Una jueza federal frenó el despliegue impulsado por Donald Trump y ordenó retirar a la Guardia Nacional de Washington, golpeando uno de los ejes de su ofensiva política contra ciudades gobernadas por demócratas. La administración tendrá 21 días para apelar.
El gobierno de Donald Trump sufrió un revés mayúsculo luego de que la jueza del Tribunal de Distrito, Jia Cobb, determinara que la Casa Blanca actuó fuera de la ley al enviar a la Guardia Nacional a patrullar Washington para tareas de “disuasión del crimen”, pese a que la ciudad jamás lo solicitó. La magistrada, designada por Joe Biden, recalcó que el despliegue incluso se amplió con efectivos traídos de otros estados, una acción que —de acuerdo con su resolución— excede la autoridad presidencial.
El fallo llega en medio de la escalada de confrontaciones entre Trump y gobiernos locales demócratas, a quienes ha acusado de convertir sus ciudades en “territorios sucios y plagados de crimen” para justificar la presencia de más de 2 mil miembros de la Guardia Nacional desde agosto. La decisión judicial da oxígeno a la demanda presentada por el fiscal general de la capital, Brian Schwalb, en septiembre, cuyo objetivo era frenar el uso de tropas para funciones civiles.
La jueza concedió un margen de 21 días antes de hacer efectiva su orden, lo que permitirá a la administración apelar. Sin embargo, el fallo abre una grieta que amenaza con tumbar la estrategia de seguridad que Trump intenta convertir en bandera política rumbo a sus próximos pulsos con estados y ciudades gobernadas por demócratas.


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