El domingo 2 de junio, tras una intensa campaña electoral en el corazón de la Ciudad de México, la candidata de Morena en la alcaldía, Catalina Monreal, “perdió” en la contienda democrática. Sin embargo, los resultados finales no correspondían a lo que mostraban las encuestas previas a la elección, las cuales días previos marcaban una diferencia de hasta diez puntos a favor del partido guinda.
La candidata prianista, Alessandra Rojo de la Vega, ganó con 143,070 votos, mientras que la representante del movimiento de transformación obtuvo 130,341, marcando una distancia considerable entre ambas aspirantes. Por ello, la aspirante Catalina Monreal, su equipo y el partido decidieron impugnar la elección. El dirigente local de Morena, Sebastián Ramírez, informó sobre dicha determinación acompañado por Citlalli Hernández, secretaria general de Morena.
Tras el nuevo conteo de las actas en el distrito 9 (La Cuauhtémoc está dividida entre el Distrito 9 y 12), la diferencia se redujo a tan solo dos mil sufragios entre las contendientes. Con el decrecimiento de la ventaja de la candidata de la oposición y la falta del conteo en el distrito 12, se encendieron las alarmas del PRIAN, ya que esta circunscripción presentaba más irregularidades durante el proceso electoral.
Vecinos del Distrito 12 informaron que el 2 de junio hubo compra de votos, cambios de casillas sin previo aviso e incluso intimidación a los ciudadanos que pretendían ejercer su derecho al voto. Es importante precisar que todo esto fue a tal magnitud que incluso hubo detenciones de miembros del equipo de la candidata Alessandra Rojo de la Vega por parte de las autoridades.
En ese contexto, el día 5 de junio comenzaron los conteos en el Distrito 12. Vecinos de la Alcaldía comenzaron esta actividad desde temprano por la mañana. Todo transcurría con tranquilidad y estaban presentes los representantes de las tres candidaturas. El “voto por voto” se realizaba de forma regular. Sin embargo, en un acto digno del PRI de los 80, la prianista Rojo de la Vega se presentó en el lugar donde se estaba haciendo el recuento.
Este acto no lo realizó sola, tenía detrás a decenas de personas de su equipo. Entró al edificio exigiendo que le dieran su constancia de mayoría. Con esta acción se detuvo el conteo y no se permitió que continuara. Hasta este momento, el PRIAN no ha dejado que se reanude el “voto por voto”, y al mismo tiempo presiona al órgano electoral para que no permita que dicho conteo siga, impidiendo así la sanación de la vida democrática de la Alcaldía Cuauhtémoc.
El lunes 10 de junio, en un comunicado a la Ciudadanía, los concejales de la coalición Morena-PT-Verde denunciaron el supuesto fraude, anunciaron públicamente los motivos de la impugnación y se solidarizaron con la Mtra. Catalina Monreal. En los siguiente días y semanas estaremos al pendiente de que sucede en “el corazón de la Ciudad de México”, es importante ser observadores y también hacer valer nuestro voto más allá de las urnas, defenderlo.
El organismo electoral se muestra parcial, no permite que se cuenten de nuevo los votos, otra vez MORENA no está compitiendo contra una coalición opositora, sino también contra un arbitro sesgado. La transparencia es necesaria para el ejercicio de la democracia, de no trabajarse estamos en peligro de que nuestro voto (y nuestra ciudadanía) no sea tomado en cuenta.
La lucha por la democracia es una lucha históricamente de la izquierda, sucesos como el descrito nos recuerdan los posicionamientos reales de cada uno de los grupos políticos. A nivel nacional, con una diferencia de más de 30 puntos, el PRIAN alegaba fraude y pedía el recuento de los votos; en la Cuauhtémoc, con una distancia incipiente se negaron a que se hiciera ¿Es válido luchar por la democracia solo cuando me conviene?
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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