El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, reapareció en Palacio Nacional tras un periodo de distanciamiento, asistiendo a una reunión con más de 200 empresarios en el marco del encuentro US-México CEO Dialogue. Cuando los medios le cuestionaron sobre su opinión respecto a la Reforma Judicial, el embajador no dió respuesta Aunque Salazar intentó mostrarse sonriente y cordial, su regreso se da en un contexto en el que quedó claro que la soberanía de México no está sujeta a opiniones extranjeras.
El embajador, quien en meses anteriores criticó la reforma al Poder Judicial promovida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, asegurando que podría dañar la relación comercial entre ambos países, parece haber aprendido que a México se le respeta. Salazar había advertido que dicha reforma podría afectar negativamente las inversiones estadounidenses en México, pero tanto AMLO como la actual presidenta, Claudia Sheinbaum, dejaron claro que los asuntos internos de México no dependen de la aprobación de potencias extranjeras.
La soberanía por encima de las críticas
Ante los señalamientos de Salazar, el expresidente López Obrador respondió con firmeza: “No pasa absolutamente nada. México sigue siendo de los países más atractivos para la inversión”. La postura fue contundente, subrayando que los intentos de presión no cambiarán el curso de decisiones soberanas.
Claudia Sheinbaum, por su parte, también fue clara en sus declaraciones, negando que la reforma afecte las inversiones internacionales y asegurando que los acuerdos bilaterales se mantienen sólidos. “Que sepan que sus inversiones están seguras con nosotros”, afirmó Sheinbaum, reafirmando que los inversionistas extranjeros no tienen nada que temer bajo el nuevo marco judicial.
A pesar de las críticas recibidas por Salazar, la presidenta mexicana enfatizó que el encuentro empresarial, al que asistieron más de 240 CEOs, busca fortalecer el Estado de Derecho y crear confianza en los inversionistas. “Queremos que haya certidumbre, confianza, y será un esfuerzo importante para este gobierno”, subrayó Sheinbaum, haciendo alusión al compromiso de México por garantizar estabilidad en todos los sectores.
Un mensaje claro para el futuro
Con la asistencia de Ken Salazar a este importante evento empresarial, parece quedar en el pasado su postura crítica hacia la reforma judicial. Lo que ha quedado claro es que tanto AMLO como Sheinbaum le han dado una lección sobre la autonomía de México: las decisiones soberanas de este país no están abiertas a negociaciones ni a presiones externas. Las inversiones están seguras, siempre y cuando se respete la independencia de la nación.
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