Aunque algunas personas nieguen su necesidad de hacer política, es claro que en todos los ámbitos de convivencia se involucra la política como elemento básico para gobernar, ordenar, dirigir… y lo hacemos incluso dentro del círculo familiar.
En este sentido es de suma importancia entender que no se le puede confiar el poder de gobernar nuestro país a cualquier partido, grupo o persona que no cuente con los hábitos y principios básicos como son la honestidad y el respeto.
Debemos aceptar que nuestra participación como ciudadanos en pleno uso de nuestros derechos, es indispensable para apoyar e impulsar a quien sustituya al mejor presidente que hemos tenido después de Lázaro Cárdenas. Andrés Manuel López Obrador no es solo un gran estadista, también es un referente a nivel mundial que ha aportado a la sociedad lo que desde mi punto de vista es lo más importante al fomentar el humanismo en todos los sentidos, desde el respeto dentro de nuestro entorno familiar hasta en los ámbitos de participación ciudadana de nuestra localidad, estado, país.
La llamada revolución de las conciencias ha generado que cada vez sea más poderosa la participación ciudadana, sobre todo entre los jóvenes que de manera más fresca entienden lo que significa el tener derechos y ejercerlos de manera responsable.
Cuando nuestro presidente hace referencia al poder del pueblo, se refiere precisamente a la capacidad de movilización que tenemos todos y cada uno de los que apoyamos el proyecto de la 4T, somos el ejército más poderoso que existe, por el simple hecho de que nosotros decidimos quién dirige los destinos y de que forma se gobierna al país.
Es momento de asumir nuestra responsabilidad y ejercer nuestros derechos constitucionales en beneficio de todos, no podemos seguir hundidos en el letargo de la ignorancia, el temor y sumisión en la que los gobiernos neoliberales nos tenían, solo con el objetivo de controlar al pueblo para saquear al país.
La cuarta transformación dejó de ser un proyecto y se ha convertido en una nueva forma de gobernar que ha generado beneficios a todos, incluyendo a las élites empresariales.
Aceptemos que si ya tomamos la decisión de que es Claudia y la ruta es Clara, la continuidad de la Cuarta Transformación en la CDMX y el país, está garantizada.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios