Etiqueta: José García Sánchez

  • Los medios viven en guerra fría

    Los medios viven en guerra fría

    Los conservadores, nostálgicos del pasado, no se han dado cuenta que fuera de esa esfera en la que viven el mundo cambio, aunque ellos se hayan quedado en los tiempos de la guerra fría. El comunismo, a pesar de todo, es un tema que los estadounidenses, creadores del fantasma, ya superaron, pero el miedo a este sistema económico persiste en Europa y en segmentos de población cada vez más reducidos pero con espacios en la difusión popular.

    A pesar de que han pasado más de 60 años del auge del macartismo, más de medio siglo, y, en las campañas de México, surgen obsesivamente mensajes que ven a sus contrincantes como enemigos y portadores de un virus llamado comunismo.

    En esencia no saben lo que significa esta palabra, pero basta necesitar colocar en el lado de los adversarios la maldad porque ellos carecen de argumentos suficientemente sólidos como para sustituir el temor al comunismo con sus ideas, que por lo regular son antipopulares, de ahí su necesidad de echar mano a los fantasmas del pasado, que por lo regular son importados de Estados Unidos.

    Todavía hay quienes intentan infundir miedo con el comunismo, y todavía hay quienes le tienen miedo como si fuera algo real. Hablan de una realidad de países donde hay cercos informativos controlados también desde Estados Unidos y su único pecado radica en no coincidir con los lineamientos políticos y económicos del vecino del norte, pero, sobre todo, no obedecer las órdenes del imperio en cadencia de la Casa Blanca.

    Por lo demás quienes tienen miedo desconocen prácticamente todo acerca de países como Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, cuya realidad es distorsionada para sus ojos y son incapaces de averiguar por su cuenta.

    El referente no esconde que se trata de una fantasía para engañarlos, y a pesar de esto confían por hábito en lo que emana de la televisión, porque son los personajes que han tomado por asalto, secuestrado la credibilidad de la opinión pública.

    Como sucedía con los cavernícolas cuando veían llover veían algo desconocido y le temen, se alejan de lo que ignoran, nunca tratan n de entenderlo y menos aún de verificar si lo que se dice de su cotidianidad es cierto.

    Así, es un panorama político desolador para el conocimiento de la historia y la política se desarrolla una propaganda que choca con la lógica, pero armoniza con la ignorancia. A pesar de que nadie ha perdido nada en la actual administración anuncian que de seguir Morena en el poder los mexicanos perderían todo, desde luego hablan de los bienes materiales que les permiten sentirse superiores al resto de los mexicanos, es decir, dicen ser mejores que la mayoría, porque la mayoría siempre estará equivocada para quienes se acercan con esta idea a la monarquía y desdeñan la democracia.

    La guerra fría tomó otros derroteros, los fantasmas de los estadounidenses ya cambiaron varias veces de personajes, ya ocuparon ese lugar los extraterrestres y los narcotraficantes; los chinos y los árabes. Pero una clase conservadora en México revive los viejos mitos del pasado y los convierte en hecho del presente, una realidad que ni siquiera existió en el pasado.

    Todavía hay personas que siguen el viejo ritual del noticiero nocturno, en el que confían como ventana a la realidad, y en los lectores de noticias que sorpresivamente se vuelven analistas políticos de la noche a la mañana, como si leer noticias todos los días representara un curso rápido de ciencia política, sociológica, psicología, comunicación, geopolítica, etc.

    Su capacitación en la teoría política es nula, su único sustento es la fama. Esto quiere decir, que teniendo fama no sólo son conocidos sino que por ese simple hecho, tienen la razón y son portadores de la verdad, aunque en realidad nunca hayan leído un libro completo.

    Esos son los que dan vida a las mentiras del pasado, los portadores del temor a los fantasmas, los oráculos del desastre, los instigadores de la desconfianza en el prójimo, porque desde el momento en que el miedo se apodera de los objetivos de noticias previamente seleccionadas, están trabajando contra la gente, a la que, al manipularla la engañan, le mienten le dan una versión de la realidad muy alejada de lo cierto.

    Siempre habrá medios que difundan verdades, pero su público disminuye todos los días, porque terminan por advertir lo que hay detrás de un sistema de información que no tiene la intención de dar a conocer el mundo sino de colocar los beneficios de un planeta en pocas manos que deja de existir paulatinamente.

  • Líderes de opinión o corruptos

    Líderes de opinión o corruptos

    Cuando el poder cooptó la libertad de expresión, eligió a unos cuantos periodistas, muchas veces sin estudios de comunicación, y algunos otros sin estudios de ninguna especie para convertirlos en líderes de opinión. Es decir, serían los que tendrían información de primera mano y además de sus salarios en sus respetivos medios, reviviría del gobierno un sueldo adicional que muchas veces rebasaba, con mucho, sus percepciones económicas salariales.
    Los líderes de opinión fue un grupo de escribanos que el gobierno, en complicidad con los medios, fue creciendo alrededor de loas a los gobiernos y servilismo a los gobernantes. Pocos estudios, corta inteligencia, fáciles de manipular, pero todos con una característica común: ambiciosos a ultranza.

    Así, crecieron como parásitos del gobierno, con cargo al erario público una serie de comentaristas de la política que cobraban por todos lados y, por si fuera poco, hilvanados entre sí por relaciones con funcionarios públicos de altos vuelos, quienes le filtraban información cierta y falsa, que ellos difundían como real, lo cual les otorgaba grandes ganancias, pagadas con cheques del IMSS, del ISSSTE, de Obras Públicas, etc. se les daban concesiones, comisiones por negocios inexistentes, negocios personales, lugares para sus hijos en universidades públicas, becas en las privadas, entre otros privilegios.

    La tendencia de los medios fue dando cada día más reflectores y la intensidad de las palabras de los “líderes de opinión” era mayor, a grado tal que llegaban a destapar candidatos y hacer que ganara o perdiera alguno de ellos. Desde luego que nunca atentaron contra el status quo, siempre disciplinados con los dueños del dinero y los amos del gobierno. Nada de críticas, mentiras sí, pero información que cuestionara la legitimidad de los gobernantes, nada.

    Los comunicadores que cuestionaban la honestidad de los gobernantes, funcionarios públicos, legisladores de los gobiernos, eran castigados, cesados, amenazados, asesinados, desaparecidos, encarcelados, vetados, etc.

    Así, fuero haciéndose no sólo ricos sino millonarios a costa de la pobreza de la gente. Cuando se descubre que cientos de niños con cáncer dejaron de ser atendidos en los hospitales de salud pública porque l presupuesto lo habían chupado ellos, la gente no sólo los dejó de tomar en cuenta como informadores sino como sus enemigos, incluso llegó a odiarlos, como mucha gente que se sintió defraudada, afectada y luego engañada.

    Se hizo conciencia social del daño que le había hecho al país y una vez que se dieron cuenta de todo, la población empieza a dejarlos solos, sus programas bajan de rating y los propietarios de los medios los cambian, los desechan o los cancelan. Ahí están los ejemplos de Carmen Aristegui, Javier Solórzano, José Gutiérrez Vivó, entre otros.

    Así ha sido la suerte de varios de ellos, quien sin el apoyo de su auditorio y las pérdidas de imagen en los medios para los que trabajan se les da de baja por inconsistentes en su trabajo. Pero ante la necesidad de reivindicar su orgullo dicen que fueron censurados, entonces se crea una lista que solitos descubren su origen por la forma de escribir y sus objetivos a defender.

    Entre los que se dicen víctimas de censura están: Ricardo Alemán, despedido de TV Azteca, ADN40; de Televisa, Foro TV; y de Canal 11; Carlos Marín, cambiado de puesto como dirección editorial de Milenio; Carlos Loret de Mola, despedido de Televisa, Hoy; y de Radio centro; Jorge Ramos Pérez, despedido de El Universal; Carlos Ramos Padilla, despedido de ABC Radio; Adela Micha, despedida de Televisa ; y de El Heraldo; Rubén Cortés, despedido de la dirección de La Razón; Jesús Martín Mendoza, despedido de Radio Centro: Víctor Trujillo, despedido de Televisa; y de Aire Libre; Pablo Hiriart, despedido de La Razón, y de la Dirección General de Información Política y Social de El Financiero; Fernanda de la Torre, despedida de Milenio; Roberto Blancarte, despedido de Milenio; Guillermo Valdés; despedido de Milenio; Federico Berrueto, despedido de Milenio; Sergio Sarmiento, despedido de TV Azteca; Carlos Alazraki, corrido de TV Azteca y de El Universal. Y la última carcajada de la cumbancha: Azucena Azucena Uresti, de Milenio.

    Ninguno de ellos está fuera del aire, o en la banca, jubilado, o en el silencio. Los victimarios de la libertad de expresión son ellos.

    Claro, en muchos casos son producto de recortes de personal producto de la suspensión o disminución del subsidio del gobierno, vía convenios. Otros dejaron de tener público ante el desenmascaramiento de sus verdaderas labores de encubridores, otros cambiaron de trabajo, otros pusieron su propio negocio de mentiras. Lo cierto es que dejaron de tener el público que antes tenían, y los medios en lugar de reconocer que son inconsistentes y que es su propia estructura la que expele a su público, responsabiliza a sus peones, culpándolos de lo que ellos adolecen desde su nacimiento.

    La mayoría de ellos se mantienen en otros foros, donde nunca han sido censurados ni despedidos, ni coartados. Simplemente gozan del subsidio que los conservadores otorgan a cambio de sus mentiras. Pero nunca censurados. Todos tienen dinero como para montar una empresa propia, dinero que le fue arrebatado al presupuesto, propiedad de los mexicanos.

    Al ver estos “líderes de opinión” que su público disminuía, radicalizaron su discurso, colocaron en él cada día más mentiras, y colocaron en un sitio cuya ubicación desconocían: la crítica y empezaron a cuestionar sin pruebas, a acusar sin evidencias y a criticas sin bases. La inconsistencia que los caracterizaba terminó por volverse basura. Una basura muy bien pagada, por eso prescindieron de ellos.

    Todos ellos se dicen víctimas, pero de sus propios excesos, se montaron en el tren de una represión inventada y de una supuesta censura que no existe ni en su imaginación, porque mentir es su vocación. En eso cimentaron su apodo de líderes de opinión, una especie, por fin, en extinción.

