La iniciativa busca fortalecer controles aduaneros, combatir la evasión fiscal y atraer inversión en sectores estratégicos del país.
La Presidenta Claudia Sheinbaum envió a la Cámara de Diputados dos iniciativas clave: la Ley Aduanera y la reforma de los Impuestos Generales de Importación y Exportación, con el objetivo de modernizar la legislación aduanera mexicana, mejorar la competitividad del país y cerrar espacios a la evasión fiscal y el contrabando.
El proyecto busca fortalecer la gestión aduanera mediante la modernización de sistemas, controles estrictos y mecanismos que garanticen el pago de contribuciones en el comercio exterior. Entre las medidas destacan convenios con la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, implementación de sistemas tecnológicos de inventarios, videovigilancia y trazabilidad en tiempo real de mercancías, y acceso remoto continuo de autoridades aduaneras.
En paralelo, la reforma arancelaria propone ajustes en la importación de productos de industrias estratégicas como automotriz, textil, plásticos, siderúrgica, electrodomésticos, aluminio, juguetes, muebles y calzado. Esto busca evitar distorsiones económicas, incentivar la producción nacional y atraer empresas e industrias de alto valor agregado.

Entre los productos afectados se encuentran preparaciones cosméticas, tuberías plásticas, lavabos, duchas y maquinaria textil, con aranceles de hasta 50%, mientras que otros artículos recibirán impuestos del 20 al 35%, dependiendo del sector.
El gobierno federal enfatiza que estas reformas permitirán aprovechar y fortalecer el mercado interno, generar empleo para personas trabajadoras mexicanas y equilibrar los balances de comercio exterior del país.
Ambas iniciativas fueron enviadas a comisiones legislativas para su análisis y dictamen, marcando así un paso estratégico hacia una aduana más eficiente, transparente y competitiva en México.
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