Los problemas nacionales son la violencia en la sociedad, la inseguridad, la pobreza, la falta de educación (de principios, valores pues, en casa) y de instrucción de calidad en las escuelas, la falta de médicos especialistas en todos los ramos de salud pública y la corrupción.
Para lograr erradicar la corrupción en aduanas y puertos, enfrentar la violencia que generan los cárteles de la droga y lograr construir en tiempo y forma dentro de presupuesto un aeropuerto, fue necesario usar a las Fuerzas Armadas, constituidas por las personas más disciplinadas y preparadas con quienes cuenta el gobierno federal. Eso no es militarizar al país. Es utilizar los recursos con los que se cuenta.
El último –y quizá el único– intento de militarización de nuestro México lo realizó el general Victoriano Huerta en los inicios del siglo XX (entre 1913 y 1914). En su caso, Huerta consideró que sólo así podría detener el avance de la Revolución. Pero no funcionó. El resultado fue un gran derramamiento de sangre y un fracaso total.
México no está para repetir errores del pasado, sino para concentrarnos en los problemas reales y actuales: violencia, pobreza, educación, salud, infraestructura. Y echar mano de los recursos con los que ya se cuenta sin tener que derogar millones de pesos a terceras personas, es lo más acertado que se puede hacer en cualquier tipo de administración. Esto es, ¿por qué voy a pagar muchísimo dinero a alguien para que haga algún trabajo si en casa tengo quien pueda hacerlo sin derogar ni un centavo extra?
No se trata de militarizar, sino de administrar con conciencia.
En otro tema, hace unos días me llegó un PDF por WhatsApp, cuyo título: “Resumen El Rey del Cash” me llevó a pensar en la flojera lectora, así como en los derechos de autor. Si tanta motivación se tiene por el tema, ¿por qué no comprar el libro y leerlo? No. Me enviaron un resumen anónimo, lo que conlleva que sabe Dios si sea en efecto un resumen del libro o sólo la interpretación de alguien que no se atreve a dar su nombre. Y las regalías de la autora se las pasan por el Arco del Triunfo. Por mera curiosidad leí las siete páginas y, debo decir, que ese resumen se puede reducir aún más: “No, me dijo. No, le dije. Dice que le dijo el Rey del Cash”. Cabe decir; que este “libro” es mas chisme y telenovela que una obra periodística y literaria.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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