  • Programas sociales y el chantaje

    Programas sociales y el chantaje

    Los programas sociales no los inventó la 4T, tienen una larga vida desde los regímenes anteriores; sin embargo, se habla de ellos como parte de la carencia de consignas para una oposición que percibe su existencia desde su muy particular interpretación.

    El comentario más facilón y superficial radica en la afirmación de que los mexicanos votan por Morena por temor a que les quiten los programas sociales. Quienes reciben este tipo de derechos, que no de apoyos, saben, porque se les informó desde todas las tribunas oficiales y oficialistas que los programas nadie se los puede quitar. Se elevó a la categoría constitucional, de tal suerte que gobierne quien gobierne no pueden arrebatarle los beneficios del bienestar que el gobernó tiene por obligación otorgar.

    Durante los regímenes anteriores el chantaje a través de los programas sociales representaba una presión para votar a favor del PAN o del PRI. Ahora, la ciudadanía que recibe estos recursos ha sido informada por folletos, donde se les aclara que nadie, ni López Obrador ni morena, puede quitárselos.

    Los ciudadanos que reciben los beneficios de los programas sociales han dejado la ignorancia que les hundía en la zozobra. Saben que nadie les puede quitar el recurso, gane quien gane. Pero una parte de la sociedad, desinformada y con la intención de desinformar, asegura que la intención del voto favorece a Morena por los programas sociales, lo que es peor, por el miedo a que les quiten los programas sociales.

    La oposición, como es su costumbre, crea dudas mayores y afirma que el gobierno culpa a sus candidatos de tener entre sus objetivos quitar los beneficios sociales a los mexicanos. Los legisladores de la derecha negaron su voto a la aprobación de dichos programas, posteriormente los descalificaron, luego los cuestionaron, los vieron como un imposible, les negaron eficacia, los criticaron por crear vagos, y holgazanes.

    Den su delirio por el pasado no sólo consideran la posibilidad de que regrese el Seguro Popular que era una burla para los mexicanos sino que involucraron la promesa absurda de regresar el sueldo vitalicio a los expresidentes. Es decir, para ellos son más importantes los expresidentes que la mayoría de la gente, pronto se dieron cuenta que los expresidentes no votan sólo hablan, y cambiaron de opinión.

    Los programas sociales son un derecho consagrado en la Constitución, nada tiene que ver ni con los que gobiernan ni con las preferencias partidistas de los beneficiarios. Se dice en todos los rincones done el beneficio es otorgado. No es lógico que todavía una clase media poco informada y peor ilustrada insista en la fragilidad de los derechos de los mexicanos, que así haya si la costumbre del pasado no significa que se siga teniendo leyes vulnerables ni decisiones populares frágiles.

    Los lineamientos de igualdad entre la población no debilitan las leyes, instaurada en este sexenio, las fortalecen. Aunque haya quienes se nieguen a aceptar que todos somos iguales, sobre todo ante las leyes, la legislación se vuelve más sólida en cuanto se debate sobre sus reformas, incluso cuando se cuestionan sus cambios.

    Los programas sociales no sólo son parte de los derechos de los mexicanos sino el vehículo de conciencia que su percepción de la política obtiene; es información obligada sobre el rumbo de la política y el estado de la economía.

    Nadie de quienes reciben los beneficios de los programas sociales teme, en este momento que les vayan a arrebatar ese derecho. Sólo existe en la mente de quienes, desde la comodidad que implica no necesitarlos pero sí los reciben, una duda mal intencionada sobre lo que es derecho, sociedad y la fuerza de una población que despertó. Despertó en la oscuridad de la noche más oscura de la historia, pero despertó.

  • El fantasma de la inseguridad

    El fantasma de la inseguridad

    Para la derecha la inseguridad siempre será un tema vivo, y aunque no haya índices alarmantes, su vocación represiva tiene como pretexto el combate a la delincuencia como una manera de mantener el control social.

    Desde el inicio de la actual administración la obsesión de la oposición por colocar como el problema social más grave a la inseguridad, de tal manera que en nombre de la seguridad pueda mantenerse un estricto control social.

    Para la derecha el Estado debe proteger, no ser mandatario de la voz del pueblo como es natural en la democracia. En una evidente herencia de la monarquía, que trabaja incluso contra la voluntad del pueblo, en nombre de éste. Fingir protección y cuidado a cambio de sumisión es uno de los puntos más oscuros de la lucha contra una inseguridad que suele ser exacerbada.

    En nombre del combate a la inseguridad se militarizan países enteros, entendido esto como el control de calles y caminos por los militares, de tal suerte que las libertades quedan condicionadas a la voluntad de los funcionarios públicos, desde donde deciden lo que debe informarse y lo que es necesario callar, en nombre de la protección de la población. Incluyendo desde luego, las voces disidentes.

    Así, mientras mayor es la “protección” se extiende la represión que justifica detenciones arbitrarias, encarcelamiento bajo sospecha, castigo a la disidencia en nombre de la seguridad, desapariciones por accidente, etc.

    Es la derecha la que ha creado este esquema de anunciar inseguridad, incluso provocarla y magnificarla en los medios a su servicio, sobre todo en tiempos electorales. Se le crea a la población la idea de que mientras más control social hay, es mayor a garantía de seguridad, aunque sea el propio gobierno el que produce y reproduce la sensación de peligro.

    Porque es en el miedo en donde se basan las medidas represivas y antes de aceptarlas, la población debe aumentar su nivel de miedo, que justifiquen las medidas represivas de un gobierno autoritario que reprime en nombre de una inseguridad inexistente, por lo menos en los niveles que quieren impulsar su autoritarismo.

    Desde la educación hasta la información le miedo es la contante para preparar a generaciones futuras no sólo al temor por la inseguridad sino a la obediencia social que, al adoptarla sin condiciones, consideran que implica una seguridad total para la integridad de todos y cada uno de los miembros de una sociedad.

    La percepción de la inseguridad se da a conocer con casos particulares, aislados, prácticamente sin trascendencia, pero son los que llegan al sentimiento del auditorio que quieren asustar. Así, el accidente de un menor, el robo a una familia, el golpe a una anciana, el maltrato a un niño, son los mejores temas para que la gente considere que vive un ambiente inseguro.

    De esta manera, el periodismo deja de ser una actividad social para convertirse en un anecdotario de accidentes domésticos, donde la sensibilidad priva sobre la razón, y la percepción de miedo puede llegar con mayor rapidez e impacto al espectador de noticias que si se tratara de cifras sobre la criminalidad o el secuestro.

    Es decir, mientras haya un individuo que sufra de un acto de delincuencia, seguirá imponiéndose el criterio de inseguridad sobre una lucha integra, organizada. con estrategia contra la delincuencia.

    La individualidad deja huellas imborrables en quienes la padecieron, incluso quienes tuvieron un incidente hace 10 o 20 años. Esa acción les sirve para advertir a los demás que hay inseguridad desatada. No hay de por medio ni evolución del gobierno, mucho menos de la sociedad.

    El miedo impone criterios y necesidades, hace que cada ciudadano en lo particular pierda su sentido de solidaridad porque el vecino puede ser un delincuente encubierto. Puede tratarse, en realidad, de un narcotraficante y debemos cuidarnos hasta de nuestra sombra porque la inseguridad no perdona ni edad, ni raza ni clase social ni religión.

    Si la inseguridad se vuelve en el mejor antídoto de la organización social, a través de la imposición del terror ante todo y por todo. La calle, incluso la casa, se constituyen en campos de batalla donde luchas diariamente el bien contra el mal. Todo porque la inseguridad es, según los conservadores, el problema más grande del país.

  • PRI agoniza en Veracruz

    PRI agoniza en Veracruz

    Algo tiene Veracruz que expulsa a los priistas de su partido. Con un candidato que no llega al 20 por ciento de la intención del voto para la gubernatura, ni reúne 20 personas en sus eventos, prefiere rescatar grupos rechazados de partidos como Antorcha Campesina, grupo repudiado por sus corruptelas y su violencia contra la población.

    Ahora el ingenuo de Pepe Yunes los recibe con los brazos abiertos ante la falta de otros apoyos, incluyendo el del PAN nacional, cuya dirigencia no se ha asomado a Veracruz a levantarle la mano como lo ha hecho con otros candidatos.

    Sin representación legislativa en la entidad, con un rechazo total a todo lo que huela a PRI, con contrincante del partido más fuerte que nunca en la historia de la entidad el priísmo agoniza en ese estado, como un aviso de la desaparición total.

    Pero las desbandadas en el PRI de Veracruz a pesar del inexplicable optimismo de imberbe Yunes continúan, se cierran oficinas en algunos municipios que anteriormente se veían repletas de gente y ahora no asisten ni a trabajar, principalmente en la zona de la Huasteca.

    La mayoría de las deserciones son silenciosas, pero constantes. Las de algunos personajes son mediáticas y dañan sólo la imagen, mientras las masivas afectan la estructura que en Veracruz parecía sólida, ya no lo es.

    En estos días hubo una sensible baja en el PRI veracruzano, un mito en el priismo de la entidad, Eduardo Andrade, quien se afilió al PRI siendo adolescente ya no quiere saber anda del partido en el militó por muchos años. El político afirmó “Fue penoso ver a Pepe Yunes levantarle la mano a Xóchitl Gálvez”.

    Eduardo Andrade fue diputado del Congreso de la Unión, senador, y presidente del Congreso de Veracruz entre 2010 y 2013, quien comenta que nada tiene que hacer la alianza opositora en Veracruz, anuncia una derrota sin precedente en ese estado.

    Anteriormente el llamado Grupo Veracruz, se llevó consigo a todos los legisladores locales a Morena, encabezados por Anilú Ingram Vallines, esta desbanda suman más de mil priístas en camino a engrosar las filas de Morena.

    Andrade subraya que, aunque en el pasado ha tenido diferencias con el partido sobre procedimientos internos, las actuales discrepancias son de fondo y lo llevan a tomar la decisión de renunciar.

    El PRI sin candidato está pronosticado como un segundo lugar en las elecciones estatales, con una muy amplia diferencia en el número de votos respecto al primer lugar. Al llegar Pepe Yunes, esa diferencia crece. Con la misma línea de los candidatos de cuestionar todos y cada uno de los discursos del partido en el poder y descalificar sus obras, no esconde su falta de proyecto.

