciudadanía y no por los pequeñísimos grupos de poder hoy conocidos como el cártel de la toga.

    El primer elemento clave motivo de análisis: muchas candidatas y candidatos en un nutrido número de boletas hicieron sumamente difícil identificar a quienes poseían mayores cualidades para verse beneficiados con el voto. El día de la elección un estudiante universitario que se encontraba en la casilla me comentó que identificaba los perfiles de algunos, decidió darles prioridad sin considerar a los demás lo que, a mi juicio, redujo la posibilidad de que un buen perfil alcanzara el voto de ese estudiante. 

    Otro elemento que merece revisarse: Las reglas para todo participante fueron claras desde el principio, pero habrá que reconocer que la premura de la elección tomando en consideración el tiempo a partir de la aprobación de la reforma, resultó más en una serie de restricciones para los aspirantes que en encontrar los mecanismos adecuados para que éstos pudieran ofrecer sus propuestas y llegar a la sociedad en su conjunto. De haberse diseñado un reglamento más flexible, no en cuanto al gasto precisamente, habría hecho posible que el resultado se reflejara en una participación mucho más amplia que la que se tuvo el pasado domingo. Pero el simple hecho de irse por la fácil de “restringir” lo más posible, dejó la puerta abierta para que las propias candidatas y candidatos, optaran por auto limitarse.

    Las condiciones de desventaja o la falta de piso parejo en algunos de los casos también deben revisarse. ¿Cómo podría un aspirante con el cargo de Secretario de Acuerdos (por citar un ejemplo) propuesto por el ejecutivo o el legislativo hacer campaña como el aspirante en funciones, cuando la regla obligaba a hacerlo exclusivamente fuera del horario de labores? En este punto, ni el recurso económico ni los espacios temporales daban condiciones para realizar una campaña que realmente diera a conocer sus propuestas en el ámbito territorial que le correspondía de acuerdo a la distribución distrital del Instituto Nacional Electoral. Dicho sea de paso, el ámbito territorial designado para muchos candidatos a partir de la distribución distrital también puede considerarse como un factor que jugó en contra de los aspirantes.

    Pero con todo y estos puntos que seguramente formarán parte del análisis para las futuras elecciones de esta naturaleza, lo cierto es que nuestra democracia ha avanzado de manera significativa, especialmente la división de poderes, por más que los detractores de la reforma se desgarren las vestiduras por señalar lo contrario. Aprovecharía para preguntarle a todas y todos los miembros más visibles de la oposición, sin importar de qué partido sean: Digamos que un 13 por ciento es un fracaso, supongamos sin conceder, pero ¿Qué opinión tiene la oposición acerca de ese 13 por ciento de personas que se dieron cita para votar? ¿Todos son morenistas? Porque si la respuesta es que sí y la opinión se reduce a su identidad con López Obrador / Sheinbaum o el morenismo en general, deberían de estar más preocupados entonces, porque las condiciones electorales para el 2027 no se ven muy halagadoras que digamos.

    Cómo sea, la elección ya pasó dejando atrás la idea de que se trataba de una simulación, lo ideal es que hayan ganado los mejores perfiles, los más preparados sí, pero también los más honestos y no, por supuesto que no habrá prietitos en el arroz, seguramente uno que otro dejará dudas en su actuar, sin embargo, hoy, gracias a la reforma, habrá posibilidad de someterlo a revisión, de exigirle rectitud y de estar pendiente del actuar y eso es lo que también debemos celebrar.

    PD. El Maestro Víctor Hernández Tovar compitió en este proceso ganándose cada voto a pulso, no tuvo más respaldo que el de sus 17 años al servicio de un tribunal siendo reconocido por su alto nivel de productividad y por su honradez. Más allá del resultado, en casa nos sentimos orgullosos de él y apreciamos mucho a la gente que de manera bondadosa le confió su voto. Sí, es mi hermano.

    • Luis Tovar
      Secretario General de la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente.
  • FUDEMAH en defensa del agua contra Coca Cola

    FUDEMAH en defensa del agua contra Coca Cola

    Qué curioso, el municipio de Soyaniquilpan (Estado de México) debe su nombre al nahuatl: Tzatzayani, que significa se rompe, quilit, que significa Yerba, atl o agua y pan que quiere decir en;  Como conclusión el significado etimológico reza: “lugar de agua donde la hierba se rompe” solo que, en la actualidad y como consecuencia de las políticas privatizadoras desde Peña Nieto, en esa región Otomí lo que está a nada de quebrarse es el agua que pronto solo existirá en el nombre del Municipio si no se toman acciones inmediatas para acabar con el saqueo del recurso natural más importante de los seres vivos. 

    Como antecedente de la alarmante situación y las graves consecuencias, baste revisar los diez decretos de “reserva” de agua firmados hace casi 7 años por el último presidente priísta en el marco del día mundial del medio ambiente: La eliminación de vedas de alrededor de 300 cuencas hidrológicas, nada más y nada menos del 55 por ciento de los lagos y ríos de la nación que cambiaban la figura prohibitiva por una figura de “reserva” para uso doméstico, público, urbano y ambiental. Y lo más absurdo: para conservación ecológica de las propias cuencas hidrológicas.

    Desde la publicación del decreto en junio de 2018, diversos colectivos, entre ellos la CODUC, denunciamos que la política privatizadora del agua pretendía transitar de un origen ilegítimo hacía lo legal, avanzar hacia la legitimidad por un tercero, para terminar (intencionalmente) en la completa ilegalidad. Explico aquí las razones de éste tránsito: Lo ilegítimo se da en razón de qué las principales beneficiarias de aquella disposición serían las transnacionales, además de la opacidad en la que se otorgaban dichas concesiones; lo legal, en tanto que el decreto cambiaba el régimen jurídico de veda a “reserva” permitiendo al gobierno otorgar las concesiones; lo legítimo consistía en utilizar la asesoría del organismo internacional WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) que les permitía matar dos pájaros de un tiro: Desprestigiar a quiénes denunciábamos la privatización por un lado, comprando la legitimidad internacional por otro. Y, finalmente, la ilegalidad que es la que hoy como FUDEMAH denunciamos. Agrego un dato curioso hablando de WWF (los del famoso logo del panda): con desdoro para la causa que dicen defender, señalaron ante la publicación de los decretos, que estos protegerían a “la mitad del agua superficial del país y beneficiará a 45 millones de personas, 82 Áreas Naturales Protegidas y 64 humedales de importancia internacional o sitios Ramsar”. Algo así como la OCDE cuando señala que las políticas neoliberales combaten la pobreza. 

    En esta ocasión cito el caso de PROPIMEX como beneficiaria de aquel decreto: Si se revisa la información del portal de internet del Registro Público de Derechos de Agua (RPDA), se demuestra que PROPIMEX es concesionaria del título de un título de concesión y está vinculada a las marcas comerciales “Ciel” y “Coca-Cola”. De acuerdo a la información del RPDA, este título de concesión ampara un volumen alarmante de extracción de 2 millones de metros cúbicos anuales para uso industrial, sin embargo, dicha empresa embotella aguas nacionales para su venta al público. Es decir, viola disposiciones de nuestra Constitución Política y de la Ley de aguas nacionales en virtud de que el embotellado de aguas nacionales para su venta al público en general es una actividad prohibida. 

    Como se puede observar, siete años después, el tiempo nos ha dado la razón a los colectivos que iniciamos una jornada de lucha frente a esos decretos, aunque, como está la situación actual, francamente nos quedamos cortos en los señalamientos que realizamos en su momento. A parte de las afectaciones de Niagara Bottling, ya de por sí graves, sumemos que PROPIMEX no cuenta con uno, sino con dos “aprovechamientos” en la región hidrológica Lerma-Santiago del acuífero Valle de Toluca, lo que nos hace sostener que la sobre explotación terminará por colapsar el derecho humano al agua.

    La batalla comenzó en defensa de los derechos humanos a la salud, al medio ambiente, y de acceso al agua de los núcleos agrarios y de comunidades indígenas que ha sido nuestra principal bandera de lucha, las autoridades competentes deben de manera inmediata clausurar temporalmente los aprovechamientos de aguas nacionales a fin de que se impida la continuación del embotellado para su venta al público, o aplicar cualquier otra medida firme y ejemplar basada en la ley que salvaguarde el destino de los recursos hídricos, tan solo por ser bienes inalienables propiedad de la Nación, incluso como asunto de seguridad nacional. Batalla que, por cierto, bien merece un pronunciamiento categórico de Efraín Morales como titular de CONAGUA y de la presidencia de la república, dadas las coincidencias con el plan hídrico que puede representar para las comunidades, la reivindicación definitiva de sus derechos y la protección de su entorno.

