La senadora plurinominal del PAN, Lilly Téllez, ha tomado una posición de exigencia, pidiendo la remoción de Gerardo Fernández Noroña. Su crítica surge tras las declaraciones del senador estadounidense Eric Schmitt sobre el impuesto a remesas.

Téllez considera “irresponsables” las palabras de Noroña, quien ha defendido los intereses de las familias mexicanas afectadas por estas medidas. Sin embargo, su actitud plantea serias dudas sobre su patriotismo.
Noroña, como presidente de la Mesa Directiva del Senado, ha sido un firme crítico de la propuesta de Schmitt, que busca aumentar el impuesto a remesas del 3.5% al 15%. En sus declaraciones, Noroña ha señalado que este aumento es injusto y violatorio de los acuerdos entre México y Estados Unidos, que buscan evitar la doble tributación. Su defensa no solo se centra en los migrantes, sino también en el impacto negativo que tendría esta medida en la economía de México.
En un mensaje en su cuenta de X, Téllez afirma que las familias mexicanas sufrirán un castigo inmerecido debido a las declaraciones de Noroña. No obstante, su reacción parece más un intento de alinearse con intereses extranjeros que una defensa genuina de los mexicanos. Su llamado a destituir a Noroña refleja una postura entreguista, donde prioriza la opinión de un senador estadounidense sobre la realidad de su propio país.
Eric Schmitt, quien ha propuesto aumentar el impuesto a remesas, se convierte en el foco de Téllez. Ella critica las declaraciones de Noroña, pero ignora el daño que esta propuesta podría causar a miles de familias. Al hacerlo, Téllez se muestra más preocupada por quedar bien ante el extranjero que por defender los intereses de México.
Es alarmante ver cómo una figura política puede olvidar su compromiso con la nación. La defensa de los derechos de los migrantes y de sus familias debería ser la prioridad. Sin embargo, Téllez parece más interesada en ganar puntos políticos que en proteger a los mexicanos.
La postura de la panista se asemeja a la de aquellos que venden a su patria por un puñado de dólares. En lugar de unirse para luchar contra medidas injustas, elige el camino de la traición.
La crítica de Téllez a Noroña es, en última instancia, un reflejo de su propia falta de compromiso con los intereses nacionales. Noroña ha alzado la voz en defensa de millones de migrantes que contribuyen a la economía tanto de México como de Estados Unidos. En un momento en que el país necesita unidad y fortaleza, Téllez opta por la división y el servilismo. Es hora de que los ciudadanos se pregunten: ¿quién realmente defiende a México.

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