A un año del estallido de la guerra interna entre Los Chapitos y Los Mayitos, sinaloenses exigen al gobierno federal y estatal detener la violencia que ha dejado más de 1,700 asesinatos.
Miles de ciudadanos sinaloenses se reunieron ayer en las principales calles de Culiacán para exigir el fin de la violencia derivada de la guerra interna entre las facciones Los Chapitos y Los Mayitos, que se desató tras la detención de Ismael “El Mayo” Zambada en Estados Unidos. Alrededor de 20 mil personas, entre familias, empresarios, comerciantes, madres buscadoras y asociaciones civiles, marcharon vestidos de blanco portando pancartas con mensajes como “¡Queremos paz!” y “¡Recuperemos nuestras calles!”.
La manifestación partió desde la parroquia de La Lomita y avanzó por la avenida Álvaro Obregón hasta la catedral, con la bendición del obispo Jesús Herrera Quiñonez, quien hizo un llamado a la paz y subrayó que “el mal no tiene la última palabra”. Los asistentes pidieron la intervención directa de la Presidenta Claudia Sheinbaum para frenar la violencia.

Según datos del Consejo Estatal de Seguridad, la guerra entre cárteles ha dejado 1,709 asesinatos, incluidos 64 menores y 48 policías, así como 2 mil 323 personas privadas de la libertad y miles de vehículos robados. La inseguridad también ha impactado la economía: el cierre de 2 mil negocios provocó la pérdida de 40 mil empleos y daños por 20 mil millones de pesos, según comerciantes locales.
La protesta, organizada por 36 agrupaciones civiles y empresariales, concluyó en la catedral con mensajes de esperanza y un llamado a la acción: exigieron condonación de impuestos, créditos y apoyo económico, así como el fin de la violencia que ha marcado un año en la capital sinaloense. Los manifestantes, al grito de “¡Somos más los buenos!” y “¡Culiacán se levanta!”, dejaron claro que no se quedarán callados ante la criminalidad que afecta a la región.
Deja un comentario