La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, ha manifestado su decisión de prohibir que los migrantes mexicanos deportados por Estados Unidos permanezcan en su estado. En una reciente entrevista con Radio Fórmula, Campos afirmó que “Chihuahua no es ninguna opción para los migrantes”, refiriéndose principalmente a aquellos que son repatriados tras ser deportados.
Durante la conversación, aclaró que los espacios habilitados para recibir a los migrantes no deben considerarse albergues, sino centros de procesamiento. “Vamos a recibir a los migrantes cuando lleguen, a procesarlos, a tomar sus datos y a guiarlos para que regresen nuevamente a su estado y municipio”, explicó. La mandataria enfatizó que los migrantes solo podrán estar en estos centros de manera temporal y no se les permitirá quedarse en Chihuahua.
En el marco del Encuentro Nacional Municipal, Campos anunció que se establecerán alrededor de 25 centros de procesamiento en el estado. Desde estos centros, se enviará a los deportados, ya sean nacionales o extranjeros, a las localidades de donde partieron. “A todos los migrantes, lo sabemos como gobierno humanista, tenemos que respetar su dignidad y tenemos que respetar su persona, pero bueno, nuestros estados o el estado de Chihuahua no es un albergue para los migrantes”, subrayó.
La gobernadora también destacó que en estos centros se les brindará la ayuda necesaria y se les identificará antes de ser transportados hacia sus destinos dentro del país. El objetivo es que su estancia en estos lugares no dure más de una semana.
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