Marcha de la “Generación Z” vuelve a quedarse corta en CDMX; apenas reúne a unos 120 asistentes

Pese a la movilización policiaca y el acompañamiento oficial, la tercera convocatoria del autodenominado movimiento juvenil mostró una respuesta mínima y sin impacto masivo.

La convocatoria del autodenominado movimiento de la “Generación Z” volvió a fracasar. Este domingo 14 de diciembre, la llamada Marcha Nacional del Silencio por la Paz registró una asistencia mínima en Paseo de la Reforma, donde no se contabilizaron más de 120 personas, de acuerdo con elementos de la policía capitalina.

La movilización inició después de las 11:00 de la mañana en el Ángel de la Independencia, con dirección a Bellas Artes, sin llegar al Zócalo capitalino. El vocero del grupo, Iván Rejón, aseguró que el Centro Histórico permanecía blindado desde un día antes por autoridades de la Ciudad de México, lo que impidió continuar el recorrido.

Durante la caminata en silencio, los pocos asistentes portaron banderas de México, pancartas contra el gobierno federal y una manta con la imagen de la Virgen María. Entre sus demandas reiteraron la instalación de una mesa de diálogo con el gobierno federal y el alto a las desapariciones en el país.

La baja convocatoria fue evidente incluso para comerciantes, quienes esperaban vender banderas alusivas al movimiento —algunas con referencias a One Piece—, pero no lograron comercializar ni una sola, según reportes difundidos en redes sociales.

Desde temprana hora, autoridades capitalinas desplegaron un operativo preventivo, con presencia de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), ambulancias del ERUM y el Grupo de Diálogo y Convivencia de la SEGOBCDMX, encargado de acompañar y mediar la movilización ante cualquier incidente.

El dispositivo respondió al antecedente inmediato: en marchas previas de la Generación Z se registraron actos violentos, con personas detenidas y policías lesionados, situación que no se repitió en esta ocasión debido a la escasa participación.

La gente quiere representarse y alzar la voz, pero el gobierno ha cerrado espacios”, afirmó Rejón, aunque la débil respuesta ciudadana volvió a evidenciar la falta de arraigo social del movimiento, que por tercera ocasión no logró convertirse en una protesta significativa en la capital del país.

Con información de La Jornada

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