La presidenta Claudia Sheinbaum asegura que las comunidades afectadas por las lluvias en Hidalgo solo serán reubicadas si sus habitantes están de acuerdo. La reunión con el gobernador Julio Menchaca buscó coordinar esfuerzos para brindar ayuda a los damnificados.
Este sábado, en Pachuca, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que no se reubicará ninguna comunidad afectada en Hidalgo sin el consentimiento de sus habitantes. La mandataria expresó que todas las decisiones sobre desplazamientos deben ser en consenso con las personas que viven en esas zonas.
Sheinbaum salió del aeropuerto Juan Guillermo Villasana después de una reunión privada con el gobernador Julio Menchaca. La reunión duró unos 50 minutos y sirvió para analizar las acciones que el gobierno federal y estatal han tomado para apoyar a las familias afectadas por las lluvias intensas.
La presidenta explicó que el gobierno federal trabaja en un censo para identificar a las comunidades dañadas. Muchas de esas comunidades son pequeñas y dispersas, algunas con solo cinco familias. La prioridad es hacer un diagnóstico preciso en cada lugar, para que los afectados reciban un apoyo completo y justo.
Al preguntarle sobre los costos de la reconstrucción, Sheinbaum fue clara: “Lo que se necesite”. También aclaró que no es necesario que las comunidades tengan una declaratoria de desastre para recibir ayuda.
Sheinbaum destacó que la reunión con el gobernador tuvo como objetivo coordinar esfuerzos entre los diferentes niveles de gobierno. Ella reconoció el trabajo de quienes ya ayudan a las familias afectadas y reafirmó el compromiso de seguir apoyando.
Aunque había planeado un sobrevuelo por las zonas dañadas, la presidenta decidió no realizarlo. Salió del aeropuerto en una camioneta y abandonó el lugar en menos de una hora.
Por su parte, el gobernador Julio Menchaca compartió que algunas comunidades quedaron completamente destruidas por los deslaves y desbordes de ríos. Mencionó especialmente a Chapula, en Tianguistengo, donde evacuaron a sus habitantes. El poblado quedó devastado y, según el gobernador, difícilmente podrá volver a habitarse.
Este fin de semana, las autoridades continúan trabajando para brindar ayuda y atender a las familias que aún enfrentan las consecuencias de las lluvias. La prioridad sigue siendo respetar la voluntad de las comunidades y actuar con sensibilidad ante su difícil situación.


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