Resulta que el tiempo nos da la razón. Por años hemos afirmado que la ultraderecha republicana estadounidense tiene inclinaciones abiertamente racistas y fascistas. Los senadores republicanos Dan Crenshaw y Lindsay Graham, haciéndose eco de los neo fascistas mexicanos enquistados en el Senado de la República Mexicana, de la derecha seguidora del tal Claudio X y de los más serviles empresarios de medios de comunicación, pretenden que su narrativa se vuelva real; “una mentira repetida muchas veces puede convertirse en verdad”, o sea, terminará por ser creída porque se ha dicho de muchas formas, otras tantas veces.
Pero los irrespetuosos anti mexicanos Crenshaw y Graham, en medio de su desprecio por la voluntad del Pueblo Mexicano (apuesto que del estadounidense también), y que están convencidos de que su sola palabra hará que la narrativa falaz y fatua de los conservadores mexicanos se convierta en verdad, son ciegos a la realidad mexicana y a la convicción de cambio que tenemos la mayoría de los mexicanos.
La próxima derrota de los Partido Republicano puede ser estrepitosa, porque nuestros compatriotas van a cobrar a precio alto la osadía de los senadores republicanos que amenazan a México e intentan ningunear y minimizar la fortaleza que le da el Pueblo Mexicano al Presidente de la República Mexicana.
De refilón, las actitudes de estos senadores es muy sospechosa, porque toda su parafernalia nace de la culpabilidad de Genaro García Luna, socio y amigo de partidarios de los republicanos estadounidenses y de los conservadores mexicanos más sucios y fascistas.
Los senadores republicanos apuestan a dividir a los ciudadanos mexicanos y esta es la estrategia preferida de los fascistas. La división en México existe con claridad desde la perspectiva de la lucha de clases, que sigue siendo una realidad; sin embargo también es cierto, que la inmensa mayoría de los mexicanos, la que ronda el 70%, está unida en torno al presidente López Obrador y al movimiento que lo llevó al poder y que le dio mayoría simple en el Congreso de la Unión.
Crenshaw y Graham le apuestan al odio que racistas pro nazis le tienen a todo lo mexicano, negro, indio o lo que no se asemeje a su ideal étnico ario y les hacen creer que son estos quienes les quitan trabajos, ingresos, etc., lo que en el fondo saben que es falso. La carencia de solidaridad y tendencia al totalitarismo son sus características fundamentales.
Sigo pensando que es tiempo de que la movilización popular sea una constante de apoyo a las posiciones de la 4t y que confronte a posturas como las de esos senadores, las de la derecha mexicana, del Poder Judicial y demás agentes conservadores, enemigos de la democracia.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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