    Por último, las empresas, como todas las transnacionales que se benefician de la rapacidad, pueden cuestionar de manera soberbia qué, ¿de cuando a acá, una fundación puede venir a trastocar nuestro cuantioso negocio de explotación de aguas nacionales? A ellos les respondemos dos cosas contundentes: ni como país estamos en la era privatizadora, ni como Fundación para la defensa del medio ambiente violamos principios éticos como la WWF, todo lo contrario, estamos convencidos que la lucha organizada y la denuncia popular desde la sociedad civil pronto alcanzará la justicia ambiental y social para todas y todos. Como diría el gran Heberto Castillo: “no luchamos por tener asegurada la victoria, sino porque tenemos la razón”

    • Luis Tovar. Secretario General de la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente.
  • Justicia para Ximena y José

    Justicia para Ximena y José

    Es una verdadera pena y motivo de gran indignación el cobarde asesinato de la compañera Ximena, Secretaria Particular de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México Clara Brugada y del camarada José Muñoz. Especialmente porque en el ir y venir de la actividad política, uno va conociendo a muchas compañeras y compañeros que se vuelven parte de uno mismo con todo y las diferencias que se pueda llegar a tener. Deja de tener importancia si pertenecen a un grupo o a otro, si apoyan a un referente distinto al propio; si son del equipo “A” y no del “B”, si impulsan a alguien de otra expresión. Sencillamente son “compas” del movimiento que aportan buena parte de su vida al proyecto como en este caso Ximena y José.

    El crimen artero debe ser para todas y todos motivo de reflexión sobre las verdaderas causas del asesinato, ambos, desde sus responsabilidades, se caracterizaban por ser entregados a su labor, celosos de su deber y leales compañeros de la Jefa de Gobierno; no por nada, Brugada confiaba en ellos tareas relevantes y de gran alcance. El asesinato seguramente generará una serie de suspicacias, además de la carroña que utilizarán algunos sobre la tragedia sin importarle el dolor que le provoca tanto a las familias como a la propia Clara Brugada que con toda seguridad siente en lo más hondo el dolor de perder a dos seres tan cercanos a ella como servidores públicos y como personas. Pero este acontecimiento, debiera ser, como ya comentamos, motivo de reflexión. ¿Por qué un crimen tan artero? ¿Por qué la saña? ¿Qué mal hacían los compañeros? Pareciera que las dudas se encaminarán más a la suspicacia que a las reales motivaciones.

    Habrá quienes busquen hilar este acontecimiento al crimen organizado, pero hasta esa hipótesis debe de apegarse a líneas de investigación y someterse al máximo rigor científico sin ningún tipo de sesgo por la magnitud y el impacto que tiene de cara a la sociedad. Es decir, todas las investigaciones están obligadas a despejar cualquier duda y no dejar margen alguno a la especulación, sobre todo porque el país atraviesa una etapa de transformación que busca consolidarse y para ello, la inseguridad es uno de los principales temas a atacar con firmeza desde las causas como se ha manifestado en varias ocasiones, aunque esto sea motivo de crítica de quienes se oponen al gobierno de Claudia Sheinbaum y, anteriormente de López Obrador.

    De manera responsable hay que rechazar desde la opinión pública, cualquier intento por desvirtuar el asesinato, pero hay que tener claro que, a todas luces, no se trata de un suceso aislado, sino de un ataque directo y eso es lo que exige de las autoridades una actuación impecable para que se llegue a fondo por el bien de la propia sociedad.

    Un luchador social mencionaba hace unos meses que, en algunas comunidades del país, probablemente el crimen organizado realizaría actos delincuenciales que pusieran en jaque al gobierno a partir de los daños colaterales que estos pudieran generar. En mi opinión, no se trata de una consideración descabellada si se toma en cuenta que la descomposición generada por la violencia, atraviesa por todos los ámbitos de la vida pública. Quizá sea buen momento para que todas y todos, más allá de cualquier filiación partidista y de cualquier ideología, caigan en cuenta que no queda de otra más que hacer un frente común que aspire a tener una sociedad en paz.

    Como compañero expreso mi dolor ante este suceso y dedicaré mis oraciones para la familia de Ximena y José, a la compañera Clara Brugada le mando un abrazo sincero deseando que pronto encuentre consuelo de la mano del creador y con la propia familia de nuestros compañeros asesinados; pero al mismo tiempo, clamo por justicia y porque no quede impune este acto que enluta a quienes formamos parte de un movimiento desde hace años. Ximena y José, presentes, ahora y siempre.

    • Luis Tovar
      Secretario General de la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente.

  • La polémica dirigencia morenista

    La polémica dirigencia morenista

    Si uno observa las actuaciones particulares y colectivas de la dirigencia morenista, primero caerá en cuenta en la inexplicable admisión de algunos personajes, otrora acérrimos enemigos del “movimiento”; pero luego, conforme se configura un análisis más a detalle, entonces lo inexplicable pasa al lado opuesto, comienza a tener una explicación que despeja toda duda: el movimiento es preso de la voluntad de unos cuantos donde los liderazgos morales, solo se convierten en referencia de los discursos y no cómo guía y ejes articuladores de la amplia base social que respalda al movimiento en general.

    Y no precisamente hay que reducir el análisis a la llegada de algunos políticos que no pasan desapercibidos al reclamo de la base militante, ese es apenas uno de los elementos que se convierten en motivo de observación y duda, también hay que señalar la manera en la que la pobre dirigencia se muestra incapaz de amalgamar a las demás voces que no cuentan con espacio alguno para expresar ideas y proyectos que institucionalicen la actividad partidista. Dicho de otra forma, las élites herederas de apellidos y no de talentos, cierran a piedra y lodo toda posibilidad de debatir sobre el rumbo que en esta etapa debería tomar el movimiento. Claro que la razón es simple: los amos y señores de las corrientes al interior, pretender engrosar la burocracia partidista con miras a las elecciones intermedias de 2027 y la carrera por la sucesión en 2030 y eso que el gobierno de Sheinbaum no lleva ni un año en el poder. A esto sumemos el acomodo que vienen encontrando los antiguos opositores en diversas áreas de la actividad política gracias a la intervención de los dueños de cada parcela morenista llámese el partido, el senado o la cámara de diputados.

    Por esa razón, resulta necesario identificar una realidad que, conforme pasa el tiempo parece inobjetable, la aparición de bandos (con todo y bandidos) que ven en la crisis de congruencia morenista, una buena oportunidad para hacerse de beneficios a partir de la demagogia ya gastada de “la pureza” o la lealtad a Sheinbaum y López Obrador, salvo admirables excepciones. Esos, a mi parecer, todavía están peor, porque la militancia en general identifica de manera clara quienes son los vividores de siempre del partido, sin embargo, comienzan a aparecer otros vivales de suma hipocresía agitando la bandera de la salvación del movimiento; de todos esos, ni a cuál irle, al menos si se tiene memoria de cómo se construyó en sí este movimiento.

    Estando así el tema de MORENA, no es el crecimiento de la oposición lo que puede provocar años de retroceso en la vida política nacional, sino el propio partido que va caminando a paso veloz en la pérdida de legitimidad, primero hacia quienes confiaron en el movimiento, lo construyeron o de manera noble se hicieron parte de él, y, posteriormente, a quienes hoy dan su respaldo a la presidenta de la república. Claro está que a Alcalde, Luisa María, poco le importa mientas se garantice a sí misma brincar a otra posición terminando la presidencia; de igual forma, poco le importa a López Beltrán, Andrés, mientras cumpla con la ambiciosa meta de afiliación, nomás que, en su caso, tiene mucho más que perder: la credibilidad de sí llegó a la secretaría por mérito propio o por ser hijo de quien es.

    Una posdata obligada: Con eso de la guerra de opiniones entre los que defienden el ingreso de personajes nefastos y vulgares versus los que se oponen, hay algo que verdaderamente genera pavor: la descalificación de las vacas sagradas sobre quienes insisten en la crítica constructiva. O sea, el sectarismo vulgar de los primeros reprimiendo desde la comodidad del cargo a los segundos. Qué vergüenza.

  • La ilegitimidad de Niágara Bottling en México

    La ilegitimidad de Niágara Bottling en México

    Cuando un grupo de compañeros nos reunimos en 2018 para discutir sobre la crisis de identidad por la que atravesaban las organizaciones campesinas (encontramos entre otras) dos realidades completamente innegables: la sumisión a los procesos electorales como sinónimo de supervivencia política y la falta de una verdadera causa que fuera más allá de los discursos plagados de lugares comunes. Sin afán de faltarle al respeto a ninguna organización (muchas de ellas han sido parte de la construcción democrática de este país), la crítica dura buscaba generar un clima de conciencia que invitara a las históricas organizaciones de lucha campesina a mirar atrás para retomar los orígenes, refrescarse en lo interno y adaptarse a una nueva realidad que en verdad contribuyera a la emancipación de los campesinos y a la protección de su entorno, especialmente cuando la crisis en el campo se agudiza de manera alarmante hasta estos días.

    Ese mismo año se realizó la asamblea constituyente de la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente y el Respeto a los Derechos Humanos de los Núcleos Agrarios. FUDEMAH A.C. con el propósito de realizar acciones contundentes que se encaminaran hacia la presentación de propuestas claras y programa de lucha que priorizara la defensa del medio ambiente. Los logros son bastantes modestos en estos 7 años, pero a la vez de mucha satisfacción por la conciencia ambiental y social con la que fueron concebidos y por sus alcances. Entre estos logros y tomando en consideración el contexto actual, me atrevo a comentar el caso de la empresa estadounidense “NIAGARA BOTTLING” a manera de demostrar que la lucha organizada no sólo se da con la protesta, sino que también se deben contemplar las batallas legales y la construcción de una vía de comunicación entre los sectores involucrados; claro está, los que son afectados. 

    Hace un año, como Fundación emprendimos una campaña legal en contra de “NIAGARA BOTTLING” pues los actos y hechos que realiza la empresa claramente contravienen las disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de la Ley de aguas nacionales, ya que, de manera rapaz, embotellan nuestras aguas nacionales para su venta al público. Hecho que toma relevancia si tomamos en consideración que el embotellado de aguas nacionales para su venta, conforme al marco constitucional y legal vigente, es una actividad prohibida, es decir, la empresa “NIAGARA BOTTLING” al amparo de una concesión otorgada de manera ilegítima por Peña Nieto en 2018, contraviene todo precepto legal y, en consecuencia, atenta contra nuestra soberanía nacional. Por supuesto que no parece extraño que este ex presidente estuviera interesado en que se otorgara la concesión, tomando en cuenta que la embotelladora se estableció en el Municipio de Soyaniquilpan de Juárez, Estado de México cuando era Gobernador Alfredo Del Mazo. 

    Una concesión es legal indudablemente, ya que la explotación, el uso o el aprovechamiento de las aguas nacionales se realiza mediante esa figura de acuerdo con las reglas y condiciones que establezcan las leyes. De ahí que, para FUDEMAH, resultó de especial importancia analizar cuáles eran las reglas y condiciones que imponen las leyes a los concesionarios de aguas nacionales. Pero si bien se hace énfasis en el carácter “legal” de la concesión con todo y las dudas que provocan la falta de estudios exhaustivos, ésta no precisamente es legítima, sobre todo porque nuestras leyes y su aplicación deben ser interpretadas del modo más favorable a la protección y preservación de los recursos de agua y ecosistemas conexos, como se estableció en el “Octavo Foro Mundial del Agua. Brasilia Declaration of Judges on Water Justice. Brasilia, 21 de marzo de 2018”.

    En ese sentido, FUDEMAH ha demostrado “NIAGARA BOTTLING” realiza a todas luces una actividad prohibida, que atenta contra la preservación de los recursos hídricos y, por tanto, contra la seguridad nacional, afectando los derechos humanos al medio ambiente, al agua y a la salud de la colectividad.

    El resultado hasta ahora es positivo ya que “NIAGARA BOTTLING” se encuentra clausurada gracias a las acciones legales que emprendimos, demostrando así que, ante el poder económico se puede establecer un frente común vigoroso si anteponemos nuestro compromiso con la madre tierra como una de las más nobles causas que debe abanderar cualquier ambientalista. Ante este logro de verdadera justicia ambiental que aún le queda un buen tramo por recorrer, le resta a FUDEMAH mantener el rumbo y buscar de manera permanente aliados de otros colectivos de la sociedad civil con verdadera vocación ambiental y alejados del cálculo político – electoral.  Pero también, con franqueza sostenemos que a la CONAGUA a cargo de Efraín Morales (de quien tengo la mejor de las opiniones) le toca respaldar dichas acciones para que nuestros recursos naturales, nunca más queden en manos de poderosos. Eso para nosotros es justicia en todas sus acepciones.

  • Modestia aparte

    Modestia aparte

    Sin siquiera insinuar (porque el respaldo popular así lo señala y no habría necesidad) que se trata ni más ni menos de una de las mujeres más poderosas del mundo, a Sheinbaum le bastó asumirse como compañera, como una “modesta militante con licencia” con solvencia moral incuestionable para hacer añicos la soberbia de uno que otro (a) protagonista del “neomorenismo” juvenil con la brújula ideológica perdida. Y qué bueno, pero no en sí por el “estatequieto” que ya se está haciendo costumbre proferir a los morenistas desde las conferencias del pueblo en Palacio Nacional, sino porque al menos (y no poca cosa) estas incongruencias no pasan desapercibidas y dejan claro que, en muchos casos, no es la narrativa burda de la oposición afuera lo que se impone, sino los hechos de dentro.

    Del bloque opositor ya ni es tanto la narrativa la que llama la atención, ha invertido tantos recursos de todo tipo para falsearla que terminó por parecerse al cuento de Pedrito y el lobo, pero de lado de MORENA como que no cantan tan mal las rancheras, porque si algo va encontrando el ciudadano en la oratoria usada a menudo, es la ecolalia intencional inspirada en López Obrador. Lo que no entienden en el mundo político, al menos en el caso de MORENA y particularmente en el de la senadora Andrea Chávez, es que se acabó el tiempo de los discursos plagados de generalidades y de justificaciones que atentan contra la inteligencia, tanto del ciudadano en general como de los seguidores de la 4T.

    Pongo un ejemplo: Con este asunto de los “supuestos” pero más que claros actos anticipados de campaña que involucran a la joven senadora de Chihuahua, la protagonista acusó que los señalamientos en su contra por parte del PAN fueron “por llevar médicos y enfermeras a las colonias de Chihuahua”. Habría que decirle a la senadora que el hecho de que una denuncia provenga de un opositor, no le resta valor por más que el emisor carezca de calidad moral. A esto sumemos (otra vez) la ecolalia intencional: ¿Amor con amor se paga? ¿Abajo con el territorio?, ¿Mi gente? ¡Vaya discursos que se ven obligados a emplear para justificar lo injustificable! Y sin afán de ofender (la crítica dura se expone a ser confundida con la ofensa) lo cierto es que, tanto como el acto señalado como los argumentos de la senadora son bastante reprensibles.

    El problema es que los actos de la senadora, es decir, llevar servicios médicos a la ciudadanía, no son precisamente lo que se critica, sino dos cosas que resultan fundamentales y que han sido un eterno reclamo hacia la demagogia política: primero el origen de los recursos y la obligada necesidad de transparentarlos y segundo, la muy evidente acción anticipada de campaña que viola tanto principios éticos como la legalidad; aunado a esto, resulta una pésima señal que la senadora Chávez se crea la fantasía de que el problema es por llevar servicios de salud a la gente, acción que no estaría mal por sí misma y menos siendo una carencia real de Estado norteño, sino por el modo fastuoso que genera muchísimas suspicacias. Diría AMLO en una de sus clásicas ¿Quién pompó? 

    En fin, aquí la cuestión es que no son un tema menor para el morenismo estás malas prácticas sin dejar de lado la posibilidad que tiene la senadora de aclarar la situación, pero poco a poco van saliendo a flote las consecuencias de la dichosa rentabilidad electoral que deja en segundo plano la definición ideológica de muchos que tienen hoy un espacio en el Senado o en la Cámara de Diputados; Por eso, en un ejercicio para ordenar y orientar la casa en bien del movimiento, MORENA no debería esperar que desde Palacio Nacional se le aviente el cambio de luces, sino anticiparse y exigir el irreductible apego a los principios éticos que se han exigido desde siempre, aunque hoy resulte ingenuo pensar que Luisa María Alcalde es capaz de actuar como líder de un partido y no bajo consigna.

    PD. Otra vez bien la postura de la presidenta de la república, está a toda madre que desde esa tribuna y desde la responsabilidad dirigente, se emita una opinión basada en el sentido común, pero… ¿cuántas veces más tendrá que salir durante el sexenio a referirse sobre este tipo de situaciones?

  • Luisa María Alcalde, no queda de otra: administrar el desastre

    Luisa María Alcalde, no queda de otra: administrar el desastre

    Cuando las dirigencias de cualquier partido se desviven por esconder una crisis, ya sea negando directamente su existencia o aparentando que todo marcha conforme los deseos del pueblo, es sinónimo de dos cosas: o la crisis ha llegado a tal grado que no se sabe cómo atajarla, o de plano se avienta la toalla para no hacer algo más allá que administrar el problema; total: un cargo en MORENA te lleva a otro cargo, aunque al partido se lo cargue. 

    Así anda más o menos la situación en MORENA con la dirigencia que por más que se esfuerza, como que no termina de convencer, aparte del flaco favor que le hacen los protagonistas de los señalamientos recientes como el jugadorazo del América que, como político es muy buen delantero  A esto vayamos sumando algo que es cada vez más cierto, la actitud de la presidenta nacional de ese partido que conforme pasan los días, se parece más a la presidencia del perredista Jesús Zambrano, aquel que varias veces se aventó la frase esa de “el muerto que vosotros matáis, goza de buena salud” y que al final, fue el quien lo mató; pues así la joven heredera de los apellidos (y cercanías) Alcalde – Luján, cuya omisión y/o silencio en casos muy específicos (pero ya muchos), pareciera continuarán durante su presidencia, no vaya a ser que la autocrítica desprestigie más al movimiento que casos como los de Cuauhtémoc Blanco (con todo y el consagrado derecho constitucional a la presunción de la inocencia)

