El presidente de la violencia, la intolerancia y la militarización, dio un discurso a los militares graduados de la Academia Militar de West Point y en él aseguró que “el trabajo del ejército gringo ya no va a ser llevar la democracia por el mundo a punta de pistola”. ¿Qué tan retorcida debe estar la cabeza de alguien, para hacer una promesa de “paz” tan cargada de violencia?
Como muchos de ustedes sabrán, Trump no paró ahí, sino que cargó sus palabras de intolerancia y veneno en contra de la comunidad transgénero:
“El trabajo de las Fuerzas Armadas estadounidenses no consiste en organizar espectáculos de drags (queens), transformar culturas extranjeras o extender la democracia a todo el mundo a punta de pistola”.
Lo anterior no son sólo palabras, porque el mandatario acusado de abuso sexual y difamación, se encargó de impulsar una “ley” que prohíbe a las personas transgénero servir en el Ejército. Esta prohibición establece que el personal del Ejército con “un diagnóstico o antecedentes actuales de disforia de género“, o bien “presenten síntomas” serán apartados del servicio militar.
¿”Diagnóstico”? ¿”Presenten síntomas?”. Cuánta ignorancia escrita en una “ley”…
Tras asegurar en su discurso, que en su mandato se aumentarán de manera “colosal“ las fuerzas armadas estadounidenses, para utilizar la cantidad como una medida de desmoralización sin tener que atacar, también afirmó que “si Estados Unidos está bajo ataque, el ejército aniquilará a nuestros oponentes con una fuerza abrumadora y devastadora”.
Y cerramos con la hipocresía brotante de la boca de este señor, donde aseguró que no quería pelear, sino sólo voltear a ver a su oponente para que se rinda:
“Porque por mucho que quieras pelear, prefiero hacerlo sin tener que hacerlo. Solo quiero mirarlos y que se rindan, y eso está sucediendo”.
Es así como irónicamente, un discurso de Donald Trump, deja ver todo lo que significa ese país, que definitivamente no es nada positivo, ni siquiera para los Estados Unidos.

Comentarios