Organizaciones no gubernamentales denuncian que Israel acoge a numerosos pedófilos y violadores, quienes evaden así la justicia internacional gracias a la Ley del Retorno.

Israel enfrenta graves acusaciones por convertirse en un refugio para pedófilos y violadores, ya que ONG judías como Jewish Community Watch advierten que el país ofrece un entorno seguro para quienes buscan evadir la justicia.
La Ley del Retorno, la cual otorga ciudadanía automática a judíos, permite que muchos acusados de delitos graves se refugien en Israel. Uno de los casos más notorios es el del director de Defensa Cibernética de Israel, Tom Artiom Alexandrovich, quien, con 63 denuncias por abusos sexuales fue arrestado en agosto en Estados Unidos.
Alexandrovich intentó contactar a una menor de 15 años pero fue atrapado por las autoridades, no obstante, a pesar de las acusaciones fue liberado al día siguiente tras pagar una fianza. Su incomparecencia a la audiencia generó un escándalo, sugiriendo complicidad de funcionarios estadounidenses, tras su liberación tomó un vuelo a Israel.
Andrés Roemer, un exdiplomático mexicano con múltiples órdenes de aprehensión por abuso sexual, es otro ejemplo. Huyó a Israel en 2021 y ha sido acogido allí a pesar de las graves acusaciones a las que se enfrenta.
ONGs también han señalado que los procesos de extradición en Israel son lentos y manipulables, lo que permite a delincuentes sexuales, como Malka Leifer, evadir la justicia. Esta situación ha llevado a que se califique a Israel como un refugio seguro para pedófilos, ya que dificulta los esfuerzos de las autoridades para llevar a estos criminales ante la justicia.
Esta problemática refleja un patrón alarmante, donde la protección de la comunidad judía en Israel se convierte en un obstáculo para la justicia (Con información de Milenio).

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