En una entrevista realizada por BBC Mundo, el escritor y analista de política exterior argentino Mariano Aguirre publicó su libro titulado Guerra Fría 2.0 Claves para entender la nueva política internacional, en el que la humanidad enfrenta a una nueva y larga Guerra Fría, es decir, un nuevo conflicto ideológico entre los Estados Unidos y Rusia, derivado de la invasión rusa a Ucrania en marzo del 2022.
Como resultado, el autor comenzó a investigar el por qué estamos en una nueva Guerra Fría y sus implicaciones en América Latina este nuevo conflicto.
Hay que preguntarnos ¿Cuál es el origen de este conflicto? Hay que recordar que la Guerra Fría (1945-1991), fue un conflicto ideológico y armamentístico entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, que dómino el escenario mundial de la segunda mitad del siglo XX. El historiador Eric Hobsbawm explica al respecto “las generaciones que vivieron bajo el temor de un conflicto nuclear, a una escala mundial. Por otro lado, hubo una competencia entre capitalistas y comunistas, dos formas de pensamiento opuestas entre sí, las cuales se demostraron en la política, en la tecnología y el espacio”.
Ambos países emplearon diversos métodos para crear alianzas rivales. Es decir, prestación para ayuda militar y económica para los estados clientes de cada potencia como Gran Bretaña, Francia o Alemania Occidental en el caso de Estados Unidos; y por el lado soviético, Budapest, Varsovia y Praga. El espionaje, la guerra de guerrillas y los asesinatos políticos fueron estos los métodos empleados por ambas potencias.Desde antes de este conflicto, las ideologías de las dos naciones fueron incompatibles. Las relaciones entre las dos naciones nunca fueron cordiales, ya que ambas eran naciones con intenciones de expansión. Sus respectivos territorios se tocaban y en 1867 el imperio ruso accedió a venderle a Estados Unidos el territorio de Alaska por 7,2 millones de dólares en oro al gobierno del presidente Andrew Johnson. Las relaciones ruso-estadounidenses se deterioraron a causa de factores comerciales o geopolíticos, lo cual contribuyó a la creciente importancia dada por los estadounidenses a las ideologías opuestas entre dos países.
Las constantes movilizaciones durante la Primera Guerra Mundial afectaron en total quince millones de personas que contribuyó a la descomposición de la producción industrial y agrícola en Rusia. Más aún, la fragmentación de la red de transporte y escasez de los recursos y combustible en las ciudades condujo al estallido de la revolución en octubre de 1917. Como consecuencia, el presidente Wilson tomó el camino de la intervención, con el envío de 5,000 fuerzas expedicionarias estadounidenses al norte de Rusia, conocida como la Expedición Oso Polar, para combatir contra los bolcheviques que duró de septiembre de 1918 a agosto de 1919. Tras esta incursión, 235 soldados estadounidenses perdieron la vida, incluyendo 70 que fallecieron por una epidemia de gripe, por lo que se retiraron de Rusia, en 1919, dando origen a un sentimiento anti-ruso.
Dos décadas después, la hostilidad ideológica entre los estadounidenses y los soviéticos continúo. Por un lado, el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt volvía a su política de aislamiento de los problemas externos y buscaba desempeñar un papel destacable en el equilibrio del poder mundial. Mientras que Josif Stalin, emprendió una campaña para crear un sistema de seguridad colectiva, el cual le ayudara a contener la expansión de la Alemania nazi y el Japón imperial. Sin embargo, el estallido de la Segunda Guerra Mundial los obligó a unirse en una alianza contra las fuerzas del Eje (Berlín-Roma-Tokio).
En 1943, se reunieron en Casablanca el primer ministro Winston Churchill, el presidente Roosevelt y Stalin, para acordar la rendición incondicional alemana y la recuperación de la soberanía de las naciones ocupadas por las fuerzas del Eje, a pesar de las preocupaciones de Churchill sobre la presencia soviética en los Balcanes, porque representaba una posible amenaza a largo plazo.
La hostilidad entre estadounidenses y los rusos soviéticos se intensificó con la repentina muerte del presidente Roosevelt, dejando a Harry Truman a cargo de las relaciones con Occidente; la división del territorio europeo en bloques ideológicos, tras la Conferencia de Yalta (1945); y los informes de los diplomáticos estadounidenses escritos por los diplomáticos estadounidenses George F. Kennnan y Loy Henderson, en los que hablaron de las purgas del gobierno estalinista hacia sus intelectuales por parte de las fuerzas armadas soviéticas en 1936.
Todo dio origen a una hostilidad ideológica, política y económica surgida desde 1917 y agudizado en 1945.
Hay diferencias notables con en el conflicto actual, porque incluye a más actores geopolíticos como China. Sin embargo, es más complejo y menos predecible que la vuelven mucho más peligrosa, porque la confrontación es mucho más pragmática, por intereses económicos, por acceso a recursos energéticos y minerales para el desarrollo de tecnologías tanto de inteligencia artificial, biotecnología cibernética, etc. Aunque, hay esperanza que no se llegue a un conflicto armado entre Estados Unidos, Rusia, China y Europa.
- BIBLIOGRAFÍA
- Hobsbawm, Eric, Historia del siglo XX. 1914-1991.Traducción por Juan Faci, Jordi Ainaud y Carme Castells, primera edición impresa en México, México, editorial Crítica, 2014, 614 p. (Historia del mundo contemporáneo)
- Powaski, Ronald E., La Guerra Fría. Estados Unidos y la Unión Soviética, 1917-1991. Traducción de Jordi Beltrán Ferrer. Barcelona, Critica, 2014, 432 p.
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