Etiqueta: Jesús Ernesto López Gutiérrez

  • ¡Ya basta!

    ¡Ya basta!

    Durante semanas hemos venido denunciando en este espacio la violencia generada en redes sociales por parte de los opositores a López Obrador, así como el lamentable aumento que sus niveles están alcanzando y lo lejos que estarán de detenerse. Es despreciable, (por decir lo menos) la vulgaridad con la que nuevamente emprenden una campaña de odio dirigida a Andrés Manuel, ahora utilizando a su hijo menor, desatando una propaganda emanada de un verdadero nido de víboras de la clase política al servicio de la derecha que ven en este episodio, una nueva oportunidad por atacar al lópezobradorismo por la vía de la descalificación, dejando de lado cualquier argumento político y sin importarles violentar los derechos del menor.

    No es la primera ocasión que se presentan señalamientos tan deplorables como éste; ya en otro momento, no hace muchas semanas, han surgido descalificaciones y discriminación a personajes ligados al mandatario tan sólo por su aspecto físico. Pero ahora, ¿con el hijo menor del presidente? ¡Qué poca madre que sea contra él o contra cualquier niño o adolescente en cualquier parte del mundo!

    Y de una vez aclaro: lo condenable no es que sea contra el hijo de, sino que sea contra un chavo como otro cualquiera que nada tiene que ver con las disputas por el poder. Caray, en situaciones como ésta, todos, sin encuadrarse en la geometría política y más allá de cualquier ideología y de toda aspiración política, debemos salir a denunciar de manera enérgica este tipo de manifestaciones discriminatorias cargadas de odio y de toda la miseria humana que pueden llegar a contener los esbirros de la clase política afectada desde la llegada de AMLO a la presidencia.

    Por cierto, si bien está sumergido en el anonimato el cobarde que se atreve a hacer este tipo de propaganda utilizando una cuenta falsa, lo terrible es el número de personajes que la han secundado sin el menor recato. Ejemplo claro es Vicente Fox, cuyas declaraciones (más bien publicaciones en tuiter) han hecho de estas porquerías una más de sus herramientas para confrontar al gobierno. Lo cobarde es que absolutamente ninguno de ellos se atrevería a hacerlo de manera personal si encontraran ocasión, sólo obtienen el valor de despotricar detrás de una red social.

    Es una verdadera vergüenza hasta dónde hemos caído en el terreno de las redes sociales y más los opositores al régimen, ¿Acaso la derecha de este país ha perdido no solamente la posibilidad de erigirse como una alternativa, sino también la mínima dignidad? Es un hecho que sí, no sólo la orientación ideológica o la exposición de ideas quedaron en el abandono; ahora también los valores, si es que alguna vez existieron. Ahora resulta que creen que representa mayor dividendo a la oposición la falta de respeto a un adolescente que las ideas para posicionarse en el terreno político; verdaderamente estamos ante lo más podrido y decadente de este sector que sin duda, conforme se vayan acercando los próximos procesos electorales, se irá incrementando.

    Es el momento adecuado para hacer un alto en el camino, para gritar un ¡ya basta! Y manifestarnos de manera contundente para exigir que de inmediato cesen todas las acciones de violencia de cualquier tipo. Nadie, mucho menos los niños o adolescentes merecen ser ofendidos o discriminados y, aunque sea mucho pedir, deberíamos invitar a todos los sectores, especialmente a los identificados con la oposición, a que reflexionemos en las graves consecuencias que atraerá para la sociedad mantener esta estrategia.

    Para acabarla de amolar

    MORENA y el propio presidente de la nación aseguran que los ataques de la oposición, por más vulgares que sean, poco mermarán los niveles de aceptación de AMLO o el proyecto de la Cuarta Transformación, es más, hasta creo que más allá del evidente enojo que provocan, como sucedería con cualquier madre o padre de familia, no hacen más que incrementar la identidad que tiene una gran parte de la sociedad con el tabasqueño que lo hace gozar de una enorme popularidad. Sin embargo, también va siendo hora de que se revise la actuación de algunos funcionarios, porque los enemigos de dentro son mucho más peligrosos que los de afuera. Afuera está el grito, la descalificación, la mentira y la calumnia que en el imaginario colectivo poco permean, pero adentro abundan los que, por ineficiencia o por interés, dañan terriblemente la actuación del gobierno, esos sí son los enemigos de cuidado. Tal vez vaya siendo hora de que, en distintas áreas se realicen ajustes.

    P.D. Sin necesidad de entrar en detalles pues sería ocioso (y las evidencias muchas) por pura decencia, el Fiscal General de la República debería tomar en cuenta que en política, percepción es sinónimo de realidad, bien podría presentar su renuncia, aunque también sea mucho pedir.

  • La importancia de llamarse Jesús Ernesto

    La importancia de llamarse Jesús Ernesto

    Los Derechos de los Niños son universales y buscan ante todo salvaguardar a niños y adolescentes de todo aquello que los dañe, los protegen tanto de daño físico como emocional, les garantizan vivir protegidos dentro del seno familiar, en la escuela y en su entorno social. Dentro de los Derechos de los Niños hay uno específico que defiende al niño de ser DISCRIMINADO.

