El reciente acuerdo entre Estados Unidos y Ucrania ha generado preocupación. Bajo el título “Fondo de Inversión para la Reconstrucción”, se establece una colaboración para la explotación de recursos minerales. Este acerudo es visto como un posible saqueo de los recursos ucranianos.

Desde la invasión rusa, EE.UU. ha brindado apoyo militar a Ucrania. A cambio, el acceso a minerales raros se ha vuelto un requisito. El presidente Donald Trump presiona por estos recursos como compensación por la ayuda financiera. “Este acuerdo demuestra el compromiso de EE.UU. con la paz”, afirmó el secretario del Tesoro, Scott Bessent. Pero, ¿a qué costo?
El acuerdo permite a las empresas estadounidenses invertir en la extracción de petróleo, gas y minerales. La ministra de Economía de Ucrania, Yulia Svyrydenko, defendió el pacto, destacando la necesidad de inversión internacional. Sin embargo este tipo de acuerdos puede despojar a Ucrania de su riqueza natural.
La firma del acuerdo coincide con los primeros 100 días del segundo mandato de Trump. En este contexto, surge la pregunta: ¿realmente busca EE.UU. ayudar a Ucrania o simplemente aprovecharse de su situación? El mundo observa con atención, esperando respuestas sobre el verdadero impacto de este acuerdo.

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