Ulises Lara, encargado de despacho de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, rechazó las acusaciones de que su intervención en el intento de detención del exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, fue un rescate. Aclaró que su participación se ajustó a la ley y negó cualquier intención de obstruir la justicia.
Lara explicó que las autoridades de Chihuahua no cumplieron con los procedimientos necesarios para realizar la detención en la capital. Al llegar al lugar, Lara verificó que los agentes intentaban llevar a cabo una diligencia sin la colaboración de la Fiscalía de la Ciudad de México, lo que violaba la legalidad de la operación. Sin la presencia de elementos de la FGJ, no se podía ejecutar el mandato judicial de manera válida en la Ciudad de México.
El fiscal interino subrayó que Javier Corral decidió, por voluntad propia, acompañarlo a las oficinas de la FGJ para aclarar su situación legal. Lara insistió en que la Fiscalía no tenía en ese momento ningún documento o mandato judicial que autorizara la detención del exgobernador. La orden de aprehensión llegó a la Dirección General de Atención y de Cumplimientos de Ordenamientos Judiciales solo minutos antes de que se intentara ejecutar, y aún estaba en proceso de revisión cuando ocurrió el incidente.
Ulises Lara criticó al personal ministerial de Chihuahua por intentar actuar fuera de su jurisdicción sin el oficio de colaboración necesario. Afirmó que dicho documento interno no les otorgaba la facultad para intervenir en otra entidad ni para ejecutar un mandato judicial, lo que habría vulnerado la soberanía de la Ciudad de México.
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