    Hasta para absorber el descontento son incapaces los priistas no sólo en Veracruz sino en el resto del país, La derrota de cualquier partido que compita con Rocío Nahle está pronosticada con precisión. Anteriormente Veracruz era un bastión priista, a grado tal que fue el lugar donde primero se mostraron los excesos de un autoritarismo represivo que laceró no sólo la vida de sus habitantes sino las simpatías hacia ese partido, que ahora se desmorona en las manos de sus dirigentes y candidatos.

  • Medios, entre el negocio y la información

    Medios, entre el negocio y la información

    El próximo sexenio las empresas periodísticas que tuvieron en el pasado altas ganancias deberán definirse entre el negocio y la información. El próximo gobierno de la 4T anunció que continuará con las conferencias matutinas y esto es, en realidad, un golpe mortal para para el viejo estilo de hacer periodismo convencional en México.

    Los medios mexicanos no pueden resistir seguir por el mismo camino adoptado durante más de un siglo al vivir bajo el subsidio del gobierno para hacer de uno de los pilares de la democracia un negocio. Este negocio implica todavía mentir para ganar terreno político y desgastar al enemigo que es el gobierno.

    Con la consigna generalizada de evitar, a toda costa. Cualquier tipo de regulación de por medio que por lo menos exhiba a quienes mienten de manera más punitiva. La opacidad en las finanzas de los medios sigue siendo un misterio para la sociedad que cada día es más exigente en transparentar sus ingresos, tanto en cuestión de publicidad y propaganda, para que se aclare si es espacio pagado, como en la rigidez de quienes los integran para que se apeguen a la verdad.

    Los medios en su rol de empresas están destinadas a retomar el camino tradicional en México porque en el historial de deudas al fisco, excesos, abusos, impunidades, anomalías, complicidades no pueden continuar en la misma temática y debe cambiar de rumbo. El sexenio actual fue útil para que la gente pudiera tener conciencia de la falsedad de los medios, desde luego, habrá quienes quieran seguir consumiendo sus informaciones, incluso a sabiendas de que son mentiras, pero cada día son menos.

    México es el campo de batalla mediática donde se enfrentan a muerte dinero contra verdad. Se trata de mucho dinero, mucho y nada, pero nada de verdad. Los medios convencionales tuvieron varios años para cambiar de acuerdo a la historia, porque estaban acostumbrados a escribir su propia historia, pero no fueron capaces de adaptarse y continuaron trabajando de la misma manera deshonesta, esperando un milagro.

    Los medios pueden seguir siendo un buen negocio, pero no tan buen negocio como cuando los mantenía el gobierno. Aquí el problema surgió desde el momento que el medio en cuestión era la nave nodriza de otros negocios, lícitos e ilícitos, que se anunciaban gratis en dicho medio.

    Así, se desconocía a ciencia cierta, lo que pudiera haber recabado sin sus “cortesías” a las empresas hermanas, para compensar, por lo menos en apariencia, la falta de ingresos a la publicidad existente, estaba el subsidio del gobierno que nunca auditaba a los periódicos y la supervisión interna era muy laxa o inexistente.

    Si los medios en México en realidad tuvieran publicidad de empresas reales, que anda tuvieran que ver con los mismos propietarios del medio, sería un buen negocio, pero ni siquiera lo han intentado.

    Enrique Peña Nieto se gastó $4,195 millones en publicidad oficial durante su primer año de gobierno. El monto total es 7.8% superior a los $3,890.4 millones recaudados en 2013 por el impuesto sobre los depósitos en efectivo y equivale al 74% del monto que se planea recaudar en 2014 a través del impuesto sobre los alimentos no básicos con alta densidad calórica.

    Esto sin contar con los salarios, canonjías, regalos, privilegios, invitaciones a columnistas, reporteros, editores, etc.

    Durante la larga época de hegemonía del PRI no había reglas, ni información, ni transparencia ni mucho menos rendición de cuentas. El proceso de cambio político iniciado en la década de los setenta del siglo XX detonó un mayor escrutinio a partidos y gobiernos y, fundamentalmente a través del periodismo de investigación, se empezó a conocer de escándalos de corrupción y del fondeo ilegal y gasto excesivo de campañas políticas.

    Uno de los primeros casos documentados fue el de Tabasco, en 1995, cuando compitieron por la gubernatura Roberto Madrazo (PRI) contra Andrés Manuel López Obrador (entonces del PRD).

    Siguieron después los casos de los “Amigos de Fox” y del “Pemexgate” en la elección presidencial de 2000, cuando compitieron Vicente Fox (PAN-PVEM), Francisco Labastida (PRI) y Cuauhtémoc Cárdenas (mediante una coalición encabezada por el PRD). En el caso de Tabasco no hubo sanción, pero en el segundo caso la hubo tanto para el PAN como para el PRI. En ninguno de los dos el castigo sirvió como disuasivo para evitar la conducta en el futuro.

    Detectar el dinero ilegal que entra a las campañas es una tarea muy compleja en cualquier parte del mundo. Lo es más en uno como el nuestro, en el que el sistema de justicia carece de las capacidades de investigación necesarias y de la voluntad política para hacerlo. Incluso trabajos periodísticos y académicos que exhiben gastos excesivos e ilegales pocas veces son investigados y menos aún castigados.

