La campaña del ICE para incorporar rápidamente 10.000 agentes de deportación enfrenta serios problemas logísticos y administrativos. Incentivos millonarios, falta de preparación interna y recortes en la capacitación han convertido el plan en un esfuerzo caótico y cuestionado, a pesar de la masiva financiación prometida por la administración Trump.
El intento del Gobierno de Trump por ampliar el ICE con 10mil nuevos agentes, apoyado por bonificaciones de hasta US$50.000 por firmar contrato, se ha topado con obstáculos desde el inicio. Fuentes internas reportan que la agencia no estaba preparada para absorber tanta fuerza laboral en tan poco tiempo, lo que ha generado recortes, confusión y casos de candidatos rechazados por antecedentes problemáticos, incluyendo un informante de la DEA.
La presión sobre los funcionarios del ICE y la Casa Blanca es intensa. Stephen Miller, vicesecretario general y principal promotor de la agenda de deportación, manifestó su frustración por la lentitud de los nuevos reclutas en las calles. Internamente, el proceso de contratación apresurado ha generado conflictos, como el pago de bonificaciones a candidatos que ni siquiera aprueban la academia de formación, además de instrucciones confusas sobre ubicación de trabajo y salarios.
La sobrecarga de recursos humanos ha obligado al ICE a solicitar apoyo de FEMA para gestionar las más de 175.000 solicitudes recibidas. Sin embargo, la agencia mantiene que los estándares de aptitud física y entrenamiento se respetan, señalando que más del 85% de los nuevos agentes cuentan con experiencia previa y formación policial, aunque fuentes internas destacan que la capacitación se ha reducido a 47 días y ya no incluye entrevistas ni evaluaciones completas de antecedentes.Esta no es la primera vez que el DHS intenta un aumento masivo de contrataciones. La experiencia de la CBP entre 2006 y 2011 mostró que las incorporaciones rápidas exponían a la agencia a riesgos de corrupción y problemas operativos. Expertos y exfuncionarios advierten que repetir este modelo en meses, en lugar de años, podría derivar en consecuencias similares para el ICE, con agentes poco preparados enfrentando tareas críticas de control migratorio.
Con información de CNN en Español.


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