La barbarie toma diversos rostros, es la minoría, que somete por todos los medios a la humanidad, devora la madera de los bosques, el agua, el petróleo, los productos agrícolas, dejando devastación en nombre de la paz, la libertad y el crecimiento económico.
La barbarie genera un pensamiento individualista, controlando programas de estudio, medios de información e imponiendo hábitos de consumo. Incide en formas de pensamiento machacadas por productos culturales y los esparce, ahora, en el control de las plataformas electrónicas.
Habla de estar defendiendo el derecho a la información y persigue a los que la ejercen: los encarcela o los asesina.
Todo tiene que ser mercancía, si alguien se antepone, será aislado, señalado, aniquilado.
La gente compra lo que no necesita y se endeuda.
La guerra es un negocio legal y hay armas de destrucción masiva suficientes para destruir varias veces la Tierra.
La barbarie se da en todos los frentes, en la inseguridad que producen los consorcios del crimen organizado, controlando el lavado de dinero producto del saqueo, en los bancos de “prestigio” vinculados a las transacciones a paraísos fiscales, en las miles de empresas que tienen para ‘blanquear’, no solamente el dinero de la venta de armas y drogas, también el huachicol, el robo de petróleo, el robo de cobre, de hierro, de oro.
Todo lo que saquean lo comercializan.
Tienen a sus cabilderos, congresistas, abogados, jueces y magistrados.
Los opinólogos conservadores forman parte de la nómina para ejercer ese control. Ese círculo de cortesanos (intelectuales orgánicos) reconocidos por sus instituciones que dan conferencias en empresas, en universidades y sus fundaciones.
Pero también tienen formas de control a domicilio, lo que escuchan las pantallas, los celulares, las bocinas para casas inteligentes, ahora el famoso metaverso, la realidad virtual con lentes para que te adentres a experiencias perceptuales, donde te pondrás unos anteojos que pueden traducir y transmitir tus sensaciones.
Para enviarte más información adecuada, para que sigas consumiendo lo que te recete el algoritmo.
Por eso es necesario siempre romper el cerco informativo y empezar una campaña para generar redes sociales independientes, como demanda del movimiento popular, sin dejar de participar en las benditas redes sociales que conocemos pero que, al menos en México, son controladas por el pan.
La barbarie milenaria se expresa en las violencias contra las mujeres, los humildes, el medio ambiente, la cultura y la democracia.
La barbarie amenaza a los comunicadores independientes. Toda mi solidaridad.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios