Etiqueta: Cárceles

  • Más de 85 mil personas están en prisión sin sentencia en México: INEGI

    Más de 85 mil personas están en prisión sin sentencia en México: INEGI

    En México, más de 85 mil personas privadas de la libertad aún no han recibido sentencia, lo que representa el 36.3 % de la población penitenciaria, según datos de los Censos Nacionales de Sistemas Penitenciarios 2025 del INEGI

    Una investigación de Clara Zepeda para La Jornada, resalta que del total, 38% está en prisión preventiva justificada (impuesta por un juez) y 47% en preventiva oficiosa (automática por ciertos delitos). El resto no tiene identificado su estatus jurídico o se encuentra en otros supuestos.

    En cuanto a género, el 56.4% de las mujeres sin sentencia están bajo prisión preventiva oficiosa, mientras que en hombres es el 46.2%. En Estado de México y Michoacán, el 100% de los reclusos sin sentencia enfrentan prisión preventiva oficiosa.

    El tiempo de espera para una sentencia supera los dos años para el 25.6% de las mujeres y el 22.3% de los hombres.

    Además, la población carcelaria ha aumentado 20% en los últimos seis años, pasando de 196 mil 322 en 2018 a 236 mil 773 en 2024, lo que supera la capacidad nacional estimada en 230 mil lugares.

    Las entidades con mayor población penitenciaria son Estado de México (35,771 personas) y Ciudad de México (25,584). Las tasas más altas por cada 100 mil habitantes se reportan en Sonora y Baja California.

    Entre los delitos más comunes: en mujeres destaca el delito federal contra la salud, y en hombres, los relacionados con armas y explosivos. El robo es el ilícito más frecuente entre ambos géneros.

  • Empresas privadas ganan millones con prisiones para migrantes en EE.UU. bajo política de Trump

    Empresas privadas ganan millones con prisiones para migrantes en EE.UU. bajo política de Trump

    Activistas en Estados Unidos denuncian que detrás del endurecimiento migratorio y las deportaciones masivas del gobierno de Donald Trump, dos empresas privadas, CoreCivic y Geo Group, son las grandes beneficiadas al gestionar, construir y operar prisiones para migrantes, de acuerdo con una investigación de Claudia Arellano para La Razón.

    Según la investigación, Michael, empleado de logística en CoreCivic, aseguró que cerca del 90% de los migrantes arrestados por las autoridades están recluidos en estos centros, y se preparan al menos nueve nuevas prisiones para sostener el programa de deportaciones.

    Concha Walker, activista y periodista, señaló que en seis meses se han detenido más de 150 mil migrantes, lo que ha obligado a ampliar la capacidad carcelaria, mientras las empresas privadas aumentan sus ganancias gracias a contratos millonarios con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

    En entrevista para La Razón, el abogado Enrique Zavala destacó que la reapertura del centro de detención Delaney Hall en Nueva Jersey, bajo contrato por mil millones de dólares con Geo Group, ha sido rechazada por comunidades migrantes y autoridades locales. Además, CoreCivic planea reabrir otro centro en Texas, con costos aproximados de 165 dólares diarios por migrante recluido.

    La denuncia refleja la profunda crisis humanitaria y el negocio lucrativo que ha surgido alrededor de la política migratoria estadounidense, en un contexto de protestas y creciente rechazo a estas prácticas.

  • Cárceles para migrantes: guiños de nuevos campos de concentración

    Cárceles para migrantes: guiños de nuevos campos de concentración

    El gobierno de Estados Unidos ha decidido reabrir cárceles privadas con un historial atroz de abusos, maltratos y negligencia para encerrar migrantes como si fueran criminales de guerra. Como si la historia no hubiera dejado suficiente lección, ahora la política migratoria se parece más a una amenaza de operación de limpieza étnica disfrazada de legalidad.

    La empresa CoreCivic y el grupo GEO, dos corporaciones expertas en lucrar con el encierro humano, han recibido contratos millonarios, y sin licitación, para reactivar prisiones desacreditadas que parecían condenadas al olvido. Entre ellas, Delaney Hall, en Nueva Jersey, o el centro de Leavenworth, en Kansas, donde una jueza llegó a describir las condiciones como “un infierno absoluto”. Ahora ese “infierno” está listo para llenarse de personas cuyo único “delito” fue buscar una vida mejor.

    No es casualidad. Es racismo y xenofobia institucionalizada, elevada a política de Estado. Las cifras no mienten: el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) planea duplicar, si no triplicar, su capacidad de detención migrante. De las 41 mil camas actuales, quieren llegar a 100 mil, incluso 150 mil.

    Y mientras tanto, las grandes cárceles privadas celebran. “Nunca habíamos tenido tanta demanda”, dijo Damon Hininger, CEO de CoreCivic, ante sus accionistas. Claro, ¿qué mejor negocio que el sufrimiento humano cuando viene con fondos públicos?

    Lo que está pasando en Estados Unidos no es un tema administrativo, es una catástrofe moral. Estamos viendo centros de detención operando bajo condiciones insalubres, sin acceso suficiente a comida o atención médica, y con registros de agresiones, tortura psicológica y hasta asesinatos. En North Lake, Michigan, donde GEO reabrió una prisión con capacidad para 1,800 migrantes, los vecinos no lo dudan: “Esto es una abominación”.

    El Congreso aún discute el presupuesto de 45 mil millones de dólares para sostener esta maquinaria de detención masiva. Pero las redadas ya aumentaron y criminalizaron a nuestros migrantes. Y los centros, disfrazados de instalaciones de detención, no son otra cosa que jaulas, donde se encierra la dignidad de miles.

    Estados Unidos no está enfrentando una crisis migratoria, está ejecutando una estrategia de odio.