En una reciente aparición en el programa de Alazraki, el exsecretario del Trabajo Javier Lozano Alarcón, conocido por su cercanía al PAN, intentó empañar la elección de jueces y magistrados con un discurso lleno de dramatismo. Lozano se refirió a la “parte humana” del proceso, señalando que la decisión sería una injusticia que afectaría a las familias de los jueces. “No podemos perder la capacidad de asombro, indignación, rabia y dolor cuando estamos viviendo algo indebido”, comentó, en un intento por movilizar emociones en contra de la reforma.
Sin embargo, el periodista Manuel Pedrero lo desenmascaró en redes sociales, recordando el pasado de Lozano. “Este costal de miseria se llama Javier Lozano. Cuando fue Secretario del Trabajo dejó en la calle a más de 44 mil trabajadores de Luz y Fuerza”, señaló Pedrero, poniendo en evidencia la hipocresía del panista. Lozano, quien ahora critica la posible pérdida de empleos de jueces, fue el principal artífice del despido masivo de miles de trabajadores en 2009, cuando se extinguió la paraestatal Luz y Fuerza del Centro.
La oscura movida detrás de Luz y Fuerza
Durante el gobierno de Felipe Calderón, en el que Lozano desempeñaba un papel clave como Secretario del Trabajo, se aprovechó la extinción de Luz y Fuerza del Centro para gestionar de manera discrecional una bolsa de 5 mil 917 millones de pesos. Este monto, según documentos obtenidos por Contralínea a través de la Ley de Transparencia, fue destinado supuestamente a indemnizar a los más de 44 mil trabajadores despedidos. Sin embargo, el manejo de estos recursos se realizó sin la aprobación de la Cámara de Diputados, lo que deja muchas interrogantes sobre su destino real.
De los 5 mil 917 millones de pesos, 5 mil 800 millones fueron asignados al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) para liquidar a los extrabajadores. Sin embargo, más de 15 mil electricistas, miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas, rechazaron estas “indemnizaciones” y se embarcaron en un movimiento de resistencia que continúa hasta el día de hoy.
El discurso actual de Lozano en contra de la reforma judicial resulta irónico. Mientras critica la “injusticia” hacia jueces que podrían conservar sus empleos, omite mencionar que bajo su gestión, miles de trabajadores de Luz y Fuerza fueron arrojados a la calle sin posibilidad de retener sus puestos.
Un cinismo evidente
La historia de Javier Lozano está marcada por decisiones que afectaron la vida de miles de familias mexicanas. Ahora, su crítica a la reforma judicial parece ser un intento desesperado de lavar su imagen, pero su pasado como uno de los artífices del despido masivo de Luz y Fuerza lo persigue. Las palabras de indignación y dolor que ahora predica resultan vacías frente a su propio historial de decisiones inhumanas.
Comentarios