La inflación en México retomó una tendencia a la baja en la primera mitad de marzo, gracias a la disminución en los precios de alimentos frescos, productos pecuarios y energéticos. Así lo reveló el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que confirmó que el país acumula ya seis quincenas dentro del rango objetivo de estabilidad marcado por el Banco de México, situado entre el 3 y el 4 por ciento.
Durante los primeros 15 días de marzo de 2025, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó una variación anual de 3.67 por ciento, lo que representa una moderación tras dos quincenas al alza. A tasa quincenal, la inflación fue de 0.14 por ciento, por debajo del 0.17 por ciento esperado por los analistas consultados por Banamex, lo que evidencia un mejor desempeño del esperado en los precios al consumidor.

Entre los productos que más contribuyeron a esta desaceleración destacaron la gasolina de bajo octanaje, con una baja de 1.32 por ciento; la cebolla, que disminuyó 6.04 por ciento; el huevo, con un retroceso de 0.84 por ciento; la papa, con 2.67 por ciento menos; y el pollo, que bajó 0.37 por ciento. Otros productos como el chayote y los nopales también mostraron reducciones importantes, de 9.17 y 5.58 por ciento respectivamente.
No obstante, algunos bienes y servicios registraron incrementos que incidieron al alza, como la carne de res, con 1.53 por ciento; el transporte aéreo, que subió 6.09 por ciento; y el limón, cuyo precio aumentó 9.02 por ciento. También se reportaron ligeros incrementos en vivienda propia, alimentos preparados y establecimientos como fondas y taquerías.
El índice de precios subyacente, que excluye los productos con alta volatilidad y refleja las tendencias de largo plazo, tuvo una variación quincenal de 0.24 por ciento y una tasa anual de 3.56 por ciento, lo que sugiere que la inflación estructural se mantiene bajo control, aunque con cierta presión en rubros como la vivienda y los servicios educativos.

En contraste, el índice no subyacente, que incluye los precios de productos agropecuarios y energéticos, mostró una disminución de 0.19 por ciento en la quincena, con una variación anual de 3.89 por ciento. Dentro de este componente, los productos agropecuarios subieron apenas 0.09 por ciento en los primeros 15 días de marzo, mientras que los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno disminuyeron 0.41 por ciento quincenal y 2.96 por ciento anual.
Aunque los productos pecuarios registraron una presión al alza, con un incremento anual de 8.93 por ciento, el comportamiento general del INPC refleja que las medidas implementadas por el Gobierno de México para proteger la economía de los hogares están dando resultados concretos, especialmente en los sectores más sensibles del consumo básico.
“Los alimentos, los energéticos y los productos frescos son esenciales en la economía de las familias. Ver una moderación en sus precios es una señal positiva, sobre todo en un entorno internacional incierto”, sostienen especialistas.
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