    En México ha privado una especie de “pacto” o “intercambio” de impunidad que se resume en la frase de “tapaos los unos a los otros” y que ha funcionado a la perfección. Se vale exhibir, pero no perseguir; se vale denunciar, pero no consignar. La democratización de las elecciones trajo la democratización de la corrupción.

  • Veracruz sin PRI

    Veracruz sin PRI

    El PRI y su candidato a la gubernatura sigue desmoronándose en Veracruz, ahora renunció a ese partido el ex presidente municipal de Orizaba, Igor Rojí, ex presidente de la Canaco, con 39 años de militancia. El PRI mantiene una dinámica de deserción sin precedente en la entidad.

    Anunció que se sumará a Morena. Junto con el alcalde se van prácticamente todos los priistas del municipio, que se ha caracterizado por su lealtad al tricolor., así como comenzaron a salirse los diputados locales, así lo harán en muchos municipios de la entidad da ante la imposición del candidato, el autoritarismo del líder nacional y la fragilidad de la honestidad del partido. El actual presidente municipal, Juan Manuel Diez, también ha mostrado pocas coincidencias con el partido al que pertenece.

    La política en Veracruz, y, por lo tanto, la democracia tiene a su peor enemigo en algunos medios que llegan a afirmar que Pepe Yunes es el candidato del PAN, PRI y PRD, cuando lo propuso el PRI, lo cobijó el PRD, pero el PAN que ya ha sido gobierno en la entidad, no aprueba ni rechaza esta endeble candidatura; sin embargo, se apresuran por darle una importancia que todavía no tiene.

    El PAN nacional no ha dado su anuencia, Marko Cortés, siempre tan solícito para apoyar las candidaturas, y quien da la última palabra en estos casos se ha mantenido callado respecto a esta candidatura, por lo que podría cambiarlo a última hora, por uno de sus correligionarios. Cuando algunos de los líderes estatales del PAN lo acogieron como candidato el servil candidato priista, desesperado porque el PAN le hiciera caso, dijo: “Es un honor ser candidato del PAN”, aunque todavía no lo sea oficialmente.

    El PRI ha dejado de tener representación legislativa en la entidad y difícilmente recuperará el poco espacio que poseía en el Congreso local. A pesar de que el tricolor tiene un mayor arraigo en cuanto a bases sociales que el PAN, en Veracruz el PRI se fue para no regresar a la gubernatura desde 2016. Los actos de precampaña de Pepe no superan los 20 asistentes en ningún momento.

    Lo mismo no falta quien asegure que la ex diputada de Morena, Mónica Robles, actualmente en la banca, es la segunda en la lista de senadoras plurinominales por Veracruz, cuando todavía las listas no se publican y las encuestas aún no terminan para definir dichas posiciones. Los medios la colocan como “precandidata a la segunda fórmula de Morena al Senado”.

    Este tipo de aventuras mediáticas pueden descarrilar no sólo el camino de Robles sino terminar con su carrera política. Mónica Robles es hija del propietario de un medio informativo en Veracruz, y algunos otros espacios quieren quedar bien con u no y otro, pero lo que hacen asegurando que ya está en la lista es bajarla de las candidaturas de por vida.

    El PRI echó profundas raíces en la prensa de Veracruz, en cuyos espacios es en el único lugar que tiene importancia ese partido. En realidad, los medios hablan de un partido que no existe y de un candidato prendido de alfileres en el camino hacia la gubernatura.

    Como es tradición en los candidatos de oposición Pepe Yunes tiene como centro de su discurso las críticas al actual gobierno estatal, y no le interesa mentir con tal de desgastar, cuando la población ha despertado al letargo en el que el PRI la mantenía engañada con más de un ex gobernador que ha sido huésped de sus cárceles.

  • Ultraderecha fuera de las urnas

    Ultraderecha fuera de las urnas

    Si la ultraderecha tuviera presencia real en México, el Yunque no hubiera necesitado montarse en el PAN para sobrevivir, se hubiera lanzado solo como fuerza política y sería un partido, como sucede en otras naciones, principalmente en Europa. América Latina nunca ha sido un terreno fértil para la ultraderecha. El conocimiento de la historia de nuestro país es el mejor antídoto contra este regreso al pasado, aunque esta condición indispensable puede convertirse en confusión para definir dónde empieza la ultraderecha y terminan la derecha.

    La ultraderecha en México tiene fuerza económica, mucho dinero en pocas manos, pero no potencial político ni social: de ahí que tenga la necesidad de colgarse de sus similares menos radicales, aunque no lejanos a sus preceptos anacrónicos. La historia de México muestra una constante lucha entre conservadores y liberales, donde, por lo regular, ganan estos últimos, aunque sea en apariencia. Esta lucha a lo largo de nuestra historia es similar a la que guarda el maniqueísmo entre malos y buenos.

    El actor Eduardo Verástegui, quiso ser candidato independiente a la Presidencia de la República y acudió a ese bastión de la ultraderecha llamado Feria Internacional del Libro de Guadalajara, para recaudar firmas, le fue muy mal. Debió reunir, por lo menos, 25 mil 327 apoyos diarios, entre el 5 de diciembre del 2023 y el 6 de enero del 2024, para completar la cuota mínima de 961 mil 405 firmas de respaldo que le exige el INE para participar en los comicios del domingo 2 de junio del 2024. No lo logró.