    Aquí el problema no está solo en el silencio ante acusaciones de diversas naturalezas, sino también en esa lógica de que todo lo que debe hacer el partido del gobierno es convertirse en un apéndice de éste y erigirse como principal vocero de las acciones de Claudia Sheinbaum. Algo similar al error del PRD de cuando apenas comenzaba a gobernar la capital del país con el slogan es que rezaba “El PRD, gobierna para tu bien”, ¡Caray!, desde que alguien en la izquierda creyó que circunscribir las acciones del partido a las acciones de gobierno era sinónimo de rentabilidad electorera, pues la cosa se jodió. Así anda ahora la presidenta morenista, un día sí y otro también destacando las acciones de gobierno, que no está mal en sí, si no olvidara que en la calle hay muchas más causas por abanderar y que una sola de ellas, una sola de esas causas no le pertenece en lo absoluto a las voces opositoras. Existen, sobreviven y resisten, entonces ¿por qué no acompañarlas?

    La razón parece muy simple, tanto la capacidad como el cálculo político de Luisa María Alcalde le permiten identificar los casos más complicados en la jungla morenista, sabe perfectamente cuales de ellos pueden tener mayor impacto negativo para el movimiento. Aquí la capacidad se entrelaza con la conciencia y se opta por una decisión moralmente correcta, pero el cálculo político se cruza con la conveniencia y se opta por una decisión políticamente correcta, de queda bien.

    Así lo muestra el caso de Yunes, donde más allá de dar una respuesta contundente, responde con tibieza y no de la manera enérgica que ameritaba el caso, situación que causa verdadera lástima cuando historiadores de la Cuatro T sentados en la soberbia conferida por el título de vacas sagradas, aplauden una postura timorata siendo que lo que se ocupa es el repudio a la trayectoria del expulsado panista que decidió ser morenista y al que le dijeron cantinfleando que no puede ser morenista (aunque lo haya pedido) porque no ha renunciado al PAN. ¡No señores!, ¡no sean ridículos y digan cómo es! no puede ser morenista porque sencillamente ofendería a su militancia, ¡basta de guardar las formas para que no se enojen en el senado! 

    En fin, el muerto que aun nadie quiere matar, en realidad ya lo están matando. El problema es que afuera, de manera paciente, se va gestando un nido de inconformes que empiezan a tomar forma para asaltar al movimiento, se alimenta poco a poco de las entrañas del morenismo y opera bajo el cobijo del presupuesto, ojalá no sea tarde cuando Claudia Sheinbaum descubra quienes son y con quien se juntan.

  • Lo que está parejo no está chipotudo

    Lo que está parejo no está chipotudo

    Menos cuando se trata de esclarecer si alguien es víctima de persecución política y menos si hay de por medio algún tipo de violencia de cualquier tipo contra cualquiera, especialmente cuando se trata de las mujeres.

    Pero todo esto viene a colación del suceso en la Cámara de Diputados donde el actor del desaguisado vuelve a ser Cuauhtémoc Blanco. Para empezar, vayamos un poco atrás: el gobierno de Morelos durante el sexenio del ex jugador pasó con más pena que gloria; desde su nada atinado ejercicio de gobierno, hasta las diversas acusaciones tanto de corrupción como el abandono del estado dejándolo a merced de sus operadores.

    Esto por supuesto que no pasó desapercibido por la entonces candidata a la presidencia de la república quien, en un acto a puerta cerrada, señaló el entorpecimiento de las acciones de Cuauhtémoc al proyecto de la entonces candidata a gobernadora. No obstante lo anterior y fiel a la dinámica de MORENA de tapar el sol con un dedo, se premió al ahora ex gobernador con una diputación federal que más pareciera servirle por aquello del fuero que por el aporte legislativo que pudiera ofrecer.

    Ahora el problema está en esta serie de acusaciones que se vienen encima para el morenista; por supuesto que en este país (se supone) existe la presunción de la inocencia, pero la cuestión acá radica en el impacto negativo que se genera hacia la ciudadanía. Digamos que más allá de adoptar una posición firme y clara en la que se someta el señalado al marco de la legalidad y la legitimidad, se opta por operar para que la maquinaria aplastante de la mayoría, no permita que se investigue si existe o no alguna falta, más allá de la gravedad del supuesto o probable delito.

    Eso es lo que hoy en día lastima al movimiento, que lejos de que MORENA se auto obligue a demostrar la probidad de todas y todos sus principales liderazgos, se prefiera dejar trozos enormes de dudas que comienzan a fracturar la vida interna del movimiento en general. Esto no significa que se ponga a Cuauhtémoc como culpable en automático, sino que pareciera o se da la impresión de que lo verdaderamente importante es cobijar al señalado que demostrar su inocencia por los causes adecuados o como resultado de las investigaciones.

