El retrato de Mahmoud Ajjour, un menor que perdió ambos brazos en un ataque israelí, ganó el premio a la mejor foto del año por reflejar las consecuencias reales de la guerra contra Gaza.
La directora del World Press Photo, Joumana El Zein Khoury, seleccionó la fotografía tomada por la fotoperiodista Samar Abu Elouf y la presentó junto con ella en la iglesia Nieuwe Kerkde de Ámsterdam.
Tras retirarse de la zona de conflicto en 2023, Samar continuó su labor de documentar los horrores de la guerra, pero desde otra perspectiva: la de los sobrevivientes gravemente heridos.
“Intenté ser lo más diversa posible al seleccionar a las personas lesionadas para fotografiarlas, ya que me encontraba con algunas que habían perdido dos extremidades, otras que habían perdido tres, otras que habían perdido a sus familias enteras, y algunas de esas personas más jóvenes habían perdido un ojo o tenían desfiguraciones faciales. Intenté reflejar estas diversas realidades en mis fotografías al capturar esta historia”, contó Abu Elouf.
Una de las historias captadas por su lente fue la de Mahmoud Ajjour, un niño de nueve años que, mientras huía con sus padres, fue alcanzado por un cohete. “Estaba tirado en el suelo, no sabía qué me había golpeado, no sabía que había perdido los brazos”, relató Ajjour a Reuters en una entrevista.
Cuando recuperó la conciencia, le pidió a su madre que lo dejara atrás para que pudiera salvar a su hermana. No obstante, ella no le hizo caso y consiguió un vehículo para trasladarlo al hospital, donde, debido a la falta de insumos, despertó a media cirugía.
Esa mirada e historia que captó Samar Abu Elouf ya no solo conmueve a los jueces del World Press Photo, sino también a cientos de personas que se han enterado de esta premiación 2025.
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