El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, oficializó el aumento de aranceles a todas las importaciones de acero y aluminio al 25%, asegurando que esta medida incentivará la manufactura en su país. Sin embargo, su decisión ha provocado inquietud en los mercados financieros y temores de una desaceleración económica.
La nueva disposición elimina las exenciones otorgadas en 2018 y eleva los aranceles al aluminio, que previamente se mantenían en 10%. Estas medidas, implementadas a través de una orden ejecutiva, forman parte de su “estrategia” para modificar el comercio global, imponiendo gravámenes adicionales a naciones como Canadá, México, China, la Unión Europea, Brasil y Corea del Sur a partir del 2 de abril.

Ante esta acción, la Unión Europea (UE) anunció represalias comerciales. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que aplicarán contramedidas por 26 mil millones de euros, equivalentes a 28 mil millones de dólares. Estos nuevos aranceles afectarán productos de acero, aluminio, textiles, electrodomésticos y productos agrícolas desde el 1 de abril.
Trump defendió su política en el foro Business Roundtable, donde aseguró que los impuestos impulsarán la inversión en fábricas estadounidenses. A pesar de la caída del 8% en el índice S&P 500 en el último mes, el exmandatario insistió en que los aranceles traerán ingresos y empleo a su país.
“Cuanto más alto sea, más probable es que vayan a construir. La mayor victoria es si se trasladan a nuestro país y generan empleos”, declaró Trump.

A pesar de sus declaraciones, los impactos negativos de esta política ya han sido documentados. Un informe de la Comisión de Comercio Internacional de EE.UU. en 2023 reveló que, aunque los aranceles aumentaron la producción de acero y aluminio en 2 mil 300 millones de dólares en 2021, la industria manufacturera estadounidense perdió 3 mil 500 millones de dólares debido a los costos adicionales en insumos.
Asimismo, el inquilino de La Casa Blanca amenazó con elevar los aranceles del acero y aluminio de Canadá al 50%, aunque se retractó tras la decisión de Ontario de suspender un recargo en la electricidad vendida a Michigan, Minnesota y Nueva York.
En este nuevo escenario, los principales exportadores de acero a EE.UU., como Canadá, México, Brasil, Corea del Sur y Japón, podrían verse seriamente afectados, mientras que las importaciones provenientes de Taiwán y Vietnam continúan en aumento. En el caso del aluminio, Canadá sigue siendo el mayor proveedor del mercado estadounidense.
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