    Nuevamente mal, muy mal queda MORENA en la Cámara de Diputados de frente a la nación, se sigue con la lógica de evidenciar las diferencias al interior, de establecer la ley del más fuerte o el que más adeptos tiene para continuar con el control de las voluntades a manera de demostrar un músculo que se va haciendo más flácido para la ciudadanía que sigue creyendo en un proyecto encabezado por Sheinbaum.

    A como están las cosas, todo parece indicar que el proceso de descomposición irá en aumento sin que se vea posibilidad de detenerlo, en una de esas y teniendo el contexto de la aparición de nuevas fuerzas políticas, no se dudaría ni tantito que los de enfrente se organicen y les den un buen susto para el 2027.

  • Disculpa no pedida, culpa aceptada

    Disculpa no pedida, culpa aceptada

    Y si no se acepta la culpa (que es lo más probable) cuando menos vergüenza si les generó a los protagonistas de ese bochornoso momento durante el pasado domingo cuando Monreal, Velasco, Adán Augusto y compañía, no se percataron de la presencia de la presidenta. Puede que la distracción sea una nimiedad como dice Sheinbaum, pero puede que no. Puede que sea cualquier cosa (muy lejana a un desaire), o bien, puede que el suceso sea algo así como un reflejo de que no todos andan en el mismo canal. 

    Claro que el acontecimiento ha sido motivo de diversos señalamientos, empezando por los “opinólogos” del mundo opositor que hasta lo que no come le hace daño, pero también, en honor a la verdad, ha alcanzado la voz crítica de algunos personajes con simpatía o identidad con el movimiento “cuatroteísta” por la desatención. Solo que aquí hay que ser claros: ni muy, muy ni tan, tan; ni es tan poca cosa como para pasar inadvertido ni tampoco es como para desgarrarse las vestiduras y colocarlo en el estatus de “desaire”. Es penoso porque la convocante es nada más y nada menos la líder indiscutible del movimiento social y político más importante de este siglo y, por si fuera poco, se trata de la presidenta de este país. Así que, en un evento de esa naturaleza, la atención se centra en el liderazgo y el mensaje de quien convoca, especialmente por el espíritu de la concentración, lo demás sencillamente es lo de menos.

    Ahora bien, de los protagonistas del hecho habría que decirlo con toda claridad, de manera obligada debían estar pendientes de los movimientos de la presidenta, no por la pleitesía o los protocolos acostumbrados por la vieja práctica política, sino por respeto a la investidura presidencial que un día sí y otro también, deja en claro que la prudencia es una marca que trata de afianzar desde el ejercicio de gobierno. Así lo ha demostrado en diferentes ocasiones cuando ciertos temas de trascendencia como la ley contra el nepotismo o la iniciativa contra la cobranza delegada han generado una serie de polémicas innecesarias. Más que desaire, si se coloca en su justa dimensión, digamos que el suceso se trató simplemente de un descuido.

    Pero el problema aquí no es en sí el descuido, sino todo el contexto en general, ya que si se revisa a detalle, pareciera no tratarse de un hecho aislado, sino de toda una lógica de prestar poca atención a los detalles. Imagínense si una desatención de este tamaño se presenta con la presidenta de la nación, ¿qué no ha de pasar abajo con la militancia morenista o con los simpatizantes del movimiento que no se ven ni se escuchan por ningún lado? Por esa razón creo que el problema es más allá del acontecimiento y que sí es un reflejo fiel de que no todos los liderazgos están conscientes del momento que se vive. Pareciera que todo mundo está más preocupado por la agenda propia que por la situación del país, al fin y al cabo, el espacio les permite trazar una ruta hacia futuro olvidándose penosamente del momento que vive el país y de la necesidad que se tiene de fortalecer al movimiento.

    Estas líneas no pretenden ser una crítica sin ton ni son, no se pretende justificar lo injustificable pero tampoco abonar a la exageración como han pretendido otros medios. Pongamos un claro ejemplo: en el periódico “El Universal” bajo un texto de autoría de Guillermo Sheridan se deja entrever a López Beltrán como artífice de un partido de Estado que ningunea a Claudia Sheinbaum. Ni una cosa ni otra, a estas alturas, la presidenta del país ha demostrado que al pan, pan y al vino, vino; las decisiones de gobierno no se van a someter a capricho de unos cuantos y tampoco se avalarán decisiones que vayan en contra de la voluntad popular. Si alguien está desatento o va contracorriente, lo más seguro es que termine por perderse en el camino. Allá ellos.