Mientras Morena buscaba discutir la reforma al InfoCDMX, el PAN optó por el berrinche, la violencia y la toma ilegal de la tribuna, dejando en evidencia su desesperación por conservar privilegios.
El Congreso de la Ciudad de México vivió una jornada bochornosa luego de que diputadas y diputados del Partido Acción Nacional (PAN) decidieran cambiar el debate legislativo por el espectáculo, al tomar violentamente la tribuna para frenar el debate de la ley que transforma al InfoCDMX. El saldo: empujones, agresiones físicas y hasta jalones de cabello, una escena más propia de una pelea de vecindad que de un recinto parlamentario.
Durante el receso previo a la discusión del dictamen, legisladores panistas se apoderaron de la tribuna y de los controles de audio, encabezados por la diputada Daniela Álvarez, quien aseguró que no se moverían. Al intentar recuperar el orden, diputadas de Morena se acercaron a la Mesa Directiva, lo que derivó en forcejeos entre ambos grupos. En el caos, Daniela Álvarez, Yuriri Ayala, Martha Ávila, Rosario Morales y Claudia protagonizaron un vergonzoso episodio al jalarse el cabello en el pleno.
Ante estos hechos, el Grupo Parlamentario de Morena condenó de manera enérgica la agresión violenta del PAN, denunciando no solo los empujones contra integrantes de la Mesa Directiva, sino también el daño a la bandera del Congreso, un acto que calificaron como una grave falta de respeto a las instituciones democráticas y a los símbolos patrios.
Morena acusó al PAN de defender cuotas partidistas y privilegios dentro del órgano de transparencia, recurriendo a la fuerza ante la pérdida de control político. “La violencia no tiene cabida en la casa del pueblo”, subrayaron, reiterando su compromiso con un buen gobierno, la legalidad y la dignidad en la política.
Mientras los panistas continúan aferrados a la tribuna, Morena analiza sesionar en el salón Benito Juárez del edificio Zócalo para avanzar tanto en la reforma como en el paquete presupuestal. Una cosa quedó clara: cuando se les acaban los argumentos, al PAN solo le queda el show… y los jalones.
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