Etiqueta: Gentrificación

  • Gentrificación en México: 17 ciudades enfrentan el desplazamiento de sus habitantes

    Gentrificación en México: 17 ciudades enfrentan el desplazamiento de sus habitantes

    Más de 17 ciudades en México han experimentado procesos de gentrificación en las últimas dos décadas. Este fenómeno ocurre cuando los residentes originales son desplazados por nuevos habitantes de mayores recursos económicos.

    Ciudades como Guanajuato, Morelia y Oaxaca, declaradas Ciudades Patrimonio por la UNESCO, son algunos ejemplos. También se incluyen Pueblos Mágicos como Sayulita y Cholula.

    Jocelyn Elizabeth Liévanos Díaz, especialista en estudios urbanos, presentó un análisis sobre la gentrificación en México. Este estudio, publicado en enero de 2025, destaca que la gentrificación no solo afecta a la Ciudad de México, sino también a metrópolis como Guadalajara y Monterrey.

    El gobierno de la CDMX trabaja en un Plan Maestro para combatir la gentrificación en nueve colonias de Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo. Liévanos Díaz señala que el fenómeno ha cobrado más atención tras la pandemia de Covid-19. Esto se relaciona con la llegada de nómadas digitales y la popularidad de plataformas como Airbnb.

    El especialista Luis Alberto Salinas Arreortua también menciona que la gentrificación se presenta en ciudades grandes y pequeñas. En los 116 Pueblos Mágicos, se han documentado procesos similares, impactando lugares como Valle de Bravo y Malinalco.

    Liévanos Díaz detalla que la gentrificación ocurre en ocho de las 10 Ciudades Patrimonio, excluyendo Tlacotalpan y San Francisco de Campeche. La situación es aún más grave en ciudades turísticas como Huatulco y Puerto Vallarta.

    La gentrificación afecta la accesibilidad a la vivienda. Expertos advierten que los eventos internacionales, como la próxima Copa del Mundo, pueden intensificar estos procesos en ciudades anfitrionas como la CDMX y Guadalajara.

    Las autoridades locales deben evaluar los factores que impulsan la gentrificación y desarrollar políticas adecuadas. Sin un enfoque claro, las estrategias pueden resultar ineficaces y perjudicar a las comunidades locales.

    Con información de El Sol de México.

  • Bloque Negro: la sombra violenta que recorre las marchas en CDMX

    Bloque Negro: la sombra violenta que recorre las marchas en CDMX

    Encapuchados, vestidos de negro, sin líderes visibles y con tácticas de confrontación, el Bloque Negro volvió a causar destrozos el pasado 20 de julio tras una marcha contra la gentrificación. Aunque los organizadores habían declarado que sería pacífica, el grupo irrumpió en Ciudad Universitaria, vandalizó el Museo Universitario de Arte Contemporáneo y una librería de la UNAM.

    Una investigación de La Silla Rota señala que este grupo radical opera sin vocerías, evita la identificación y actúa en bloque. Su presencia es constante en marchas feministas, por los 43 de Ayotzinapa o en protestas estudiantiles. Donde aparecen, los disturbios suelen marcar el cierre de la jornada.

    La táctica del Bloque Negro surgió en Alemania en los años 80 y se expandió tras las protestas antiglobalización en Seattle en 1999. Su vestimenta negra representa anonimato y rechazo a la criminalización de la protesta. Intervienen espacios públicos como forma de protesta simbólica.

    Foto: Luis Romero de Los Reporteros Mx

    En México, esta táctica es usada por grupos anarquistas, algunos con tendencias violentas, según informes de la SEDENA. Han sido ligados a pintas, incendios, ataques con artefactos explosivos y tomas de espacios como el auditorio Che Guevara de la UNAM.

    Durante los gobiernos de Miguel Ángel Mancera, Claudia Sheinbaum y ahora Clara Brugada, su actuación ha sido constante. El 2 de octubre de 2019 lanzaron cohetones a policías; en otras ocasiones han agredido a funcionarios, destruido mobiliario y causado enfrentamientos en fechas clave como el 8M o el Día de la Raza.

    Diversos colectivos sociales los han señalado por restar legitimidad a las protestas. En la reciente manifestación contra la gentrificación, una activista lo resumió así: “No son parte del movimiento, solo lo desprestigian”.

    El Bloque Negro en México divide opiniones: para algunos, es un escudo frente a la represión policial; para otros, un grupo que desvirtúa las luchas sociales con violencia. Su presencia continúa siendo un reto para las marchas pacíficas y las autoridades de la CDMX.

  • Sheinbaum condena quema de libros en protesta: actos de violencia no serán aceptados

    Sheinbaum condena quema de libros en protesta: actos de violencia no serán aceptados

    La presidenta Claudia Sheinbaum condenó la quema de libros durante una protesta contra la gentrificación en la Ciudad de México. Desde Palacio Nacional, calificó este acto como un comportamiento fascista.

    Sheinbaum se refirió a los disturbios en la marcha, donde un grupo vandalizó el Museo de Arte Contemporáneo (MUAC) y saqueó la librería Julio Torri. También dañaron un paradero del Metrobús en el sur de la ciudad.

    La presidenta afirmó que su gobierno no apoyará la violencia en protestas que expresan demandas legítimas. Subrayó que quemar libros en una institución educativa es inaceptable y debe ser completamente rechazado.

    Sobre las demandas de los manifestantes, Sheinbaum reconoció el problema de gentrificación y el aumento de rentas en la capital. Informó que las autoridades federales trabajan en coordinación con el gobierno local para abordar la crisis de vivienda.

    La mandataria destacó un plan integral de 14 puntos que incluye la construcción de vivienda en renta. Este plan busca evitar aumentos desmedidos en las rentas y contará con el apoyo del gobierno federal.

  • Cientos de capitalinos vuelven a protestar contra la gentrificación

    Cientos de capitalinos vuelven a protestar contra la gentrificación

    Este domingo 20 de julio, se llevó a cabo la segunda manifestación contra la gentrificación, en la que cientos de personas entre colectivos, vecinos y activistas, exigieron una política real en contra del desplazamiento urbano.

    Cerca de las 2 de la tarde, el contingente se concentró en la colonia Fuentes Brotantes, alcaldía Tlalpan, frente a la estación del Metrobús del mismo nombre, para partir rumbo al Caminero y protestar por el encarecimiento de las rentas y productos básicos en diversas zonas de la capital.

    En colonias como Roma, Condesa, Hipódromo, entre otras, muchas personas se han visto obligadas a migrar hacia las periferias debido al alto costo de vida. Además, los pequeños comercios han ido desapareciendo, desplazados por cafeterías y restaurantes gourmet.

    Al sur de la ciudad, los habitantes de los pueblos originarios de Fuentes Brotantes y Santa Úrsula exigieron al gobierno de la CDMX revisar y detener el megaproyecto de Fuentes Brotantes número 134, pues consideran que están siendo afectados por desarrollos inmobiliarios sin haber sido consultados.

    La movilización contó con vigilancia por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), con el fin de evitar destrozos y actos de vandalismo como los ocurridos durante la primera marcha, realizada el pasado 4 de julio.

    El contingente tenía la intención de llegar hasta la caseta de la autopista México-Cuernavaca; Sin embargo, elementos de la SSC lo impidieron, por lo cual los manifestantes decidieron regresar y concluir la movilización en las inmediaciones de Ciudad Universitaria.

    Pese a la presencia policial, un grupo de choque realizó pintas y daños en las estaciones del Metrobús Villa Olímpica y Perisur, así como en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC); Sin embargo, no hubo detenidos y las autoridades reportaron saldo blanco.

    El pasado 17 de julio, la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, presentó un plan en contra de la gentrificación y mediante el Bando 1, anunciaron 14 puntos “Por una Ciudad Habitable y Asequible, con Identidad y Arraigo Local”, entre las que destacan el tope de rentas, la regulación de los derechos inquilinarios, la ley de rentas justas, la promoción de la vivienda pública, el mejoramiento habitacional y el apoyo a comercios tradicionales.

  • Gentrificar es borrar historia: la CDMX entre dos modelos el de Alessandra y Brugada

    Gentrificar es borrar historia: la CDMX entre dos modelos el de Alessandra y Brugada

    En la Ciudad de México, la gentrificación avanza como una forma silenciosa, pero profundamente violenta. No solo se trata de un fenómeno económico que eleva los precios de las rentas y desplaza a los habitantes originarios; también es un proceso político y cultural que reconfigura los barrios para adaptarlos al consumo, al turismo y al mercado inmobiliario. Detrás de fachadas restauradas y cafeterías de autor, se esconde una estrategia sistemática para vaciar de sentido, historia y arraigo a comunidades enteras. La ciudad se vuelve una mercancía, y sus habitantes, un estorbo para los intereses del capital.

    En este contexto, el Bando 1 presentado por la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, representa una postura valiente y necesaria. No es común que una administración capitalina reconozca de forma frontal los efectos nocivos de la gentrificación y proponga un paquete integral de medidas para frenarla. Desde el control de rentas y la regulación de Airbnb, hasta la creación de una defensoría inquilinaria y el impulso a la vivienda asequible, el Bando 1 busca defender el derecho al arraigo y a la ciudad para quienes la han sostenido por generaciones. Es, en muchos sentidos, una declaración de principios: la ciudad no debe ser gobernada solo para quienes pueden pagarla.

    Sin embargo, esta visión contrasta de forma aguda con las políticas y acciones de alcaldías gobernadas por la derecha, particularmente por el PAN y el PRI. Mientras el Gobierno central plantea medidas para frenar el despojo, en otras demarcaciones se ejecutan acciones que lo refuerzan. El caso más reciente y simbólicamente revelador, es el retiro arbitrario de las esculturas del Che Guevara y Fidel Castro en la colonia Tabacalera, ordenado por la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega. El argumento legalista sobre la supuesta “falta de permisos” no es más que una pantalla. En realidad, se trató de un acto ideológico: borrar todo rastro de una memoria incómoda para quienes celebran el modelo neoliberal.

    La eliminación de esas esculturas no es un hecho menor. Se trata de una expresión del desplazamiento cultural que acompaña a la gentrificación: cuando se reconfigura el espacio urbano no solo se modifica su uso, también se reescribe su historia. Las estatuas del Che y Fidel no eran un capricho estético, sino una referencia al vínculo histórico entre México y los movimientos de liberación en América Latina. Quitarlas es reescribir el espacio público desde una narrativa conservadora que busca eliminar todo símbolo que incomode al mercado o al statu quo.

    En paralelo, el cártel inmobiliario sigue operando con impunidad. Agrupaciones de desarrolladores, políticos y funcionarios han convertido el suelo urbano en un botín. A través de fraudes, uso ilegal de suelo, corrupción notarial y despojos sistemáticos, se alimenta una maquinaria que expulsa a inquilinos, destruye patrimonio y construye una ciudad para unos pocos. Lo peor es que estas redes no son marginales: forman parte estructural del modelo urbano impulsado por los gobiernos de derecha, que ven en la ciudad no un espacio de derechos, sino una plataforma de negocios.

    La gentrificación no es un accidente. Es una política de Estado cuando los gobiernos locales priorizan el turismo sobre el arraigo, el lucro sobre la comunidad, el blanqueamiento cultural sobre la diversidad. Es una estrategia de clase para vaciar la ciudad de pobres, de disidentes, de historia. Y el retiro de una escultura puede parecer anecdótico, pero es profundamente revelador: lo que molesta no es el bronce, sino lo que representa. Porque para la derecha, construir ciudad significa borrar a quienes la habitan y recordar solo lo que sirve al negocio.

    Por eso el debate no es solo sobre rentas o edificios: es sobre el derecho a existir en la ciudad, con memoria, con identidad y con justicia. En esa disputa, el Bando 1 es un primer paso, pero no bastará sin voluntad política, sin participación vecinal y sin frenar de raíz las alianzas entre políticos y desarrolladores. Hoy más que nunca, defender la ciudad es resistir al despojo económico… y también al desplazamiento simbólico y cultural que impone la derecha.

  • Gobierno de CDMX aplicará protocolo para marcha contra la gentrificación

    Gobierno de CDMX aplicará protocolo para marcha contra la gentrificación

    Este domingo 20 de julio se realizará la segunda marcha contra la gentrificación en la Ciudad de México, y el gobierno capitalino implementará un protocolo especial para garantizar la libre manifestación sin actos de represión ni afectaciones a terceros, informó la jefa de Gobierno, Clara Brugada.

    Las secretarías de Gobierno y de Seguridad Ciudadana presentarán este sábado las medidas que se aplicarán durante la movilización, la cual comenzará a las 15:00 horas. El objetivo es facilitar el derecho a la protesta, prevenir hechos violentos y proteger tanto a manifestantes como a quienes se encuentren en el entorno.

    Entre las acciones destaca la movilización de la Brigada de Diálogo y Convivencia, encargada de mediar en caso de tensiones, así como la supervisión del uso de objetos que puedan representar un riesgo. En caso de detectar alguno, se invitará a entregarlo; de negarse, las personas serán canalizadas a zonas de menor riesgo.

    La policía solo portará equipo de protección corporal y extintores, sin armas ni dispositivos ofensivos. El Gobierno local reiteró que no se criminalizarán las protestas, pero sí se actuará para evitar daños a terceros, bienes públicos o privados.

  • “Este es el inicio para combatir la gentrificación”, Clara Brugada

    “Este es el inicio para combatir la gentrificación”, Clara Brugada

    La gentrificación, a grandes rasgos, es un fenómeno que consiste en el desplazamiento involuntario de población local hacia las periferias, debido a la llegada de extranjeros y personas con mayor poder adquisitivo. Tal reconstrucción urbana ha generado en la Ciudad de México un impacto social contundente, visible en marchas, mesas de trabajo y en las mas recientes discusiones políticas y vecinales.

    En consecuencia, La Jefa de Gobierno, Clara Brugada, presentó este 16 de julio el primer Bando del plan Por una Ciudad Habitable y Asequible con Identidad y Arraigo Local, con 14 acciones para evitar la gentrificación.

    “Soy una mujer que he vivido más de 30 años por voluntad propia y compromiso social, en una de las zonas de la Ciudad con mayor desigualdad, una zona en la que viven los desplazados y los excluidos, viven los que históricamente han sido gentrificados por las dinámicas económicas y sociales, de una ciudad desigual”, destacó Brugada.

    En la conferencia que se llevó acabo el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, estuvieron presentes habitantes de diversas colonias, académicos, organizaciones civiles, legisladores, alcaldesas, alcaldes e integrantes del gabinete.


    La mandataria estatal aseguró en su discurso, que el objetivo principal de estas medidas es estabilizar las rentas, garantizar el derecho a la vivienda adecuada y defender el derecho a la ciudad. También Inti Muñoz, secretario de Vivienda, confirmó la ejecución de 200 mil acciones de vivienda.

    Por su parte, Juan Pablo de Botton Falcón, secretario de Administración y Finanzas resaltó que las alianzas con el sector privado, constitución del Fideicomiso de infraestructura, Movilidad, Agua y Seguridad Pública permitirán la inversión de más de 10 mil millones de pesos en la capital.


    “Este es el inicio de un proceso profundo, progresivo y estructural para transformar el acceso a la vivienda en la ciudad y combatir fenómenos como la gentrificación. Con este Bando 1, la Ciudad de México es pionera entre las ciudades de América Latina en impulsar acciones concretas para estabilizar las rentas y garantizar el derecho a la vivienda adecuada y defender el derecho a la ciudad”, ratificó Clara Brugada.

  • Brugada anuncia digitalización de trámites y estrategia contra la gentrificación

    Brugada anuncia digitalización de trámites y estrategia contra la gentrificación

    La Jefa de Gobierno, Clara Brugada, presentó este lunes dos iniciativas clave para la capital: un nuevo paquete de trámites digitalizados y una estrategia integral para enfrentar el fenómeno de la gentrificación en distintas zonas de la ciudad.

    Durante la conferencia en el Palacio del Ayuntamiento, Brugada anunció la incorporación de 31 nuevos trámites al sistema digital, como parte de la estrategia de modernización administrativa de la Ciudad de México. Tres de ellos ya estaban en funcionamiento: el registro de nacimientos, reconocimientos de identidad de género y la emisión de constancias.

