SIN CUADROS, SIN RUMBO Y SIN PROYECTO, PERO CON MUCHO ODIO Y RENCOR
Este sábado 25 de junio y durante el pasado fin de semana, el hijo menor del presidente, Jesús Ernesto López Gutiérrez fue objeto de burlas, críticas y ataques por su complexión física tras una foto difundida en redes sociales.
Al acoso, porque así se nombra a los ataques, burlas y críticas contra una persona por su aspecto físico, se sumaron quienes constantemente atacan al presidente, es decir, la oposición.
Tras los ataques, funcionarios, representantes y referentes afines a la Cuarta Transformación expresaron su solidaridad y respaldo al joven Jesús Ernesto.
Durante horas, las redes sociales se inundaron de mensajes en torno al aspecto de un joven de apenas 15 años cuyo única penitencia es ser hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta no es la primera vez en que el hijo menor del presidente es víctima de burlas y ataques en redes sociales, en 2020 fue criticado por la apariencia de su cabello, que en ese momento tenía mechones teñidos de rubio.
Uno de los principales incitadores al acoso en contra del menor (que en ese entonces tenía apenas 13 años) fue el youtuber Chumel Torres, quien, casualmente y de acuerdo con un texto publicado por Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado, estaría ligado a esta nueva ola de acoso.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dedicado su vida a un proyecto en el que cree y que se ha ganado la simpatía de decenas de millones de mexicanas y mexicanos; él, por decisión propia es una figura pública, su hijo Jesús Ernesto no lo es.
Que personajes que se jactan de defender los derechos humanos y que constantemente aseguran estar del lado de las infancias, se hayan sumado a la campaña de acoso les pinta de cuerpo completo y además, desnuda lo vacío de sus discursos.
Que la oposición haya destinado millones de pesos a sostener la campaña de acoso durante más de 48 horas porque consideran que eso es “ganar una batalla”, también les pinta de cuerpo completo, porque durante este fin de semana habrán destinado millones a evidenciar aún más su bajeza, su vileza y la derrota moral e intelectual de la que no se reponen desde 2018, y en la que se hunden cada vez más.
La oposición no tiene un proyecto político que consiga cautivar a algún sector del pueblo de México, su “proyecto” está fincado en la clara e irrenunciable consigna de ir en contra de todo lo que representa, dice, hace y planea la Cuarta Transformación, aunque ello represente ir en contra de los intereses de las mayorías, o en contra de un niño.
Esa cerrazón automática, ciega e irracional ha hecho de la oposición un barco a la deriva, que navega sin rumbo hacia donde la coyuntura lo marque.
Sin cuadros, sin rumbo y sin proyecto, motivada por el odio y el rencor a un proyecto político, la oposición dedicó sus energías durante días al acoso selectivo contra un menor de edad por el simple hecho de ser hijo de quien lo es.
No es un eslogan de campaña, no es una hipérbole, o un diagnóstico motivado por filias o fobias; la derrota moral e intelectual de la oposición es una realidad que parece solo profundizarse con el tiempo.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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