A partir de hoy los narcocorridos y demás géneros que hagan apología del delito quedan desterrados de todos los eventos públicos de Michoacán por “ fomentar conductas delictivas o glorificar comportamientos ilícitos”.
Luego de haberse publicado en el Periodico Oficial del estado, entró en vigor el decreto firmado por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, el secretario de gobierno Carlos Torres Piña y el secretario de seguridad pública Juan Carlos Oseguera.
Aunque parezca una violación a la libertad de expresión, “la apología del delito ejemplifica una limitación razonable de este derecho, especialmente cuando una obra artística o cultural promueve la perpetración de actividades ilícitas o impulsa comportamientos ilegales que afectan la seguridad, el bienestar y los derechos de la colectividad. En tales casos, la intervención estatal para prevenir posibles daños se justifica plenamente”.
En la argumentación sobre las razones por las que se toma la medida, también se puede leer que si bien los corridos tumbados, narcocorridos, corridos progresivos, corridos bélicos, corridos alterados, etc., no buscan en sí la reproducción de lo narrado: “tienen el poder de moldear la manera en que las personas interpretan la violencia, la criminalidad y los principios éticos”.
Para evitar que se glorifiquen estilos de vida delictivos, la normativa hará operativos de inspección en los eventos públicos e impondrá las sanciones correspondientes en caso de incumplimiento a través de entidades como la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
Desde otro campo, “las autoridades educativas y culturales del Estado impulsarán programas que promuevan la música y el arte como herramientas para la construcción de una cultura de paz, respeto y valores”.
Con esta medida, Michoacán se une a los estados de Nayarit, Baja California, Chihuahua, Quintana Roo y México en su búsqueda de limitar los impactos de la música que hace apología del delito.
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