    La mandataria destacó que la digitalización permitirá a la ciudadanía ahorrar tiempo y dinero al poder realizar trámites desde cualquier dispositivo electrónico, eliminando la necesidad de acudir presencialmente a las oficinas gubernamentales.

    Luis Romero
    Luis Romero

    Este esfuerzo de digitalización, recordó la Jefa de Gobierno, fue iniciado durante la administración de la ahora presidenta Claudia Sheinbaum, quien impulsó importantes avances tecnológicos en la prestación de servicios públicos.

    A pregunta expresa por Los Reporteros Mx sobre las correcciones que llegaran a haber con los tramites digitales, la consejera jurídica Eréndira Cruzvillegas explicó que las correcciones en actas por errores de captura no tendrán costo, al tratarse de fallas del proceso de digitalización. “Cuando hay fallas en la captura de los datos al generar el acta, no tienen ningún costo, ya que es una responsabilidad de quien digitaliza”, subrayó.

    Sin embargo, aclaró que las enmiendas voluntarias, como la modificación de nombres, sí tendrán un costo de 780 pesos, además de requerir una solicitud escrita y cita formal, debido a sus posibles implicaciones legales.

    Luis Romero

    En la misma conferencia, Clara Brugada Molina abordó el tema de la gentrificación, fenómeno social que ha generado tensiones en varias zonas de la capital. Subrayó que su administración no solo fijará postura al respecto, sino que implementará una estrategia integral con enfoque en la prevención y el derecho a la ciudad.

    “Necesitamos intervenir como gobierno de la ciudad, no solo dar un posicionamiento, sino un conjunto de medidas”, declaró. Asimismo, advirtió que, si bien las manifestaciones ciudadanas son legítimas, cuando estas incluyen elementos de violencia deben atenderse con una respuesta preventiva, no represiva.

    La Jefa de Gobierno informó que este martes presentará el primer bando de su administración, el cual estará enfocado en garantizar el derecho a una ciudad habitable, asequible y con identidad local. La presentación se llevará a cabo a las 12:00 horas en el Museo de la Ciudad de México.

    En ese mismo contexto, el secretario de Gobierno, César Cravioto, informó que se desplegará un equipo de acompañamiento durante las manifestaciones contra la gentrificación para evitar afectaciones a terceros y futuras movilizaciones.

    Finalmente, Brugada se refirió al atentado contra miembros de su equipo, ocurrido hace un mes. La mandataria capitalina aseguró que las investigaciones continúan y que en breve se ofrecerán informes al respecto. “Es un tema que no se ha dejado”, afirmó.

  • ¡Expulsar a los expulsados, marginar a los marginales!

    ¡Expulsar a los expulsados, marginar a los marginales!

    El pasado viernes 4 de julio se llevó a cabo la primera manifestación contra la gentrificación en la Ciudad de México. A simple vista, dicha manifestación no representaba ningún problema y tenía sentido que la encabezaran vecinos de las colonias Doctores, Obrera, Roma y Condesa. El problema no es que los manifestantes se reunieran en el Foro Lindbergh del Parque México. No. Es más, el problema ni siquiera fue que manifestantemente se manifestaran en contra de los efectos del libre mercado. No. El problema fue que vandalizaron comercios de la zona, hicieron pintas pro Palestina y atacaron a turistas con gritos de “¡Fuera gringos!”. Horror de los honoríficos horrores, ¿qué culpa tienen los comercios que no hacen más que aprovechar la lógica del libre mercado para convertir espacios que podrían ser habitables en espacios que sólo generan ganancias para los arrendatarios?, ¿qué va a pensar el lobby judio en México si permitimos que en zonas bonitas de la ciudad las paredes muestren el apoyo al pueblo palestino?, ¿por qué atacar a los nobles e inocentes ciudadanos norteamericanos que no quieren más que vivir la experiencia del mexican curious, si es posible sin mexicanos y hablando inglés, por unos cuantos centavos de dólar que les permiten sentar sus reales en barrios mexicanos?, ¿por qué morder la mano de aquellos que deberíamos anhelar fueran nuestros amos?

