Al comienzo de su conferencia mañanera de este jueves 17 de marzo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se tomó el tiempo para recordarle a la gente que aún pueden comprar sus “cachitos” para la rifa de los lotes costeros que en su momento pertenecieron al fallecido ex gobernador de Sinaloa Antonio Toledo Corro.
Tales terrenos fueron adquiridos por el priista durante el sexenio de Felipe Caldeŕon y fueron incautados por la actual administración, sin embargo no se han encontrado compradores interesados en el rancho que en su momento costó 120 millones de dólares.
Las ganancias de la rifa serán usadas para la presa Santa María, la cual abastecerá de agua tanto a domicilios como al campo.
Toledo Corro fue gobernador de la entidad de 1981 a 1986, durante el sexenio de, como él mismo mencionaba, “su amigo” José López Portillo, y cuya administración estuvo marcada por la violencia, llegando a más de 6 mil homicidios en el estado debido a la narcoviolencia que él no sólo permitió sino permitió.
Reportes de agentes de la Agencia Antidrogas (DEA) de Estados Unidos relataron que tenían evidencias de que el priista recibió fuertes cantidades de dinero para permitir que celulas del crimen trabajaran impunemente en Sinaloa, además de ser amigo de Feliz Gallardo.
Pobladores de Escuinapa, donde se ubica el rancho, relatan que Toledo era poseedor del único Cadillac de la región y que el ex mandatario podía pasear con su chofer sin ningún elemento de seguridad, sabiendo que era respetado por los grandes capos de la zona.
Igualmente se describe que el rancho se construyó con ayuda del crimen organizado y que cuenta hasta con una pista de aterrizaje para avionetas y al puro estilo del narco contrató a pobladores como personal para el predio.
Antonio Toledo falleció a la edad de 99 años el 6 de julio de 2018 tras complicaciones de salud.
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