Nuevamente el AIFA es tema de conversación y sobremesa. Mi sobrino político que vive en Tula de Allende, Hidalgo y actualmente trabaja en un taller de reparación de maquinaria pesada ubicado en la calle de Guerrero de aquella ciudad, fue contactado para hacer un trabajo de reparación en la maquinaria que se utilizaba en la construcción de este nuevo aeropuerto.
Originalmente no quería hacer el trabajo porque tenía que tratar con militares y eso no le agrada. Finalmente aceptó y, según dice, realizó el trabajo. Al terminarlo y estar listo para recibir el pago esperaba un cheque con su póliza o un depósito y firmar algún recibo o factura, pero no quiso cobrar porque el ejército le iba a pagar en efectivo y él solo iba a firmar un documento. A él le pareció irregular y así parece.
Lo que él no sabe es que el Ejército Mexicano utiliza esa forma de pago con muchos de sus proveedores y cuando paga con cheque, hay que hacer muchos trámites y cobrar se vuelve muy complicado.
En la SEDENA, las cuentas para pagar a los proveedores no están a nombre de una persona, sino de la obra de que se trate, es decir, es imposible hacer trampa.
Muy inconforme y enojado, también dijo que el General Vallejo controlaba todo y era dueño de no sé cuántos camiones de volteo y maquinaria pesada.
Resulta absolutamente lógico que en una obra tan grande, realizada por el Ejército, todo esté bajo el mando y control de un General solamente y no de diversas personas evitando corruptelas específicamente en el pago a los civiles que están prestando servicios para esa obra.
El miedo a ser asaltado al salir con el efectivo me parece natural, pero también creo que podría haber pedido protección para transportarlo y se la hubieran otorgado.
Los rumores de corrupción y moches en la construcción del AIFA y en cualquier obra, tienen el objetivo de crear desconfianza.
Nadie puede asegurar que hubiera corrupción en la construcción del AIFA y al verlo terminado con un costo inferior al originalmente previsto, parece una tontería creer que la hubiera.
Ya es tiempo de sacudirnos los prejuicios y trabajar con confianza, pero atentos a los intentos de la patronal por someternos a sus mentiras.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios