La ex primera ministra de Pedro Castillo, acusada de participar en el intento de golpe de Estado de 2022, se refugió en la sede diplomática mexicana en Lima; su caso provocó que el gobierno peruano rompiera relaciones con México.
Betssy Chávez, ex primera ministra del expresidente Pedro Castillo, volvió a sacudir la política peruana y la diplomacia regional tras confirmarse que se encuentra asilada en la Embajada de México, a solo dos meses de haber salido de prisión. La noticia llevó al gobierno de Perú a romper relaciones con México, intensificando las tensiones derivadas del asilo que este país ha ofrecido a varios exfuncionarios del gobierno de Castillo.
De origen aimara y nacida en Tacna, Chávez se formó como abogada y emergió como una figura clave dentro del movimiento de izquierda Perú Libre, partido con el que Castillo llegó al poder en 2021. Su ascenso fue meteórico: pasó de congresista a ministra de Trabajo, luego a titular de Cultura y finalmente a presidir el Consejo de Ministros, aunque su gestión duró apenas dos semanas.
Durante el fallido intento de golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022, Chávez fue vista detrás de las cámaras mientras Castillo anunciaba el cierre del Congreso y la intervención del Poder Judicial. Aunque ella asegura desconocer el contenido del mensaje, la Fiscalía la acusó de complicidad, y fue arrestada en 2023.
En prisión, la exfuncionaria denunció abusos y detención arbitraria, lo que llevó al Tribunal Constitucional a ordenar su liberación al determinar que el plazo de su prisión preventiva había sido excedido. Desde marzo de 2025, Chávez asistía regularmente a las audiencias de su juicio, hasta que la semana pasada dejó de presentarse, lo que encendió las alertas sobre su paradero.
Pese a que tenía prohibido salir del país durante diez meses, este lunes se confirmó que solicitó asilo político en la Embajada de México en Lima, una decisión que el gobierno peruano consideró una intromisión en sus asuntos internos.
Su abogado, Raúl Noblecilla, había declarado meses atrás que su clienta “no pensaba irse del país” e incluso analizaba postular a las elecciones de 2026. Sin embargo, la aparición de Chávez en territorio diplomático mexicano reconfigura el escenario político y agudiza la crisis diplomática entre México y Perú, ya marcada por el asilo previo otorgado a la familia del expresidente Castillo.
Con información de EFE

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