    El rechazo de los mexicanos hacia la ultraderecha es definitivo, a pesar de que también acudió el 12 de diciembre a la Basílica de Guadalupe, a recaudar firmas, pensando que ser católico implica ser fascista. Ante tal situación el actor pidió un plazo mayor al INE para reunir firmas, pero le fue negado, a lo que respondió molesto: “Habrá consecuencias”.

    Javier Milei, presidente de Argentina de ultraderecha, estuvo en México en noviembre de 2022, al asistir a la reunión de la agrupación ultraderechista Conferencia Política de Acción Conservadora realizada en la Ciudad de México, donde estrechó la amistad de Eduardo Verástegui, anfitrión del evento.

    Al conocer el triunfo de Javier Milei, Eduardo Verástegui se trasladó a Buenos Aires para regalarle una playera con la imagen de la Virgen de Guadalupe como señal de admiración al fascista recientemente ungido. La prensa siempre en subasta, trata de desacreditar a los liberales llamándole al gobierno de Milei ultraliberal, evitando el término ultraderechista y confundiendo a los legos en historia nacional.

    Verástegui y Milei son muy similares a la hora de crear un proyecto político. Esta situación llegó a grado tal que el argentino exclamara que el actual gobierno de Argentina era el orgullo del Fondo Monetario Internacional. Ni quien lo dude.

    El antecesor de Milei no sólo evitó en lo posible endeudarse más con el FMI sino renegociar la deuda. Éste pide prestado para que los ricos de su país tengan más dinero. Nadie quisiera imaginar el destino de México en manos de un personaje como Verástegui, quien al final de la precampaña lleva 1.5 en la intención del voto.

    Las violaciones a la dignidad humana en Argentina seguirán, por lo menos mientras Milei está en el poder. La recuperación también tardará el tiempo que este sujeto esté en el gobierno. Desde luego que no será un año en llegar el equilibrio económico a ese país como anunció el flamante presidente ultraderechista, por lo menos 20 años, así que la migración de argentinos hacia el norte del continente y Europa seguirá engrosando los conflictos de migración en el continente.

  • ¿Estará el PRI en la boleta de Veracruz?

    ¿Estará el PRI en la boleta de Veracruz?

    Si Pepe Yunes continúa como candidato de la oposición para la gubernatura de Veracruz llegará muy debilitado al día de la jornada electoral. Con un partido sin representación en el Congreso local y podría no aparecer en la boleta, si así lo solicitan otros partidos. Pepe Yunes prácticamente se borra, a menos que concurse por otro partido, es decir por el PAN o el PRD, partidos que no se definen respecto a su candidatura.

    La soledad en la que se encuentra Pepe Yunes trata de compensarla con información pagada en los medios con sus propios recursos. Que debe costarle mucho dinero por las reiteradas alabanzas, desde luego, injustificadas, que muestran más su soledad. El PRI se desmorona cada día más en Veracruz y los intentos por evitar el naufragio no sólo son evidentes y desesperados sino obvios e inevitables.

    Si hay cambio de candidato toda la verborrea respecto a su persona acerca de que es el mejor veracruzano se vendría abajo. Habrá otros mejores que Yunes inevitablemente y serán los que no pierdan el miedo al ridículo. De hecho, se habla de que será sustituido por una mujer panista, del bando de los Yunes Linares, porque la debilidad del tricolor en Veracruz huele a muerte.

    Si el partido en el poder, o cualquier otro, solicitara que el PRI no estuviera en la boleta, pudiera lograrlo, el desgaste al tricolor es irreversible. La reciente visita de la candidata X a la entidad en lugar de darle reflectores a Pepe Yunes, fue contagiado de antipatías que es lo único que provoca la candidata de la oposición.

    Pepe Yunes no alcanza a reunir más de 20 personas en sus actos de precampaña y esto se suma a las preocupaciones de la oposición porque sabe que en Veracruz nada tiene que hacer, menos aún con un candidato tan desgastado y poco apreciado como el peroteño, quien se ha dado a la tarea de buscar ex panistas para compensar el silencio del PAN estatal y nacional respecto a su candidatura.

    Es el caso de Joaquín Guzmán Avilés, quien fuera líder estatal del blanquiazul, encabezó una reunión donde lograron reunir a 17 personas, más ellos dos. Este pequeño grupo, con la representación del ex líder panista solicitó al comité estatal de ese partido que cobije a Pepe Yunes, pero su intervención no es suficiente para que el proceso abarque al PAN y tenga sustento su candidatura, porque, por el momento es sólo un intento por ser candidato. El líder nacional del PAN sigue diciendo, sin piedad, que su candidato a la gubernatura se dará a conocer hasta finales de enero, mientras Yunes ya comenzó campaña como si fuera candidato de la oposición.

    La estructura del PRI en Veracruz estuvo sostenida principalmente por los medios de información. Más que consignas o trabajo con las bases, eran los medios los que fortalecían las figuras públicas del tricolor. Ahora, ante una toma de conciencia de la población, ese partido vive sus últimos días, aunque no deja de acudir a las instancias mediáticas que siempre le favorecieron su nada honorable complicidad.