    Desde que Andrés Manuel López Obrador era candidato a la Presidencia de México, su familia ha sido muy atacada con campañas de odio feroces, que para fortuna del Pueblo y desgracia para aquellos que se enriquecieron con licitaciones a modo con los Gobiernos Federales neoliberales, de los empresarios que evadieron impuestos por décadas, y todo aquel que obtuvo algún beneficio al amparo del poder, esta administración ha resultado un acto fallido y son los principales impulsores de discursos y campañas de odio, que ya se han enumerado en esta columna.

    Quién ha sido objeto de esos discursos ha sido el joven Jesús Ernesto López Gutiérrez; desde que era prácticamente un bebé lo han estado fastidiando con cosas que francamente han sido hasta absurdas: que sí en un acto de campaña hizo gestos de burla y expresiones de desprecio (tenía como tres años como para tener esas oscuras intenciones), que sí se pintó rayos de colores en su cabello castaño y no le quedaban bien porque tiene tez morena, eso le mereció un apodo denigrante que muchos ADULTOS, quienes se sienten bellos y perfectos utilizan para burlarse del infante; que sí asistió a ver un torneo de fútbol y estuvo viéndolo desde un PALCO en el Estadio Azteca, recuerdo al nado sincronizado en redes sociales, rasgándose las vestiduras de indignación reclamando la “Austeridad Republicana” porque se estaba gastando dinero para divertir al niño hasta que el propio Emilio Azcárraga Jean declaró que era SU PALCO Y QUE ÉL MISMO LO HABÍA INVITADO, ahí sí los dejó calladitos.

    Que sí lo llevaron a ver el partido de béisbol al extranjero (junto a su padre, por cierto); que si le gusta usar tal o cuál marca de ropa y que de acuerdo a las profundas investigaciones de los “detectives Fifís” cuestan miles de pesos (hasta buscan el modelo de la playera en Mercado Libre o Amazon para señalar en cuanto se cotiza) y se preguntan el porqué la usa y el alarido sigue siendo “¿dónde está la austeridad republicana que tanto presume su padre?”; desde este espacio les recuerdo que con el salario del padre o la madre pueden comprarle a su hijo lo que les venga en gana, como cualquier ciudadano en este país y eso no es motivo de discusión.

    Además de todas estas cosas, es importante señalar que Jesús Ernesto ha sido difamado de una manera demasiado violenta, le han hecho videos a modo de mostrarlo en estado de ebriedad en un supuesto antro en donde casualmente, el rostro es el de un adulto y sale borroso. Lo han puesto fumando marihuana supuestamente en la oficina de su padre en Palacio Nacional, lo han querido mostrar como si fuera el típico junior altanero y prepotente como los de antaño, ¿Recuerdan a los hijos de Zedillo provocando pleitos en el Concierto de U2?, nada más falso. Se burlan de él por su físico, o sea, ¿qué les pasa? Como sí todos los habitantes del mundo fuéramos modelos de perfección. ¡Ya basta!

    Que no se nos olvide que el hijo más pequeño del Presidente es menor de edad; Jesús Ernesto jamás ha hecho públicamente ningún acto de agravio en contra de nadie, jamás ha hecho ninguna declaración de reclamo ante todas las injurias que le han dicho. Sí recuerdo al Presidente decir en La Mañanera que el problema es con él, no con su familia, que cualquier reclamo ahí, directamente con él, que su familia es ajena a su administración pública. Pero parece que a la oposición MEZQUINA (este calificativo va de mi cosecha) no les queda claro porque prefieren la cobardía y el ataque desde el anonimato con sus granjas de bots.

    Hoy me sumo al reclamo y digo #ConLosNiñosNo. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos debería SANCIONAR YA A LOS PROMOTORES de ese discurso de odio en contra de un menor de edad. Ya basta. Si la oposición se hubiera sumado al progreso del país otra cosa sería, si ese “nado sincronizado” fuera edificante y constructivo, más aportaría, pero no, prefieren mostrarse tal cual son. (Usted juzgue).

    El problema es que muchos de los que atacan a Jesús Ernesto, después están apoyando el hashtag de #NoALaViolencia, cuando ellos mismos son verdaderos maestros en el arte del #Bullying, la hipocresía en su máxima expresión.

    “El Tintero Rebelde” se suma a la exigencia de detener los ataques a Jesús Ernesto y a cualquier infante. Insisto #ConLosNiñosNo. Basta de denostar, de provocar con palabras soeces daños emocionales a un adolescente que está viviendo su momento como cualquier otro jovencito, que está construyendo su identidad en base a la educación y valores que sus padres y hermanos le brindan y que nada tienen que ver con el trabajo de sus papás. Jesús Ernesto merece el mismo respeto a su personalidad que cualquier niño y adolescente mexicano. Su importancia radica en ser hijo de quien es, y yo diría, que honor el suyo de ser hijo de dos grandes personalidades: Andrés Manuel López Obrador y Beatriz Gutiérrez Müller.