Israel llevó a cabo un ataque “preventivo” contra Irán, declarando una “situación especial” de emergencia en todo su territorio. Este ataque forma parte de la ‘Operación León Levantado’, cuyo objetivo es eliminar el programa nuclear de Teherán.

Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, confirmó que “decenas de aviones” participaron en los bombardeos. Según informes, los ataques se dirigieron a múltiples objetivos militares, incluidos sitios nucleares en Irán. Netanyahu subrayó que “hoy, Irán está más cerca que nunca de obtener un arma nuclear”, lo que representa una amenaza para Israel y el mundo.
El ataque provocó varias explosiones en la capital iraní, aunque el alcance total del bombardeo aún no se ha determinado. El ejército israelí aseguró que completó la primera fase de los ataques, destacando la urgencia de la operación.
Estados Unidos se distanció del ataque, calificado como “unilateral” por el secretario de Estado, Marco Rubio. En declaraciones a los medios, Rubio enfatizó que el gobierno estadounidense no participó en la acción militar y que ha tomado medidas para proteger a sus tropas en la región.
“Irán no debe atacar los intereses ni el personal de Estados Unidos”, añadió Rubio, indicando la postura de Washington respecto a la escalada de tensiones en el Medio Oriente.

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