    El hecho de que el PRI no tenga bancada en Veracruz crea vacíos que no están contemplados en la ley, por lo tanto, queda a la decisión de los tribunales electorales saber si aparecerá el logo del PRI en las boletas del 2 de junio para la gubernatura.

    La candidatura real de Yunes todavía no es real ni su nombre forma parte de la competencia final en las urnas.

  • Argentina, peor que Nicaragua o Cuba

    Argentina, peor que Nicaragua o Cuba

    Los progresistas nunca dirán que si votan por la X, estaremos como en Argentina., mostraría no sólo ignorancia sino una mala intención que debe estar excluida del debate político en una democracia. Cada país tiene características propias aunque pertenezcan una misma región.

    Las circunstancias de Argentina son lamentables, su calidad de vida para la mayoría de los argentinos, es menor que la de los cubanos, los nicaragüenses o venezolanos. Situación que crea Mauricio Macri, que no le permitieron corregir a Alberto Fernández en tan poco tiempo. Por si fuera poco esto, Javier Milei llama al equipo de economía de Macri para que se integre a su gabinete. Herencia, además, de Carlos Saúl Menem y su tristemente célebre ministro de Economía, Domingo Cavallo.

    Las deudas y la dolarización que inicia Menem, repercuten todavía ahora con una inflación del 260 por ciento y una devaluación del 54 por ciento, y seguirá aceleradamente, pero los oligarcas de ese país no tienen razón de preocuparse, que se preocupen los pobres.

    Una característica de los neoliberales es su adhesión a la corrupción, muchas de las decisiones y arreglos fueron producto de convenios ilícitos que se acordaron en lo oscurito, y, por si fuera poco, a la llegada del ultraderechista Javier Milei lo empeora. Así, derogó el decreto que prohibía tener familiares directos en el gobierno y colocó a su hermana, Karina, como su segunda de a bordo, es decir, jefa del gabinete. Eliminó nueve ministerios, despidiendo gente sin liquidación.

    El peso argentino pasará de 380 por dólar a 600, fue imperdonable lo que los colaboradores del conservador Miley decían a los jóvenes argentinos, quienes fueron embaucados desde la campaña Milei cundo se les prometió que su salario en pesos argentinos representaría la misma cantidad en dólares si votaban por Miley.

    Los pronósticos que la derecha mexicana adjudicaba a un gobierno encabezado por López Obrador, durante su campaña, parecen haberse concretado en la realidad argentina: hambruna, devaluación, inflación, cancelación de libertades, corrupción impune, etc.

    Milei requiere de un distractor, así que no disparatada la posibilidad de, por lo menos, encarcelar a Alberto Fernández, según puede interpretarse tras su decisión por dejar sin custodia oficial al ex presidente, decreto que había firmado como su última disposición de su mandato ante el peligro que sabe que corre. Con ello quiere tener a la opinión pública argentina de su parte y lo que va a lograr es que la gente empiece a salir a las calles a protestar contra sus disposiciones.

    Los medios, por lo regular en manos de la derecha, han colocado un sinnúmero de circunstancias artificiales de miseria y represión en países como Cuba, Nicaragua, Venezuela, entre otros. Y los conservadores acostumbrados a creer, a pie juntillas, como niños, todo lo que dice la televisión como dogma de fe, están convencidos de que en esos países no sólo hay hambre sino que se violan los derechos humanos, lo aseguran como si acabaran de llegar de esas latitudes y tuvieran las pruebas en la mano.

    Cuando ganó las elecciones Javier Milei en Argentina, más de una panista mostró públicamente su euforia, advirtieron el fin del comunismo en América Latina. Ahora, hasta quienes votaron por él se arrepienten de haberlo hecho.

    Por lo menos, la candidata X, Lilly Téllez, en su infinita ignorancia, y Kenia López, se alegraron por el triunfo de quien prometió, como una de sus primeras medidas, no subir los impuestos a los grandes empresarios, pero sí aumentar las tarifas de gas y electricidad a la población.

    El 10 por ciento de la población huye, principalmente los jóvenes aspiracionistas que padecen un 35 por ciento de desempleo, con una pobreza creciente del 50 por ciento de la población. La mayoría de los 4.6 millones de argentinos que abandonan su país se dirigen a Europa, donde no están muy bien las cosas, los más y mejor informados, se encaminan a los países que las expertas en geopolítica del PAN llaman comunistas como Brasil, Bolivia, Chile.

    Otras de las disposiciones del representante de la libertad es la de retirar la ayuda social a quien participe en las protestas callejeras, como producto de un nuevo protocolo de seguridad.

    Además, anunció que no se renovarán contratos laborales a trabajadores con menos de un año de antigüedad, a pesar de que este sector de la población fue el que votó a su favor y lo hizo a causa de la promesa de mejores salarios. Al mes de tomar posesión Milei ya habpai despedido a más de 7 mil burócratas sin indemnización.

    La inflación, actualmente del 163 por ciento, aumenta 1.5 por ciento cada día. La realidad de los argentinos no se ve nada bien.

    Alberto Fernández, a quien no desaprovecha Milei de criticar en todo momento, mantenía una economía estable. El actual presidente quiere que sólo los pobres la padezcan y que los pocos ricos que quedan en su país utilizan la crisis, la pobreza y la miseria para enriquecerse más.