Estados Unidos arrancó la construcción de 11 kilómetros del muro fronterizo en Santa Teresa, Texas, colindante con Ciudad Juárez. La obra forma parte de una agenda migratoria que incluye más de 46 mil millones de dólares para seguridad fronteriza y detención de migrantes, reveló la Patrulla Fronteriza en sus redes sociales.
Desde marzo, la administración estadounidense otorgó exenciones legales (se refieren a que el gobierno de EE.UU. permitió no cumplir ciertas leyes o regulaciones —en este caso, leyes ambientales— para poder construir el muro más rápidamente) para agilizar las obras sin frenos ambientales, y adjudicó un contrato por 70 millones de dólares para levantar un segmento adicional en el condado de Hidalgo, Texas.
El nuevo impulso al muro coincide con el regreso de Donald Trump a la presidencia en enero de 2025, quien retomó su política migratoria con enfoque militar, entregando zonas a las Fuerzas Armadas y reforzando los centros de detención con respaldo legislativo.
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