    Afortunadamente, la lectura que medios, aspiracionistas e incluso manifestantes —o aquellos que apoyan a los manifestantes— han realizado de la protesta, ha desviado el foco de atención de la legítima exigencia de contar con espacios dignos de ser habitados, en entornos dignos de ser recorridos, con medios de transporte eficientes que no impliquen que la gente pierda horas en trayectos; al imposible de satisfacer deseo de que todos vivamos en la Roma o la Condesa. Y —en ese sentido— el debate se ha simplificado con desmedido reduccionismo reductivo, y recurriendo a los mejores argumentos del darwinismo social, a la justificación de la expulsión de quienes no consiguen seguir pagando el precio de vivir en zonas privilegiadas, por el incremento desmedido del costo de vida, a los marginales márgenes de la ciudad, con las consecuencias que ello conlleva. Si no pueden pagar el costo de vida, que lo asuman sin quejarse, dicen los más sensibles. Si no hay espacio suficiente para que se construyan más viviendas en las zonas privilegiadas, dicen los menos idealistas, que se densifiquen las zonas privilegiadas y se construya hacia arriba. Lo importante, es que no se cuestione la dinámica del capital. Que no se convierta esto en una lucha de clases. Es más, que nadie hable de clases.

    Lo indignante, desde luego, es que los expulsados regresen a las zonas de donde fueron expulsados para protestar por no tener acceso a un estilo de vida que no está interesado en darles acceso a sí mismo. En pocas palabras, y es en este sentido en el que han expuesto los más elegantes argumentos de darwinismo social: marginales al margen al que han sido relegados, sólo pueden salir de la periferia si van a trabajar a las zonas privilegiadas, y desde luego… no exijan que la periferia sea digna, cuente con espacios públicos que inviten a recorrerlos, o tengan buenos servicios. Es más, ni siquiera pidan que la periferia sea habitable. Si ello fuera así, ¿qué incentivos tendrían los expulsados para salir de su expulsión y buscar trabajo en otras zonas? Una cosa es que se les mantenga a raya, al margen y no se quiera que sean vecinos de hipsters, comentocratas buena onda y extranjeros deseosos de vivir en el —significativamente más costeable— tercer mundo, y otra que no se necesiten sus servicios, sin importar cuántas horas tengan que dedicar a los trayectos para cubrir sus jornadas de precariedad laboral.

    Ese proceso de renovación de una zona urbana, generalmente popular o deteriorada, que implica el desplazamiento de su población original por parte de otra de un mayor poder adquisitivo, tal como la Real de toda realeza y toda realidad Academia de la Lengua define la gentrificación, no es otra cosa que la mano invisible —racista y clasista— del mercado, aplicando darwiniana justicia en pro de la limpieza etnico social de las zonas privilegiadas, ¿cual es el privilegio de vivir en un lugar privilegiado si tienes que compartir vecindad con personas no privilegiadas? Así no se puede vivir, no es bonito estar entre quienes no son bonitos, no se puede compartir espacio con quienes no disfrutan los beneficios del trabajo remoto y en consecuencia no pueden abrazar el estilo de vida de los “nómadas digitales” y se tienen que levantar temprano para prepararse para una jornada laboral en la oficina, el taller, la calle o donde sea que trabaje la gente que no puede trabajar desde su casa o desde un café chic, pet friendly y socialmente responsable.

    Culpar a la gentrificación es culpar al libre mercado de comportarse como se comporta el libre mercado. Si hay lugares donde se vive mejor, lugares con infraestructura bien planificada, lugares con espacios públicos que invitan a ser recorridos, con transporte que permite conectar las zonas privilegiadas con otras zonas privilegiada, lugares bien iluminados y seguros, no podemos esperar que vivir en esos lugares cueste lo mismo que vivir en la periferia donde la infraestructura ni siquiera está planificada, donde los espacios públicos no solo no invitan a ser recorridos, ni siquiera existen, donde el transporte resulta insuficiente e ineficiente, donde hay poca iluminación, y la inseguridad impera. Pedir que toda zona de la Ciudad de México sea una zona que cuide y cobije a sus habitantes es tan absurdo e injusto como pretender que todos vivamos en zonas privilegiadas. El principal privilegio de la clase privilegiada es vivir privilegiadamente viendo para abajo a quienes no disfrutan de sus privilegios. Si acabamos con ello, acabamos con el sueño que nos mantiene a todos corriendo dentro de una rueda de hamster.

    Entrados en gastos

    Lo más preocupante, sin embargo, no son los saqueos ni la vandalización de comercios, no son las pintas pro Palestina, no son los gritos de “¡Gringos fuera!”, es más… ni siquiera es que increparan a Luisito Comunica y lo hicieran sentir mal. No. Lo más preocupante es que, so pretexto de la gentrificación, haya quienes abran el debate del control de rentas, y que se demande una más estricta regulación de las rentas de corto plazo, como las de Airbnb. Hacerlo atenta en contra del sacrosanto derecho capitalista de especular con las necesidades fundamentales de la población, ¿que va a seguir al control de rentas? ¿Van a empezar a exigir que se controlen los precios de los alimentos? ¿Que se garantice la salud, la educación, y la seguridad de toda la población? ¡Inaceptable! Lo único que se debe garantizar es que algunos tengan el lujo de sobre vivir y que otros a duras penas sobrevivan. Fuera de ello, lo demás es lo de menos.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
  • La gentrificación no tiene pasaporte

    La gentrificación no tiene pasaporte

    “Es una invitación para que todos los trabajadores remotos del mundo entero vengan a la Ciudad de México a vivir esta ciudad que lo tiene todo”

    – Claudia Sheinbaum en 2022

    En los últimos años, la palabra “gentrificación” ha ganado terreno en las conversaciones públicas de la Ciudad de México, especialmente en colonias como Roma, Condesa, Juárez, San Rafael o Santa María la Ribera. La imagen mediática más recurrente es la del “gringo” recién llegado, con su laptop en una cafetería de especialidad, pagando rentas que duplican lo que un local puede costear. Y aunque es verdad que el auge de los nómadas digitales ha acelerado el proceso, culpar únicamente a los extranjeros es quedarse corto ante una problemática mucho más estructural.

    La gentrificación no es un fenómeno reciente ni importado de los Estados Unidos. Es un proceso urbano realmente global, estrechamente relacionado con la especulación inmobiliaria, la desregulación del mercado de la vivienda, la turistificación, y las decisiones o cómplices de los gobiernos locales, pero, al mismo tiempo, esencialmente un proceso de desplazamiento. Los residentes históricos, que no pueden permitirse las nuevas rentas, nueva vida cotidiana, nuevos servicios o el “movimiento”, a menudo, son desplazados gradualmente en el nombre de “renovación” o “progreso”.

    Reducir la gentrificación a una cuestión de nacionalidad, o en la idea peculiarmente argentina del malvinero, es peligroso y simplista. La cuestión, a mi parecer, reside en una visión de la ciudad que pone la inversión y el consumismo por delante del derecho a habitar, donde el espacio público se vuelve mercancía y la vivienda no es un derecho sino un activo financiero. ¿Quién construyó los edificios de lujo sin consultar a los vecinos? ¿Quién permite que departamentos enteros se renten por Airbnb sin regulación? ¿Quién promueve desarrollos como Reforma 222 o Ciudad Verde en Azcapotzalco como “ejemplos de modernidad”? No fueron los extranjeros: fueron inmobiliarias, autoridades y legisladores nacionales.

    Se puede argumentar que sí, que los recién llegados forman parte del engranaje, pero no son los diseñadores. Algunos ni siquiera saben que están contribuyendo a una cadena de despojo. Están listos para olvidarse del hecho de que se enriquecen con el dinero robado a familias desalojadas como saben poco sobre el sistema, y es poco probable que les importe. Pero, nuevamente, el enfoque no debería dirigirse al individuo que alquila la propiedad de Airbnb en sí. La clave es el sistema que lo ha convertido en una decisión beneficioso desalojar a una familia de una casa para convertirla en una suite turística.

    Y ahí es donde debemos ser críticos con quienes tienen el poder real de frenar o acelerar la gentrificación: los gobiernos que flexibilizan el uso de suelo, que subsidian desarrollos de lujo, que ignoran el crecimiento desordenado, y que prefieren las inversiones extranjeras a garantizar vivienda social. La ciudad que se nos escapa de las manos no es solo una ciudad “invadida” por extranjeros. Es, sobre todo, una ciudad abandonada por quienes deberían protegerla.